A escondidas Parte 1 (Steo).

El cuello de mi chico.

  Los Doctores se juntaron a un lado, y se dedicaron a observar aquella escena. Lydia se encontraba sobre la misma camilla en la que había estado Stiles, con la cara cubierta por varios mechones de pelo. 

Scott, sin ocultar la sonrisa en sus labios, se acercó a Theo, y llevó sus garras al abdomen de este. 

Theo apretó los ojos con fuerza, pero trató de soportar el dolor. Lo que hizo que Scott, aumentara la fuerza.

- No te imaginas el tiempo que llevo queriendo hacer esto - Susurró Scott en el oído de Theo mientras llevaba su otra mano al cuello de Theo -.

- Lo imagino, pero así no vas a matarme, Scott - Murmuró mirándolo, forzando una sonrisa en sus labios - Vamos, puedes hacerlo mucho mejor...

Scott alzó sus cejas, y apretó sus garras contra el cuello de Theo.

- Pero así sería muy rápido, y quiero ver como sufres - Respondió arañando el cuello de Theo con sus garras - Deberías haberte despedido de Stiles... Imagina como va a sentirse cuando se entere...

- Sabes, Scott - Susurró Theo llevando sus dos manos a la espalda de Scott - No me he despedido de él, por que el único que va a morir aquí hoy, eres tú.

Sin dejar de sonreír de manera forzada, Theo clavó sus garras con fuerza en la espalda de Scott. 

Scott trató de desgarrar su cuello, pero Theo fue muy rápido. 

El chasquido de varios huesos rompiéndose, inundó aquella sala. La mano con la que Scott agarraba el cuello de Theo, cayó de repente.

- No puedes mantenerte de pié, ¿Verdad? - Murmuró Theo, que lo sostenía por la espalda con sus garras - Pero no sientes dolor alguno. Ni si quiera sabes que acabo de hacerte...

- Suéltame - Murmuró Scott sin poder moverse -.

- Tranquilo, si fuera a matarte, no te hubiera roto la espalda, Scott.

Scott abrió sus ojos lo más que pudo.

- He sido bueno, se que puedes curarte, pero entiéndelo, tu te quedas aquí, y yo me voy con Stiles. Romperte la espalda era necesario para impedir que intentaras alguna estupidez y me jodieras el plan. No es nada personal... Bueno, si es personal, le pusiste la mano encima a Stiles.

- Él no sabe lo que quiere - Susurró Scott - En cuanto vea que me has dejado aquí, va a mandarte a la mierda...

- Tranquilo, le diré que los Doctores han acabado contigo, y seremos muy felices, te lo prometo. 

- No te va a hacer falta, Theo, está junto a Liam. Si yo no vuelvo, Stiles no vuelve. ¿Entiendes lo que eso significa no?

Theo alzó sus cejas, y dejó caer a Scott al suelo. Se agachó frente a él, y lo agarró del cuello con fuerza.

- Que plan tan brillante, me quito el sombrero. ¿Lo has pensado tú sólo?

- Fue Liam, cuando salí del coche, deberías haber prestado atención, pero veo que se la das toda a Stiles.

- Así es, tengo la manía de dárselo todo a Stiles, pero que se le va a hacer, me vuelve loco. 

- ¿Y que te da él a ti? - Preguntó Scott mirándolo -.

- Más de lo que imaginas - Respondió Theo ladeando su cabeza - Para empezar, sigues con vida, por que él me lo pidió ¿Recuerdas?

- ¿Entonces no es ningún plan tuyo y resulta que lo quieres de verdad?

- Bueno, mi plan, es mantener a salvo a Stiles, así que, esto es necesario. 

Theo se levantó y se acercó a la camilla dónde estaba Lydia.

- Ahí lo tenéis. Pero es Scott, así que los términos del acuerdo han cambiado, y que a cambio de Scott, me llevo a la chica. 

- Creo que no - Murmuró uno de los Doctores acercándose - Los dos se quedan. 

- Yo creo que no - Insistió Theo -.

- Dejad que se lleve a Lydia, prometo no tratar de huir - Murmuró Scott en el suelo - De hecho no puedo hacerlo, así que está bien, yo os haré compañía.

- Deberíais hacerle caso, en ocasiones como estas, Scott es muy sabio...

- Puede que tu también nos seas útil, Theo - Añadió otro de los Doctores - Os quedáis los tres.

- Creo que paso - Susurró Theo agarrando a Lydia -.

El Doctor que se acercaba rápidamente hacia Theo, lo agarró del cuello, y lo levantó, presionando su cuello con fuerza.

Theo pataleaba, mientras agarraba con sus manos los brazos de aquel hombre.

- Lo...pillo...suéltame - Murmuró Theo - Me quedo.

- Bi... - Trató de responder el Doctor antes de ser interrumpido -.

La puerta de la sala se abrió de par en par.

Scott contemplaba aquello, sin poder creerlo.

Theo, aún suspendido en el aire, miraba hacia la puerta sintiendo como el Doctor aumentaba la presión sobre su cuello.

Una figura delgaducha se erguía en el pasillo, al otro lado de la puerta.

- Aparta tus sucias manos del cuello de mi chico, hijo de perra.