A escondidas Parte 1 (Steo).

Ojos brillantes.

Stiles, con la cara desencajada, se acurrucó en el sofá al escuchar como la puerta de casa se abría. Tras dar un pequeño salto al escuchar como esta se cerraba de nuevo, dirigió su mirada hacia Theo, para tratar de darle pena. Pero acabó sintiendo él pena por Theo, al ver su rostro de preocupación. 

- No es necesario hacer esto - Susurró de forma casi inaudible sin dejar de mirar a Theo -.

- Hay que hacerlo, Stiles. No intentes convencerme, por que no lo lograrás. 

Tras imitar a Theo, repitiendo esa misma frase, Stiles se levantó al ver a su padre entrar en el salón.

- Hola papá - Murmuró tratando de parecer despreocupado - ¿Que tal en el trabajo hoy? ¿Has detenido a muchos delincuentes? ¿Te apetece un masaje? ¿Y una copa?

Tras alzar las cejas ante la estampida de preguntas por parte de su hijo, el Sheriff se sentó en el sillón y rodó los ojos.

- A juzgar por todo esto que acabas de preguntar, ocurre algo grave. 

- ¿Algo grave? - Preguntó Stiles de forma irónica- ¡Para nada! Todo está bien, papá.

Theo, aprovechó el despiste de Stiles para agarrarlo de la cintura y hacerlo caer sobre sus piernas, posando ambas manos en su vientre.

- Stiles, al grano - Musitó Theo en su oído - O se va a enfadar, y no creo que sea lo conveniente ahora mismo.

- Eso, Stiles. Al grano - Añadió su padre poniéndose cómodo sobre el sillón -.

- Theo y yo vamos a casarnos - Espetó Stiles fingiendo una gran sonrisa -.

El padre, se llevó una de las manos a la frente y negó con la cabeza varias veces.

- ¿Por que mientes? - Masculló mirándolo de nuevo - Se perfectamente cuando lo haces, Stiles. Venga ya, se supone que debería estar trabajando.

Tras unos segundos en silencio, Stiles volvió a hablar de nuevo.

- Theo y yo nos acostamos. 

Theo, no pudo evitar reírse ante aquello, y el Sheriff resopló rodando los ojos.

- ¿Y me querías contar esto por que motivo Stiles? - Preguntó su padre - ¿Necesitas una charla sobre el tema? 

- La charla... Deberías habérmela dado hace un tiempo, papá. Hubiera evitado este marrón - Susurró Stiles por lo bajo -.

- ¿Problemas? ¿Que problemas? - Murmuró su padre ladeando la cabeza -.

- Bueno... yo diría problemilla, por que no creo que por el momento sea muy grande, papá.

- ¿Es que... Habéis pillado una ETS? - Preguntó nuevamente el padre de Stiles arrugando el morro -.

- ¿Una que? - Musitó Stiles levantando las cejas -.

- Una enfermedad de transmisión sexual, bobo - Respondió Theo rodando los ojos -.

- Ah... No, no. El caso es que, hubo un día, que recordaré toda mi vida, por cierto, ¿Te he contado la vez que metí la cabeza entre los barrotes de la escalera y se me quedó atascada Theo?

- ¡Venga ya! - Gritó el señor Stilinski - ¡Debería estar en el trabajo! 

- Estoy embarazado. 

Tras unos segundos en silencio, el hombre se echó a reír a carcajadas durante unos segundos. Carcajada que fue disminuyendo, hasta que quedó serio de nuevo mirando a Stiles fijamente.

- ¿Por que no estás mintiendo, Stiles?

- ¿Que? - Preguntó Stiles colocando sus manos sobre las de Theo -.

- Tu cara, parece divertida, como si se tratara de una broma, pero no lo es. 

Tras unos segundos, en los que Stiles se dedicó a observar cómo el rostro de su padre obtenía una tonalidad de rojo que nunca había visto antes, se levantó y se acercó a él.

- Papá... Yo tengo la culpa. No lo mates - Murmuró con la voz quebrada -.

- ¿Qué? - Preguntó su padre, agobiado -.

- ¿No vas a matarlo? 

Theo rodó los ojos y se cruzó de brazos.

- Stiles, tu padre intenta asimilar la situación. Déjale unos segundos. 

Fingiendo no haber escuchado a Theo, Stiles levantó su camiseta, y le mostró a su padre la tripa, para que pudiera ver con sus propios ojos, que lo que decía, era totalmente real.

El Sheriff, empujó a Stiles a un lado y se levantó. 

- ¿¡Pero se puede saber en que estabais pensando!? - Gritó enfurecido - ¿¡Es que sois los dos idiotas!? 

- No cabe duda, papá, lo somos - Musitó Stiles cabizbajo -.

- No tiene por que hablarle así a su hijo - Respondió Theo mirándolo a los ojos - ¿Cree usted que nosotros pensábamos que esto iba a pasar? 

-¿Vas a venir tu a decirme como tengo que hablarle a mi hijo en mi propia casa? - Respondió el Sheriff  - ¿Quieres ver como no vuelves a pisar esta casa?

- Ya vale, los dos - Murmuró Stiles rodando los ojos -.

- ¡Cállate! - Gritó su padre mirándolo mal - Cierra por una vez en tu vida la boca, Stiles.

- Es una niña - Susurró colocándose delante de su padre -.

Tras unos segundos de silencio absoluto, en los que el Sheriff miraba fijamente a Stiles que apretó los ojos con fuerza al ver como la mano de su padre se dirigía a una de sus mejillas.

El sonido de la bofetada, y el ver como Stiles se tambaleaba a causa de la fuerza de esta, provocó que Theo soltara un gruñido. El Sheriff no dudó en desenfundar su arma y apuntar a este.

- ¿Sabe que nunca me han dado miedo las pistolas? - Murmuró mostrando sus brillantes ojos amarillos al padre de Stiles - Tiene suerte de ser su padre, de haber sido otra persona...

Nuevamente Stiles se se colocó delante del Sheriff, y se acercó hasta que su pecho tocó el arma.

- Papá... - Musitó seriamente Stiles, con el lado derecho del rostro enrojecido - No lo apuntes con la pistola. 

Tras decir aquello, se dió la vuelta y le mostró a Theo sus ojos brillantes.

- Y tú, que sea la última vez que le gruñes a mi padre. ¿Queda claro? - Ordenó arrugando el morro - Se supone que debería estar descansado, y no aguantar estas cosas, pero no. Es mucho mejor jugar a los pistoleros y a los lobos, que respetar a alguien en estado.

- Descansarás, hijo mío. Vaya si lo harás - Murmuró su padre retirando lentamente el arma de la espalda de su hijo - Pero no va a ser aquí. Los dos, quiero que cojáis vuestras cosas, y os larguéis. Tenéis de tiempo hasta que vuelva del trabajo. Y si para cuando vuelva, todavía estáis aquí, haré lo que tenga que hacer para que no piséis la calle de nuevo en una temporada.