Llevaba unos 5 minutos tratando de levantarme, pero estaba encajonada de tal manera en la bañera que era imposible. Ya estaba prácticamente empapada y mi humor empeoraba por momentos. ¿En qué narices estaba pensando ese imbécil?
-¿Erika?-escuché cómo alguien me llamaba por mi nombre en el pasillo.
-¡Aquí!-grité haciéndome oir por encima del tumulto y de la música. Vi como abrían la puerta y al otro lado me encontré a Bianca. Nada más verme casi se le cae la mandíbula al suelo. Se giró hacia el pasillo.
-Chicas, la he encontrado.
Acto seguido aparecieron por la puerta Sarah y Mel, con la misma cara que Bianca. Entorné los ojos.
-Brandon.-murmuró Sarah. No era una pregunta, pero aun así contesté entre dientes.
-Sí.
-Le vimos bajar sin tí y supusimos que algo pasaba.-trataba de decir Mel sin reirse, aunque no funcionaba.
-No os preocupeis. Reíros a carcajadas, si yo fuera vosotras lo haría.-mascullé tratando de levantarme por enésima vez.
Se acercaron para ayudarme, tratando de reprimir la risa.
Una vez me sacaron de la bañera, las aparté y me dirigí hacia la puerta. Tenía la intención de bajar y partirle la cara al ímbecil de Brandon, pero Bianca me cerró el paso.
-¿A dónde crees que vas?
-Creo que es evidente, ¿no te parece? Le voy a borrar la sonrisa que tiene con un guantazo.-contesté tratando de abrirme paso, pero Bianca no se movió.
-Como vayas con esas pintas te aseguro que la sonrisa se le va a quedar grabada por una semana.-continuó ella mirándome de arriba abajo. Me miré en el espejo y comprendí a lo que se refería. A parte de estar totalmente empapada el maquillaje se me había corrido y la camiseta se había vuelto medio transparente. Digamos que llevar un sujetador negro no mejoraba las cosas.
-Genial, entonces me cambiaré y luego bajaré a encargarme del resto.-solté mientras me dirigía a mi habitación.
-Eso si Estela y su séquito te dejan pasar, porque desde que bajó le tienen acorralado.-añadió Sarah que venía tras de mí.
-Te aseguro que a Brandon eso no le importa una mierda, es mas, seguro que está encantado... Tiene donde elegir.-Mel fue la última en entrar a mi habitación y cerró la puerta tras decir ésto último.-Sinceramente, me dan pena... Aunque no sabría decir quién es el ganador a penoso/penosa del año.
-Yo os aseguro que esté quien esté me va a dejar pasar...-me daba igual lo que estuvieran diciendo. Esto no se iba a quedar así.
No tardé demasiado en cambiarme. Esta vez no me detuve a elegir la ropa. Me puse lo primero que cogí del armario, me recogí el pelo mojado en una trenza y me limpié la cara. Acto seguido salí por la puerta como alma que lleva el diablo. No me fije si las chicas me seguían o no, la verdad es que en ese momento sólo tenía un objetivo, y hasta que no lo cumpliera toda persona quedaba borrada de mi campo de visión. Bajé las escaleras y ví que todo seguía como antes, aunque a decir verdad parecía que había menos gente. Me detuve y desde el último peldaño de las escaleras traté de divisar al imbécil de turno. En la cocina sólo había cuatro personas y ninguna de ellas era Brandon. Giré hacia el otro lado tratando de localizarlo en el salón, pero apenas conseguía distinguir a la gente. Bajé el último escalón y me dirigí a la pista de baile improvisada. Chicos y chicas ajenos a mi problema, o más bien a mi cara de mala leche, continuaban bailando y derramando la bebida allá donde estaban. No pensaba mover ni un solo dedo al día siguiente para arreglar aquel estropicio. Que se encargara Dan, tantas ganas había tenido de fiesta, pues se iba a hartar. Di varias vueltas por la estancia y ni rastro de él. Me estaba empezando a exasperar. ¿Dónde se había metido?
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Amor vs odio ©
فكاهةEstoy harta de las típicas historias de chica conoce a chico de sus sueños, bla bla bla, y son felices y comieron perdices. Permitidme que vomite... Llamadme bicho raro o como os dé la gana, pero yo no creo en esas historias, ni en los finales felic...