Cap 13 - maratón 1/2

5.3K 206 1
                                    

Alo queridos lectores!

Aquí os traigo nuevo capi. Esta semana la he tenido un poco más tranquila, así que he podido cumplir ;)

Además os traigo sorpresita! Como tardé un poco en subir capítulo la otra vez, os traigo (tachán, tachán) maratón de dos capítulos.

No es demasiado, pero algo es algo.

Espero que os guste!

Love You!

------------------

No se cuantas veces se lo había repetido a las chicas, pero parece ser que no entendían, o no querían hacerlo, el hecho de que no me gustaba salir demasiado de fiesta.

-Erika, eres una adolescente rara.-me habría repetido unas doce veces Sarah.-Ya no estoy tan segura de que seamos gemelas.-continuó mientras me miraba de reojo.

-Sarah... ese ha sido un golpe bajo.-repliqué haciendo un puchero.

-¡No, no, no! Retiro lo dicho ¡Retiro lo dicho!-exclamó mientras se tiraba a mis brazos. No pude evitar reirme.

-¿De verdad que es extremadamente necesario?-las miraba de una en una y vi como asentían al unísono.-Os odio.

-Nosotras también a tí.-añadió Bianca guiñándome el ojo.-Recuerda, a las 10 pasamos a recogerte.

-Esperaré ansiosa vuestra llegada.-murmuré con sarcasmo mientras hacía un leve gesto con la mano a modo de despedida.

Cuando llegué a casa Dan todavía no había aparecido. Fui directa a mi habitación, cogí mi i-pod y los cascos y me tiré en la cama. Era viernes. No pensaba hacer nada. Por lo menos hasta la hora de prepararme. La música comenzó a inundar mis oidos, cerré los ojos y suspiré. Había sido una semana dura y los castigos no habían ayudado. Había omitido deliberadamente esa parte de la información al hablar con mis padres el otro día. Trataban a  Dan como el irresponsable de los dos. No quería ocupar su puesto por nada del mundo, y más aun tratandose de un maldito malentendido.

Sin darme cuenta, poco a poco los párpados se me fueron cerrando, haciéndose cada vez más pesados. Estaba cansada, muy cansada. Si a eso le sumábamos lo que me gustaba dormir... Así que acabé quedándome dormida.

Aquel sonido molesto no parecía desaparecer. Sonaba una y otra vez y, a decir verdad, me estaba poniendo de los nervios. Lentamente abrí los ojos y miré embobada a todas partes, tratando de descifrar de donde venía en ruido. Creía que era parte de mi sueño, pero no. Entonces me fije en la pantalla de mi móvil iluminada. El sonido era la vibración de este sobre la mesita de noche. Me quité los cascos, de los cuales me fijé que ya no salía música. ¿Cuánto tiempo había estado durmiendo? Al coger el móvil y mirar la pantalla fruncí el ceño. Descolgué y me lo llevé al oido.

-¿Bianca?-contesté con la voz empalagosa todavía por el sueño.

-¿Qué tal la siesta?-preguntó en respuesta.

-¿Qué siesta? Si apenas me acabo de tumbar en la cama...

-Erika, haz el favor de mirar el reloj, o por la ventana, o lo que te de la gana...

Acto seguido desvié la mirada a la ventana de mi habitación, pero justo antes me percaté de que la habitación estaba demasiado oscura... Mierda.

-Exacto. Son las ocho y media. Así que ya te estás preparando.-replicó. No hacía falta verla como para saber que había pueso los ojos en blanco.

Amor vs odio ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora