29✈️ la buena nueva

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CAPÍTULO 29LA BUENA NUEVACAMILE

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CAPÍTULO 29
LA BUENA NUEVA
CAMILE

Habrá momentos en que las cosas saldrán como las deseas, pero sin duda, también existirán aquellos en los que la situación simplemente se te saldrá de las manos, y eso no es más que el destino haciendo sus jugadas como si fuésemos un gran tablero de ajedrez.

Era nuestro día libre, el equipo McAllen descansaba en sus casas, pero la verdad es que yo no había podido pegar ojo desde hacía ya tres días. Esperaba a Tina en la sala de mi casa, mientras jugaba nerviosa con mis dedos. Al escuchar el timbre de la entrada sonar, mi corazón se paralizó un momento, pero tomé el valor necesario y aunque perezosa, me levanté para abrir.

La brillante sonrisa de mi amiga se desvaneció, hasta convertirse en clara repulsión mientras me miraba de pies a cabeza.

─¿Qué haces en pijama? Se supone que iremos de compras al centro comercial.

─Si, bueno, sobre eso... ¿te importaría quedarnos en casa y solo salir a comprar un par de frituras y helado para ver una película?

Tina me conocía a la perfección, no le tomó más de un segundo percibir que algo no estaba bien conmigo.

─¿A qué se debe la visita de Camile ladeprimida? ─se abrió paso ella sola y entró hasta mi cocina, decidida a tomar un vaso de jugo de naranja mientras yo le seguía como su sombra por detrás─ Deja de jugar torpemente con tus dedos y dime.

Inflé mis mejillas tratando de encontrar el mejor camino a lo que se aproximaba.

─¡No! ─su voz me hizo mirarle de golpe. Ella mantenía una amplia mirada, casi incrédula ─No me digas que el imbécil de Mouque te hizo algo, porque lo mato, Camile... ¡Lo mato con mis propias manos!, ¡Así, así, así!

Fruncí el ceño grotescamente y horrorizada al ver cómo hacia añicos mis pobres almendras con el vaso de su jugo.

─ Hey, me gustan las almendras. No las desperdicies así.

Ella tomó gran cantidad de aire para poder reincorporarse de nuevo a su tranquila postura.

─ Bien, dime qué es lo que sucede.

Decirlo así, sin más preámbulos, era lo que necesitaba. Me había guardado esa sospecha para mí sola y no podía hacerlo por más tiempo. Llené mis pulmones de aire y una vez decidida, solo lo dejé salir de mis labios.

─ Tengo un retraso.

Esperé su reacción. Ella dio un trago al jugo, su mirada no expresaba más allá de... nada. Era como si aún no entendiera mis palabras. Abandonó el vaso sobre la barra y me miró curiosa.

─ ¿A qué te refieres?

─Mi periodo no ha llegado.

Le sentí suspirar hasta satisfacerse, y entonces un rostro de pánico se hizo presente.

EL PILOTO  ©  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora