EL PILOTO ©

8✈️Novio Imaginario

CAPÍTULO 8
NOVIO IMAGINARIO.
CAMILE

Nos encontrábamos a tan solo unos días de la fiesta familiar con la cual mi madre había fastidiado durante casi un año:

La boda de oro de mis abuelos.

Sin embargo, había un gran problema; debía ir acompañada. Por supuesto no era un requisito, pero estuve asegurando que así sería por un largo tiempo. Ahora, eso ya no era ni sería posible, por lo menos, no con Sean.

Cualquier persona diría "simplemente no vayas acompañada" y listo, pero no podía hacer eso. Mi prima Elizabeth era peor que un dolor de muela, y acababa de recibir una llamada de ella. Siempre hablando para humillarme, y esta vez no sería la excepción. No la soportaba, por el simple hecho de que siempre quería competir contra mí. Esta vez, alardeó sobre la gran y poderosa familia de la que venía su nuevo prometido. Genial, pero eso no fue lo peor. Mi error, mi fatídico e inmaduro error, fue decirle que yo llevaría pareja a la fiesta.

¡ Yo no tenía pareja!, carajo.

Y ahora me encontraba en un gran aprieto, pues mi orgullo no permitiría que ella volviese a humillarme.

─En verdad te acompañaría, Cami; pero ese día cumple años mi madre e iremos a cenar ─dijo Oscar bastante apenado.

Suspiré con pesadez.

─ No te preocupes Oscar, lo entiendo.

─¿Tienes algún otro plan?

─Ni idea. Le preguntaré a Tina si conoce a alguien que me pueda acompañar.

Mi mente trataba de buscar algún prospecto, pero parecía estar en blanco.

─¿Qué tal Mouque? ─cuestionó tan de repente, que quizá ni siquiera lo pensó bien.

─¿Brian? Estás loco.

─¿Por qué? Él es guapo, adinerado, con facilidad de habla y ese toque misterioso sensual. Justo lo que necesitas, opacarás a tu prima. ─Sonrió en un gran gesto de burla.

─No quiero ni necesito opacarla. Sólo quiero tener pareja y no quedar como una mentirosa. Se me está acabando el tiempo. Está tan decidida a humillarme, que pasará por mi mañana.

─Creo que está loca ─aclaró.

─Un poco quizá. Pero yo también, por tonta ─Bufé.

─¿Y si sólo dices que no pudo asistir? ─aconsejó mientras se encogía de hombros.

─Todos ellos saben que mi relación con Sean terminó. Si no llevo a alguien, se burlará de mí toda la noche, y no me gustaría darle el gusto. Estoy harta de eso, cada vez que nos vemos, es igual. No quiero seguir siendo una don nadie a su lado.

─¿Por qué es así? ─preguntó confundido.

─No lo sé. Creo que me detesta desde siempre ─Suspiré─ Compite conmigo desde que jugábamos a las muñecas.

─Qué lástima.

─Un poco ─Torcí mi boca y llegamos a la entrada del aeropuerto─ ¿Nos vemos mañana?

─Hasta mañana, Cami. Descansa ─Oscar depositó un beso sobre mi mejilla y desapareció.

Comencé a caminar por el sendero de siempre, pero esta vez decidí llamarle a Tina. Ella ya estaba en su casa, su ronda había terminado varias horas antes.

─Hola, amiga del alma ─saludé─. Necesito un favor.

─Ya decía yo, jamás eres tan amorosa.