38✈️ Revelación

105K 5.2K 207
                                    

CAPÍTULO 38REVELACIÓNCAMILE

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

CAPÍTULO 38
REVELACIÓN
CAMILE

Los meses transcurrieron pronto. En un abrir y cerrar de ojos, me encontraba entrando al octavo mes de embarazo y vaya que subir las escaleras ya se había convertido en un grave problema. Los nervios se colaban a través de mi piel, era tan extraño pensar en aquel día que se aproximaba. Estaba asustada, ser primeriza en verdad era aterrador.

Impaciente, moviendo mi pie de arriba hacia abajo, esperaba a Brian y Tina, iríamos a una cita con el ginecólogo, tan pronto como llegaron, me levanté y caminé junto a ellos hacia el auto.

—Camile, tranquilízate —pidió Brian, girando el volante con elegancia.

Negué, negué tanto que mi cabeza pudo despegarse de mi cuello.

—No puedo, estamos hablando de que ella sabrá el género de nuestro bebé en cuestión de minutos.

—Hey, ustedes lo decidieron así—renegó Tina desde el asiento trasero.

Llegamos al ginecólogo, el Dr. Lance era un hombre en verdad maravilloso, ya era grande de edad, pero excelente en su trabajo. Los nervios mientras estaba con él, simplemente desaparecían.

─Todo se encuentra en perfecto estado ─dijo sonriente mientras movía el transductor alrededor de mi vientre, asegurandolo ─. El bebé está sano y prácticamente listo para nacer ─sonrió, para después hacerlo nosotros.

—¿Y cuándo me dará la noticia?—la voz de Tina apareció en escena.

—Enseguida te daré un sobre, querida—respondió el dr. Lance con amabilidad.

Mi mejor amiga estaba ahí porque era la encargada de organizar una revelación para todos nuestros familiares y amigos. Las organizadoras -resumidas a mamá y Tina- nos darían a nosotros y al resto, la sorpresa sobre el género del bebé.

—Estoy nerviosa —pronuncié mientras conducíamos a casa de Tina.

Brian recostó la cabeza sobre el respaldo del asiento en el auto, sonrió hacia el frente, concentrado en el camino.

—Solo dos días más.

Comencé a escuchar un crujido de papel. Con el ceño fruncido, giré hacia los asientos traseros.

—¡No te atrevas!

Tina brincó por el susto que el tono de mis palabras mostró. Alzó ambas manos en son de paz, y el sobre cayó de sus manos hasta su regazo.

—No hago nada.

—¿Cómo se te ocurre siquiera pensar en abrirlo frente a nosotros?—gruñí.

—Prácticamente es detrás de ustedes, no al frente.

—Tina, Camile ha estado muy sensible estos días, no te conviene actuar como tú misma ahora.

—¿Eso qué significa?—gruñí, observando a mi prometido, él tan solo me dedicó una mirada por sobre el rabillo de su ojo y se inmutó—¡Mouque!

EL PILOTO  ©  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora