5✈️ Seriedad

142K 8.1K 1.1K
                                    

CAPITULO 5SERIEDADCAMILE

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

CAPITULO 5
SERIEDAD
CAMILE

El vuelo del día partió justo a las siete de la mañana, llegando a Nueva York  y  de regreso a casa, a las seis de la tarde. Mi humor seguía decaído para ese momento, por la situación que compartía con Sean en mi vida personal, como últimamente solía hacerlo. Comenzaba a ser difícil lograr disimularlo ante los demás, y eso me molestaba.

─Dime, ¿qué es lo que te sucede? ─Escuché la seria y recatada voz de Mouque. Tan típico de él.

─Nada, ¿por qué?

─Porque generalmente llevas una sonrisa a todas partes, y hoy no ha sido así. Tampoco has comido mucho, y eso sí que me parece un gran problema ─aclaró─ ¿Qué es lo que te sucede? ─Repitió.

─No tuve una buena noche ─dije con el nerviosismo que me cargaba al hablar con él. Era la única persona que me lograba poner de aquella manera─. Sólo eso.

─Bien, ¿te puedo compartir un consejo? ─Preguntó y observó cómo asentí─ No dejes que las pequeñas cosas opaquen tu vida. Creo que eres una persona muy alegre, y deberías mantenerlo así.

Se fue.

¿Siempre debía ser tan serio? Justo acababa de hacer un cumplido que me hizo sonrojar, y aun así, su seriedad lo único que causó para mis adentros, fue miedo.

Suspiré.

Él tenía razón, por más que lo amara, Sean no merecía que yo estuviese así, al menos no por lo que hacía últimamente. Sin embargo, esa noche mi novio ni siquiera me dirigió la mirada, y de nuevo durmió en la sala. Mi ánimo se mantuvo igual, o quizá peor de lo que había estado.

Yo no había hecho mal las cosas. ¿Por qué era él ahora el indignado? Todo era tan injusto, y al mismo tiempo tan doloroso.

─¿Qué te sucede? ─preguntó ahora Tina, y es que, definitivamente lo lograba esconderlo.

─¿Tan obvia soy? ─Mi preocupación se asomó.

─Bastante, así que cuéntamelo todo ─Pidió, tomando un sorbo de su café.

Suspiré. Sólo suspiros últimamente.

─ Sean y yo hemos discutido.

─Eso es algo normal en las parejas ─aclaró Tina─. ¿Por qué discutieron?

─Por sus irresponsabilidades.

Ella sonrió un poco.

─ Típico de los hombres. Déjalo, ya se le pasará ─me apuntó─. Y tú, sonríe.

Lo hice, sonreí. Aunque por dentro el calvario continuaba siendo el mismo. Al cabo de unos minutos, cada quien se dirigió a su respectivo vuelo. Nuestra ruta  Vegas y Dallas, para después regresar a casa se repetiría.

EL PILOTO  ©  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora