-Gracias.-mascullé mientras trataba de apartarme de su abrazo.- Y si ahora me disculpas, no me gusta que invadan demasiado mi espacio personal...
Escuché cómo trataba de disimular un golpe de risa.
-Tu espacio personal ¿eh?-repitió remarcando lo que yo acababa de decir. ¿Acaso se estaba burlando? Prácticamente ya me había librado de sus brazos, pero noté como volvía a cogerme de la cintura y me acercaba a él girándome, quedando esta vez frente a frente. Ahogué un grito de sorpresa.
-Exacto. Mi espacio personal.-repetí de nuevo tratando de darle a entender con la mirada que o se apartaba o iba a acabar muy mal.
-Lo siento mucho, pero como verás hay demasiada gente... Apenas me puedo mover.-continuaba él mientras se dibujaba una media sonrisa en su cara.
-Eso seguro que no es un problema para tí. Parece ser que lo chicos te tienen bastante respeto...-añadí haciendo referencia al otro chico, Dave.-Seguro que un gruñido por tu parte hace que toda esta gente se aparte.-contraataqué. Sin embargo su sonrisa se hizo más amplia.
-Lástima...-empezó a decir mientras llevaba su otra mano a mi rostro. Estaba en tal estado de tensión que no tuve tiempo para apartarme. Pasó el dorso de su mano por mi mejilla, recogiendo varios mechones de mi cabello en el camino. Noté como acercaba más su rostro al mío, hacia mi oido derecho.-Yo sólo gruño en la cama, tratando de satisfacer mis... necesidades.
No me podía creer que acabara de decir eso. Noté como el rubor se abría paso por mis mejillas, pero traté de actuar con normalidad.
-Me das asco.-mascullé apartando de un manotazo su mano.
-Creeme, las chicas que pasan por mi cama no piensan lo mismo. Si tú quisieras podría hacerte cambiar de opinión.-no se daba por vencido. Y el espacio entre nosotros cada vez era menor. ¿Pero quién cojones se creía que era? ¿Un principito azul en versión mejorada? Perdón, pero el pobre no llegaba ni a pitufo.
-Leeme los labios.-esta vez fui yo la que acercó mi rostro al suyo.- Que-te-jo-dan.-vocalicé para que me entendiera a la perfección.
-Tranquila, eso ya lo hago cada noche.-murmuró con esa media sonrisa en su rostro. El maldito capullo no se cansaba de vacilarme. Noté que ya se disponía a marcharse, y me relajé, pero antes de apartar su mano de mi cintura la bajó a la altura de mi trasero y le dio un apretón. Me tense de inmediato.
-Sigue disfrutando de tu... fiesta.-añadió antes de pasar por mi lado para marcharse. Me puse roja de coraje.
-¡Ey! ¿A alguno de por aquí le sobra un vaso?-escuché cómo preguntaba a la gente de nuestro alrededor. Todo el rato bebiendo... Sin pensarmelo dos veces miré hacia mi derecha, vi a un chico a mi lado con un vaso de plástico, se lo arrebaté de las manos y me di media vuelta. Brandon estaba de espaldas a mí, abriéndose paso entre la gente que estaba bailando. Me acerqué a él, alcé mi mano y volqué la bebida por su pelo. Se paró en seco inclinando la cabeza hacia delante. Se podía ver claramente como gotas caían desde su pelo al suelo, formando un pequeño charco. La gente que estaba a su alrededor se apartó y empezaron a murmurar. Me coloqué frente a él sonriente, dándome por vencedora y coloqué el vaso en una de sus manos.
-No hace falta que me des las gracias.-murmuré guiñándole el ojo. Antes de darme media vuelta me fijé que me miraba fijamente, con una expresión de incredulidad.
Entonces noté que me cogían por la cintura de nuevo y me alzaban en el aire. Brandon me colocó colgando sobre su hombro izquierdo y se encaminó hacia la escalera.
-¿Qué... narices? ¡Bájame ahora mismo!
Brandon no me respondió. Oh, oh. ¿Estaba cabreado? ¿Acaso era él el único que podía enfadarse? Já.
El pelo me caía en cascada cobre la cara, así que prácticamente no veía nada, pero escuchaba a la perfección cómo la gente murmuraba, reía y soltaba silbidos. ¿Qué? Traté de apoyarme sobre su espalda, para buscar una vía de escape. Pude ver se soslayo a Bianca y Mel, que nos miraban con ojos como platos. Sarah se unió a ellas y siguió su mirada hasta dar conmigo. También abrió los ojos sorprendida y pude ver como gesticulaba con la boca un "oh, oh". Exacto, eso mismo era lo que yo estaba pensando. Justo cuando iba a gritarles, "ayudadme", Brandon llegó a la escalera y al subir el primer peldaño me balanceé peligrosamente, olvidando lo que iba a hacer.
Seguía peleando para que me soltara, pero ni forma. Ya habíamos llegado al piso de arriba, donde había un par de personas, pero al ver a Brandon se dirigieron inmediatamente a la escalera. ¿Porqué habíamos subido ahí?
-Brandon, bájame ahora mismo.-hablé lentamente para que me escuchára bien.
-Tranquila, ahora mismo lo haré.
-No, ¡ya!-continué yo. Me estaba empezando a poner nerviosa. ¿Porqué estábamos en el piso de arriba? ¿Sólos él y yo? Mi mente empezaba a imaginar cosas sin sentido. Fue entonces cuando vi la puerta de mi habitación entreabierta y Brandon se dirigía hacia ahí. ¿Eh? No. ¡No! Acto seguido empecé a propinarle puñetazos en la espalda y a mover mis piernas para que me soltara. Él ni se inmutó. Me agarró con más fuerza.
-¡Suéltame ya! No se qué pretendes, pero me das asco. AS-CO. Que te tires a todas las tías de Londres, no implica que puedas hacer lo qué te de la gana conmigo, yo no soy como esas prostitutas baratas...-empecé a decir atropelladamente al ver que nos acercábamos a mi habitación, pero para mi sorpresa pasamos de largo. ¿...? En su lugar, Brandon abrió otra puerta... ¿La del baño? ¿Qué...?
-¿Qué estás...?-empecé a decir, pero al entrar noté como Brandon volvía a cogerme y me bajaba de su hombro. Ahogué un grito de sorpresa cuando noté como me soltaba dentro de la bañera. Me dejó encajada de tal manera que era incapaz de levantarme, pero de todas formas ahí estaba él, agachado frente a mí sonriendo enigmáticamente.
-¿Se puede saber qué haces?-pregunté entrecerrando los ojos.
-Bueno, tú me pediste que te bajara, y eso he hecho.-añadió con esa media sonrisa en su cara. Definitivamente esa sonrisa siempre acababa sacándome de quicio.
-Sí, vale... Volveré a hacer la pregunta. ¿Qué hacemos en el baño?
Su sonrisa se hizo más amplia.
-¿Qué pasa, te esperabas otra cosa?-continuó él paseando la lengua por sus labios. Por un momento, perdí el sentido de la conversación, pero entonces me acordé de lo que había estado diciendo cuando creía que íbamos a mi habitación... Empecé a ponerme roja de vergüenza. Era verdad. ¿Qué era lo que esperaba?
Abrí la boca para decir algo, pero él me interrumpió.
-Mira monada, no me hace ninguna gracia que me estropeen mi pelo, y menos aún delante de decenas de personas.
-Entonces no te comportes como un gilipollas.-solté.
-Esa es parte de mi encanto.-continuó él. Noté como se acercó de repente y yo instintivamente traté de encogerme hacia atrás, aunque apenas podía moverme. Tan rápido como se acercó se alejó y se levantó. En ese momento noté como una fría lluvia de miles de gotitas de agua caía sobre mí.
-¡Mierda!-grité tratando de levantarme, pero no me podía moverme. Miré hacia arriba y ví cómo caía una pequeña cascada de agua desde la pared.-¡¿Qué haces?! ¡Páralo ahora mismo!-no lograba alcanzar el grifo.
-Disfruta de la ducha.-añadió y dedicándome una de sus sonrisas salió del baño.
-¡Imbécil!-logré gritarle antes de que desapareciera.
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Hola hola! :3
Aquí os traigo nuevo capi yeah! Espero que os guste :) Trataré de subir lo antes posible, aunque a veces con los examenes me retrasare un poco -.- Bueno, ya sabeis, comentad/votad.
LoveYou <3
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Amor vs odio ©
HumorEstoy harta de las típicas historias de chica conoce a chico de sus sueños, bla bla bla, y son felices y comieron perdices. Permitidme que vomite... Llamadme bicho raro o como os dé la gana, pero yo no creo en esas historias, ni en los finales felic...