Alec
—Patrick cúbreme...me llevare el Bentley, no los perderé.
—Está bien, iremos detrás de ti en el Marbella, ahora vete y no los pierdas—asentí mientras me preparaba para atravesar el fuego cruzado, me incorpore corriendo lo más rápido que mis piernas y el traje me lo permitían, llegue a la puerta por donde habíamos entrado y subí apresurado al Bentley encendiéndolo casi de inmediato, cuando empezaba a pisar el acelerador vi a Patrick y Evan que subían al Marbella, esto sería una persecución. Localice el Aston Martin en el que habían subido a Miranda a varios metros delante de mí, iba custodiado por una camioneta, saque mi móvil y marque sin dejar de manejar a una velocidad considerablemente rápida.
—Elimina la camioneta necesito alcanzarlos antes de que lleguen a la autopista—dije al teléfono.
—Considéralo un hecho—dijo Patrick del otro lado de la línea, colgué el teléfono y observe como el Marbella me rebaso, Evan saco medio cuerpo por la ventanilla y disparo a los neumáticos de la camioneta, chirrió delante de mi perdiendo el control volcándose por el camino, la esquive y pise el acelerador fondo, pensé en que acción tomar con el Marbella siguiéndome muy de cerca, si disparaba podía herirla así que opte por otra. Acelere hasta quedar muy cerca de la defensa del Aston Martin, di un ligero golpe en la esquina para conseguir que perdiera el control, pero que el coche no se volcara, había hecho esto cientos de veces. El Aston Martin derrapo delante de mí, haciendo una marca circular en el asfalto, frene de repente a unos metros del coche que seguía humeando de las llantas, salí del auto apresurado empuñando mi arma y observe a Miranda por el vidrio, abrió la puerta intentando salir, Henry la abofeteo, la adrenalina y la furia me poseyeron y camine aún más rápido, observe como Miranda golpeaba con fuerza la cara de Henry, desorientándolo un poco, lo que le dio tiempo para salir, salió del coche tropezando, tratando de ir hacia mí, pero Henry paso por encima del cofre y la tomo de nuevo por el cuello tomándola por sorpresa, esta vez Miranda forcejeo todavía más, hecho la cabeza hacia atrás golpeando la nariz de Henry logrando que la lanzara al asfalto con fuerza, y cuando ella levanto el rostro pude ver el camino de sangre que nacía en su frente, se había golpeado en el asfalto, Henry piso una de sus manos impidiéndole que se levantara, Miranda gemía de dolor y me miraba suplicante.
—Basta de juegos de niños, te quitare del camino de una buena vez Hoffmann, ya he tenidos bastantes consideraciones contigo—dijo Henry mirándome furioso, apuntándome decidido, pero yo tampoco dejaba de apuntarle.
—Yo también puedo eliminarte si quiero.
—No, no lo harás...puedo destrozarle la mano y después la asesinare frente a tus ojos así que suelta el arma, si quieres que sea ella lo último que tus ojos vean antes de que te asesine...—esta vez ya no me apuntaba a mi si no a ella que sollozaba en el piso, con el vestido blanco que ahora parecía gris. Henry estaba tan furioso que tenía miedo de que le disparara así que tuve que ceder, no veía el Marbella por ningún lado y estaba dispuesto a dar mi vida por la de ella, baje el arma.
Miranda
Alec había seguido el auto. Pero de nada serviría si no le ayudaba un poco, Henry lo estaba obligando a bajar el arma para poder asesinarlo sobornándolo con asesinarme. La mano comenzaba a punzarme, todo el peso de Henry estaba sobre el pie con el que me pisaba, así que levante la pierna y lo patee logrando que se moviera para poder levantarme, me aferre a su muñeca con la firme intención de no dejarlo disparar, y comenzamos a forcejear, en un momento del forcejeo la pistola se disparó, por un momento no supe a donde había ido a parar la bala hasta que sentí el pequeño metal dentro de mi cuerpo, el líquido caliente recorrerme, retrocedí unos pasos llevándome las manos hacia mi costado, levante las manos para observarlas, había sangre en las palmas de mis manos, una mancha roja crecía con rapidez sobre la tela del vestido, me gire como pude aun de pie y mire a Alec que me observaba horrorizado, llevándome las manos al costado de donde emanaba la sangre, a donde había llegado la bala, caí de rodillas al asfalto y observe a Alec acercarse apresurado, no sin antes sacar su arma y disparar en dirección a Henry, intento hacer presión en la creciente mancha roja para detener el sangrado, pero fue imposible detenerlo. Me levanto poniendo mi cabeza sobre sus rodillas, tocando la creciente mancha de sangre.
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PREFIERO MORIR ©
General FictionEl crimen organizado nunca había tenido tanta fuerza y poder, hasta que el apellido Anderson entro en el negocio. Con el paso del tiempo ha ido ganando terreno y hoy en día tienen más dinero, propiedades y poder que cualquier organización legal o il...