23✈️ Agallas

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CAPÍTULO 23AGALLASCAMILE

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CAPÍTULO 23
AGALLAS
CAMILE

De vuelta al aeropuerto, mi segundo primer día en él y se sentía en verdad satisfactorio. Esta vez no lo arruinaría, era un promesa.

Un poco triste era no pertenecer al equipo de Brian, pero, ahora estaba con McAllen, y Tina sería mi compañera, así es que lo compensaba.

—¡Camile!—Escuché un alargado grito, y pronto unos grandes brazos me envolvieron—Ay, carajo. Voy a llorar porque no eres un espejismo.

No pude evitar reír, y es que siempre era igual de torpe.

—Hola, Oscar.

—¿Cómo te ha tratado la vida? Me has tenido tan olvidado que ya casi muero como campanita en Peter Pan.

—Campanita no se muere, Oscar.

—¿Ah, no? —levantó una de sus cejas—Bueno, imagina que sí —sonrió y de nuevo me envolvió entre sus brazos con fuerza.

—Oscar, espacio personal —se escuchó una grave y ronca voz a su lado. Brian se encontraba a un metro de distancia, con las manos dentro de los bolsillos mientras su rostro no expresaba nada.

—Lo siento, lo siento. Es que la extrañé mucho —dijo mi amigo acompañado de una gran sonrisa.

Brian desvió la mirada hacia mí, y entonces su postura cambió por completo. Su semblante se relajó, una cálida sonrisa apareció.

— Ya debo irme, ten un excelente segundo primer día.

No pude evitar sonreír con las mejillas chapeteadas mientras mi mirada se perdía en la suya.

—Gracias.

—Sí, ¡ten un muy buen segundo primer día! —la emoción de Oscar nos abordó, y de nuevo me estrechó con fuerza.

Brian tan solo pudo poner sus ojos en blanco al ver cómo mi amigo interrumpía nuestra escena especial.

—Ya, vámonos Oscar.

—Claro, claro —dijo él mientras se alejaba—. Nos vemos más tarde, Cami.

—Adiós, muchachos —me despedí de ellos con la mano mientras les sonreía divertida.

Una hora después, me encontraba sobre el avión junto a Tina y René. Había descansado de ese grupo pedante por mucho, pero las cosas buenas no siempre duran tanto.

EL PILOTO  ©  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora