Cap 2

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Normal que papá y mamá estuvieran preocupados por Dan. Simplemente con ver con quiénes se juntaba... Pasaba totalmente de juntarme con ellos. No era el tipo de gente con la que solía salir, además debía concentrarme en mis estudios. Las buenas notas no se sacan por arte de magia. Había gente que pensaba que estaba desperdiciando parte de mi adolescencia. ¿Perdón? Que estudie y saque buenas notas no significa que no salga con gente a divertirme o que no tenga vida social. ¿Salir día sí y al otro también de botellón a emborracharme o a drogarme como muchos otros? No gracias, aprecio demasiado mi vida como para echarla a perder. No entiendo la emoción de ponerse pedo, tirarse a tres tíos distintos y al día siguiente no acordarse absolutamente de nada. Si esa era la vida que había elegido mi hermano, genial, pero que a mi me dejara fuera de sus planes.

Entré en el edificio y me dispuse a buscar la clase de biología de segundo. Algunos estudiantes se me quedaban mirando dándome a entender que sabían que era nueva. No tenía ni idea de dónde estaba. Entonces escuche a dos chicos hablando de la putada que era tener biología a primera hora de la mañana. Sin pensármelo dos veces les seguí. Subí unas escaleras y giré por el pasillo de la izquierda. Vi como entraban en una clase a la izquierda. En un cartelito se leía el curso, segundo. Al menos había tenido suerte. Entré en la clase, donde todavía no estaba el profesor. Había algunas mesas ocupadas y grupitos de chicos hablando. Entré y me acerqué a dos chicas que estaban hablando en la tercera fila.

-Hola, eh... ¿el sitio de atrás está ocupado?-les pregunté. Se quedaron mirándome un momento como si no entendieran, pero acto seguido una de las dos, la que estaba sentada habló.

-No, no, está libre.-sonrió.-¿Eres nueva verdad? Nunca te habíamos visto por aquí...-continuó mirando a su amiga quien negó con la cabeza.

-Sí, hoy es mi primer día.-le respondí dejando mi bolso a una lado de la mesa que tenía detrás.

-Bueno, pues bienvenida... o encantada... o lo que se diga en estas situaciones.-continuó.-Me llamo Bianca.

-Yo soy Melanie, pero todos me llaman Mel.-dijo la otra chica sonriendo.

Bueno, al menos no había sido para tanto. Ya me hablaban dos chicas. Y yo que pensaba que iba a estar marginada por el resto del día. Preferia eso antes que ir en busca de Dan.

-Yo Erika, Eri... como prefiráis.

-Umm.. es un nombre curioso.-dijo Bianca.-¿Es extranjero?

-Sí, bueno... Es que soy de España. Llegué ayer.-comenté mientras me sentaba. Mel cogió una silla y se sentó y Bianca se giró para tenerme de frente.

-¿España has dicho?-siguió Mel.-Ya tenemos dos españoles.-sonrió ella.-Es que hay un chico que tambien viene de España. Vino el año pasado, pero repitió.

Automáticamente puse los ojos en blanco. Ambas se me quedaron mirando.

-Hablas de Dan...-murmuré. Así que le conocían.

-Sí... ¿Ya le has conocido? Qué rapidez.-comentaba Mel.

-Sí, desgraciadamente le conozco desde que nací. Es mi hermano.

En cuanto solté eso ambas abrieron mucho los ojos.

-No... ¿En serio?-decía Bianca.

-Daniel Sanz... Erika Sanz...-empecé a decir.

-Buahh... ¡Qué fuerte! Nunca había dicho nada de que tuviera una hermana.-decía Mel.-Aunque ahora que lo pienso... Si que te pareces a él.

Oh sí. Clavaditos. En cuanto a personalidad lo dudaba mucho. En lo físico... Él era alto y yo no demasiado, pero sí teníamos el mismo tono de pelo, castaño claro, aunque el suyo era un poco más oscuro. Él lo tenía un poco alborotado y yo largo y ondulado. Ambos teníamos los ojos azules y la piel clarita, como si en la vida hubiéramos tomado el sol. Pero ahí acababan las similitudes.

Amor vs odio ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora