Traté de apartarle. Le empujé con todas mis fuerzas, pero en el pequeño espacio en el que nos encontrábamos poco podía hacer. Al notar mi forcejeo me empujó contra la pared contraria, quedando yo entre él y esta, aprisionada. Su lengua se abrio paso a través de mi boca y en ese mismo momento, sin pensármelo dos veces, le mordí. Noté como hacía una mueca y se separaba unos centímetros, lo que aproveché para recuperar el aliento.
Levanté la vista para encontrarme con la de Brandon fija en mí. Sus labios se curvaron en una sonrisa y se llevó una mano a la zona donde le había mordido.
-Eso ha dolido.-murmuró a la vez que colocaba sus dos manos a ambos lados de mi cabeza, formando una especie de prisión.
-Pues si no quieres que vuelva a pasar ya sabes lo que NO tienes que hacer.-una sonrisa más amplia se abrió paso en sus labios.
-Puedo hacer muchas más cosas...
No me dio tiempo ni a que procesara sus palabras. Sus labios buscaron el hueco de mi garganta y cuando lo encontraron un escalofrio recorrió todo mi cuerpo.
-¡No...!-traté de apartarme, pero en respuesta me aprisionó aun más contra la pared. Noté como poco a poco la sangre se me iba subiendo a la cabeza. Hacía calor. mucho calor, y pronto noté que mis mejillas estaban ardiendo. La jefa de estudios seguía fuera, en el baño, a escasos metros de nosotros. No obstante ese pensamiento cada vez quedaba más lejos. Brandon ocupaba ahora todos mis sentidos y la fría calma que había tratado de mantener se iba disipando poco a poco.
No me había dado cuenta hasta ese momento que Brandon había deslizado una de sus manos por mi cintura, hasta situarse justo al final de mi espalda.
No, no, no. Esto no estaba bien. En primer lugar estaba en el baño de las chicas con un tío. En segundo lugar, a escasa distancia estaba la jefa de estudios, lo que implicaba castigo inminente. Y en tercer lugar se trataba de Brandon, del mismo imbecil que detestaba. ¿Entonces porqué sentía como una parte de mí estaba disfrutando del momento? ¿Porqué Brandon ocupaba en ese momento todos mis pensamientos? No, ni de coña. Definitivamente me estaba dando algo, alguna lipotimia tal vez. Hacía demasiado calor.
Un leve gemido escapo de entre mis labios. Casi al mismo tiempo mi mejillas se encendieron más, si eso era posible. No fui la unica que se dio cuenta. Brandon se separo apenas unos centimetros, dando por fin una tregua a mi sensible cuello, y fijo su vista en mi. Esta vez no se reía. Me miraba seriamente. Puede que esta fuera la primera vez que no le viera dirigirme su tipica sonrisa de niñato creido, lo cual me dejo descolocada.
Sin apartar la vista de mis ojos se fue acercando. Poco a poco, dandome la oportunidad de girarme, evitarle o incluso empujarle. Pero no fue eso lo que me dejo más sorprendida, sino el hecho de que no hice nada. Simplemente esperé lo suficiente para sentir su aliento sobre mi boca, tentandome, y finalmente sus labios sobre los míos. Apenas un leve roce, nada en comparacion con las otras veces en las que poco le había importado mi opinión. Era como una especie de pregunta, y en ese momento estaba demasiado aturdida, acalorada y con las emociones a flor de piel como para apartarme, o eso era de lo que me trataba de convencer a mi misma.
Le devolvi el beso. Al principio un poco vacilante, pero en cuanto se percató de mi respuesta Brandon profundizó el beso mientras un gruñido se escapaba de entre sus labios. En ese momento escuché el sonido de una puerta al cerrarse y la realidad me golpeó de nuevo. La jefa de estudios al fin se había ido. Como despertando de un trance me aparte de golpe de Brandon, pero esta vez ya me dejo marchar. Traté de ocultar el rubor de mis mejillas mientras abría la puerta y salia al exterior. En efecto, ya no había nadie en el baño. Brandon y yo volvíamos a estar solos.
Escuché unos pasos tras de mi. me giré y vi que Brandon tambien había salido y se estaba pasando las manos por el pelo, tratando de arreglarlo un poco. Me giré hacia el espejo y me coloqué lo mejor que pude la corbata y el resto del uniforme. Al fijarme un poco más de cerca en la zona del cuello me percaté de algo que antes no estaba ahi y que no debería estar. Un siseo se escapó de entre mis dientes mientras me giraba para enfrentarme al autor de aquella horrible marca.
-¿En serio? ¿Necesitabas hacer esto?-le espeté mientras señalaba la marca rojiza que se adivinaba bajo el cuello de la camisa.
-Mientras lo hacía no parecías quejarte.-respondió mientras me miraba fijamente.-Es más, juraría que lo estabas disfrutando, escuché como...
No dejé que terminara la frase. Me acerqué y le tapé la boca sin importarme el hecho de que practicamente le había dado una buena torta.
-Ahorrate disparates varios...
Me cogió la muñeca y apartó mi mano de su cara para dejar al descubierto una media sonrisa.
-No me digas que ahora te vas a poner vergonzosa.-su sonrisa se hizo más amplia.-Despues de todo has sido tu la que me ha besado luego.
-Ni en tus mejores sueños.-contesté autometicamente.
-Ah... Eso tú no lo sabes. Aunque te aseguro que apareces en ellos con demasiada frecuencia.-mis ojos se abrieron de golpe ante el comentario.- Pero dejame recordarte que te di la oportunidad de que te alejaras... y no lo hiciste.-mientras decía esto ultimo dejó de sonreir. Volvió a ponerse serio, como minutos atras, antes de besarme. Su mirada penetrante no se apartaba de mi ni un segundo. Apreté la mandibula algo nerviosa, no sabía qué contestar a eso. ¿Realmente le había dejado que me besara? ¿Porqué no me aparte, como las otras veces?
Me estaba poniendo paranoica, y el hecho de que siguieramos solo los dos metidos en el baño no mejoraba las cosas. Me solté de su agarré y me alejé un poco.
-Bueno, no se tú, pero yo no quiero que me pongan falta en clase, así que me voy.-dije mientras me aclaraba la garganta.
-Desde luego no se te da nada bien cambiar sutilmente de tema...-esta vez sonrió ampliamente, pero no sus típicas medias sonrisas. Esas sonrisas de tío guay que se cree el mejor del mundo. Puede que esa fuera la primera vez que le viera sonreir de verdad. No se si fue por eso, pero noté como me había quedando mirándole descaradamente. Volví a aclararme la garganta y me dispuse a ir hacia la puerta, dando por concluida la conversación.
¿Qué me pasaba hoy? ¿Porqué había terminado cayendo en los jueguecitos de Brandon? En ese momento me acordé de la pizza y una mueca se dibujó en mi cara. Definitivamente me habían drogado o me habían echado algo raro ahí. Sí, debía ser eso.
¿Qué narices llevaria esa jodida pizza?
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Hola, hola!
Aquí otro capitulo, espero que lo disfruteis!
Los estudios me quitan mucho, muchisimo tiempo...
Pero siempre tratare de encontrar un huequito para escribir! :)
LoveYou!

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Amor vs odio ©
HumorEstoy harta de las típicas historias de chica conoce a chico de sus sueños, bla bla bla, y son felices y comieron perdices. Permitidme que vomite... Llamadme bicho raro o como os dé la gana, pero yo no creo en esas historias, ni en los finales felic...