31✈️La Noticia

135K 5.8K 404
                                    

CAPÍTULO 31LA NOTICIACAMILE

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

CAPÍTULO 31
LA NOTICIA
CAMILE

Los días pasaban, nadie más aparte de Tina conocía nuestro pequeño gran secreto, habíamos decidido mantenerlo así por algún tiempo mientras encontrábamos la manera correcta de hacer llegar la noticia.

Sentarnos a platicar frente a la chimenea de su casa o a la televisión de la mía, se convirtió en nuestro pasatiempo favorito, tan solo charlando sobre todos los planes que nuestra nueva vida acarrearía consigo.

Estábamos esperando, y simplemente era increíble, de una manera literal.

─Me parece algo apresurado buscar cunas por Internet, Camile ─dijo él, observando con seriedad y desapruebo las mil y un ventanas abiertas en mi computador.

─Cuando se nos venga el tiempo encima, recordarás este momento y dirás "oh, cuánta razón tenía Cami" ─terminé, imitando su gruesa y sensual voz.

─Bien, vamos aclarando dos puntos. En primer lugar, yo no hablo así. Y en segundo, pero no menos importante, nos quedan ocho meses, Camile. No exageremos las cosas.

─No olvides que en mi habitación hay un peluche que aguarda por este pequeño frijolito, cortesía de su padre.

Observé cómo su cuerpo se tensó. Por un momento mi interior sintió preocupación. Rápidamente me levanté del sofá y sostuve sus manos frente a él.

─¿Qué sucede?

─Nada, tesoro. Es solo que escucharlo en voz alta me hace... sentir extraño.

─¿Extraño, extraño?, ¿extraño bien, extraño mal?, ¿extraño cómo?

Me miró con seriedad solo un segundo, antes de mostrar aquellos blancos y perfectos dientes en una divertida risa.

─A veces te encuentro tan patética, mi amor.

No pude evitar dejar un pequeño pero poderoso golpe sobre su brazo, aquel gran brazo ejercitado que seguro sólo sintió a mi puño como si fuese una simple brisa de verano.

La hora de partir se acercaba, Brian debía ir a su casa para descansar, pues el trabajo nos esperaba con ansias muy temprano al día siguiente.

─Camile, debemos hablar de algo importante.

─¿Sobre qué? ─curioseé mientras comía un par de palomitas.

─Me temo que por este tiempo, y un poco más, deberás dejar de trabajar.

Mi vista se alzó bruscamente hacia él, sinceramente, era un tema que ya había olvidado. Dejar de trabajar sí que tenía sentido, y vaya que sería un martirio. Mordí el interior de mi mejilla y abandoné por un momento la botana.

─Supongo, sobrecargo no es exactamente el mejor empleo para alguien que está esperando.

Él asintió y sostuvo mis manos.

EL PILOTO  ©  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora