CAPÍTULO 2
IDEÁTICA
CAMILELas personas abordaban el avión, nosotros saludábamos amablemente a cada una de ellas. Me permití estar concentrada en el asiento 5A de la primera clase. Una torpe intriga corría por mis venas con deseos voraces de conocer a la dueña del lugar, sin embargo, nadie parecía tener las agallas de sentarse ahí. Cada vez el número de personas que subía disminuía más y más, hasta que por fin, pude notar que el asiento era ocupado por una señora, tal cual lo había dicho Mouque, semejando una mediana edad y de un porte elegante, muy parecido al de él.
El avión prendió sus motores. Las pantallas se activaron y nosotros comenzamos con la demostración de seguridad. Una vez terminada, revisamos que todo estuviera en orden mientras el avión estaba a punto de despegar, y el vuelo comenzó. Admito que el nuevo piloto tenía una excelente manera de despegue.
Cuando el avión se estabilizó, me dirigí hacía la dueña del famoso asiento 5 A.
─Buenos días ─una amplia sonrisa me iluminó el rostro─ El piloto Mouque me pidió que le entregara esto ─extendí el sobre.
Ella suspiró y sonrió.
─ Muchas gracias, cariño.
─Por nada, estamos a sus órdenes.
Aterrizamos en Las Vegas, Nevada. Cuando todas las personas comenzaron a descender en aquel desespero que las invade cuando el avión apenas se ha detenido, como si los fuésemos a dejar varados ahí, la misma señora se acercó y me dio una simple hoja de papel doblada justo por la mitad.
─Por favor, serías tan amable de dársela a mi hijo ─Pidió, y nuevamente una sonrisa me abordó.
─Por su puesto.
Cuando el último pasajero salió, comenzamos a registrar el avión, asegurándonos y alistando todo para los siguientes. Nuestro próximo destino era Dallas, Texas. Y justo después, regresaríamos de nuevo a casa, Los Ángeles, California.
Sostenía la hoja entre mis manos, y mi curiosidad por desdoblarla era inmensa. Pero no, no podía hacerlo. Sería como invadir su privacidad.
No lo hice. Al menos no yo.
─¿Qué fue lo que te dio esa señora? ─Preguntó Oscar, siendo el informativo que al parecer acostumbraba.
─Una nota para Mouque, es su madre.
─¿Conoces a la madre de Brian Mouque? ─No se molestó en esconder la sorpresa que mis palabras le causaron.
─No solía hacerlo, pero creo que a partir de hoy lo hago.
─¿Y qué dice? ─Curioseó.
─Es de Mouque, no mía. Pregúntale a él cuando se lo dé.
─Vamos, Camile ─Intentó quitármela, pero la alejé de él ─No seas aguafiestas.
ESTÁS LEYENDO
EL PILOTO ©
RomansaBrian Mouque, el piloto más atractivo y hosco según algunos, hizo cambiar su mundo por completo, así como ella el de él. Una historia donde el amor triunfó. #1 en Romance. #1 en Aventura. BORRADOR. PROHIBIDA ADAPTACIÓN O COPIA DE LA OBRA. ORIGINAL...