A escondidas Parte 1 (Steo).

Morfina.

Theo trató de esquivar a Scott, pero este logró agarrarlo para que no entrara a la habitación, donde los doctores iban a examinar a Stiles.

Cada vez que Stiles gritaba a causa del dolor que sentía, Theo trataba de empujar nuevamente a Scott para poder entrar.

- ¡No vas a conseguir nada entrando ahí Theo! - Gritó Scott agarrándolo con fuerza- Deja que mi madre y los demás doctores hagan su trabajo.

- ¿Escuchas eso? - Preguntó Theo de forma seria - Son los gritos de Stiles, necesita que esté ahí. 

- Ve a sentarte, Theo - Murmuró Scott en voz baja para tratar de tranquilizar a Theo -.

- No quiero sentarme, Scott - Respondió Theo apretando sus puños con fuerza - Quiero entrar.

Mientras los dos seguían discutiendo en el pasillo, Stiles se encontraba retorciéndose de dolor tumbado en la camilla del hospital. Melissa trataba de tranquilizarlo sin éxito.

Nuevamente, el sonido de varios huesos resquebrajándose provocó que Stiles gritara todavía más fuerte que las veces anteriores. 

- Haz que pare, Melissa - Susurró Stiles con un hilo de voz - por favor.

Melissa, lanzó una mirada a los otros  dos doctores, que se miraban confusos por lo que estaban viendo. 

- ¡¿Alguien piensa hacer algo?! - Preguntó Stiles elevando su tono de voz -.

- Stiles, esto es raro. Nunca antes hemos visto nada parecido, no sabemos que hacer - Respondió Melissa negando con la cabeza- No... puedo ayudarte.

- ¿Eres Melissa McCall? 

- Sí, Stiles. Soy yo.

- La Melissa que yo conozco, no diría lo que tu has dicho - Susurró Stiles respirando con dificultad -.

- Es más complicado de lo que crees, Stiles. Si no sabemos que tienes, no podemos darte nada. No hay nada que podamos hacer.

Nuevamente, Stiles se retorció de dolor pero trató de reprimir los gritos esta vez. 

- No puedo estar aquí - Susurró Melissa al ver como las lágrimas recorrían el rostro de Stiles - No puedo verte así.

La puerta de la habitación se abrió de repente, y Theo entró seguido de Scott.

- Theo... - Susurró Stiles mirándolo - Siempre haciendo lo que te da la gana.

- Intenté detenerlo, pero cuando escuché a mi madre, lo dejé entrar - Murmuró Scott mirando a Melissa -.

- No se que hacer, Scott. No hay nada que podamos hacer por él.

- ¿Y no podéis sedarlo para que no sienta dolor? - Preguntó Theo rodando los ojos - ¿Tiene que estar aquí retorciéndose delante de vuestros ojos?

- Theo, lo que puedan inyectarle, no va a hacerle a penas efecto ¿Recuerdas?  - Murmuró Scott mirándolo mal -.

Theo apretó los ojos y negó con la cabeza. 

- Theo - Susurró Stiles con el mismo hilo de voz que la vez anterior - Haz que esto acabe.

- ¿Qué? - Preguntó este acercándose -.

- Haz que deje de sentir dolor, por favor, Theo.

- No se cómo hacerlo, Stiles - Susurró Theo agarrando sus manos - De saber cómo hacerlo, lo habría hecho ya.

Stiles negó con la cabeza levemente, y y cerró sus ojos.

- Creo que desvaría - Susurró Scott - ¿Y si le ponéis una dosis alta de algún sedante?

- Su cuerpo lo eliminaría en minutos - Murmuró Melissa negando con la cabeza -.

- Intentadlo - Susurró Stiles apretando la mano de Theo -.

- Si me paso con la dosis, podría morir chicos. Algo así no debe administrarse a lo loco - Musitó Melissa mirándolos - No es un juguete, es algo muy serio.

- Melissa... - Susurró Stiles mirándola a los ojos - Prácticamente estoy medio muerto ahora mismo...

- No puedo hacerlo, Stiles.

- Será mejor que salgas de aquí entonces - Murmuró Theo mirándola mal- Y llévate a estos dos, tampoco sirven de ayuda.

- Segundo estante, en la pequeña nevera que hay ahí - Susurró Melissa antes de dirigirse a la puerta junto a los dos doctores - No me hago responsable de lo que pase.

Tras decir aquello, Melissa salió por la puerta.

No pasaron ni dos segundos, y Theo ya estaba abriendo aquella nevera, agachado frente a esta para poder leer las etiquetas de los botes.

- ¿Morfina? - Preguntó Theo mirando a Scott -.

- Si, idiota, eso me quitará el dolor - Susurró Stiles - Date prisa...

Tras rodar los ojos, y soportar la risa de Scott, Theo buscó una jeringuilla y extrajo todo el liquido de uno de los botes. Se levantó y se acercó a Stiles.

- Yo lo haré - Susurró Stiles mirando a Theo a los ojos -.

- ¿Seguro? - Preguntó Theo mirándolo de forma seria -.

- Si algo sale mal, no quiero que sea por tu culpa - Respondió Stiles agarrando la jeringuilla -.

- Todo va a salir bien - Susurró Theo mirándolo a los ojos -.

Stiles asintió, y sin decir nada clavó la aguja de la jeringuilla en su brazo, y presionó con fuerza hasta que todo el líquido entró en su cuerpo.

No soltó la mano de Theo, hasta que sintió que todo el dolor desaparecía rápidamente. 

Los dos mantuvieron sus miradas, hasta que los ojos de Stiles se cerraron lentamente, y su mano soltó la de Theo y cayó sobre la camilla.