EL PILOTO ©

56✈️Infortunio.

CAPÍTULO 56
INFORTUNIO
CAMILE

Se escuchó la alarma de lo que parecía un nuevo día, tan simple y común como el resto. Me dirigí hacia la habitación de Clarisse, y la desperté en compañía de la televisión, como solía hacerlo.

─Mami, ¿y mi papá? ─Cuestionó mientras terminaba de hacerle una coleta.

─Trabajando, pero recuerda que nos llevará a cenar cuando regrese ─respondí, regalándole una reconfortante sonrisa que la llevó a celebrar con emoción.

Glen nos condujo hasta el colegio, y después de despedirme con un tierno beso, entró sonriente, desbordando esa alegría que la caracterizaba. No pude evitar observarla algunos minutos mientras se trasladaba brincando hacia su salón.

─Ahora que has regresado, no le cabe la felicidad en ese cuerpo tan pequeñito ─dijo Glen mientras encendía el auto.

Una sonrisa se formó en mi rostro por cuenta propia, y clavé la mirada sobre la entrada de la escuela mientras nos alejábamos.

─También estoy muy feliz.

El día continuó tranquilo. Realmente no hice mucho, salvo reír con Glen a ratos mientras lo distraía de las cosas que Brian le había solicitado; típico de mí.

─Listo, vayamos por Clarisse ─dijo él levantándose del banco en el que se encontraba─ Quizá con ella aquí, me dejes hacer mi trabajo.

Solté un par de carcajadas.

─Lo lamento, pero aceptemos que es mejor contar chistes que trabajar.

─No será mejor cuando tu esposo llegue y me llame la atención.

Nos dirigimos al colegio, pero antes de llegar, le pedí a Glen que se detuviera por una cajita feliz en McDonald's.

─¿Segura? Clarisse sale en cinco minutos.

Sonreí.

─ La escuela está cerca de aquí, no tardaremos mucho.

Después de obtener la pequeña sorpresa para Clar, regresamos de nuevo a la ruta del colegio. Bajé por ella y caminé hasta su aula.

─Lo siento, demoramos un poco por que hicimos una parada. ─Me excusé con la educadora de Clar, mientras le regalaba una agradable sonrisa.

─Mm, ¿por quién viene? ─Cuestionó.

─Clarisse Mouque.

─¿Usted qué es de ella? ─Cuestionó la jóven maestra.

─Su mamá ─respondí ya con seriedad. Sé que no había asistido muchas veces al colegio pero, ¿sería para tanto?

─¿Viven juntas? Porque cuando comenzó el ciclo, me dejaron en claro que la niña sólo vivía con su padre y...

─Espere. ─La detuve─. He venido por ella en dos ocasiones antes, ¿por qué hasta hoy comienza a hacerme estas preguntas? ─reclamé.