Capítulo 27

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7 DE ABRIL

Como toda buena chismosa, cuando Connor salió y Olivia detrás de él fui yo también.
No los iba a dejar solos.
Ni loca.
Y me quedé con la boca abierta al ver el convertible plateado.
Me estrellé contra la espalda del castaño y él no dudó en sujetarme.
-¿Y esto qué? -Preguntó Olivia, sus ojos brillaban como si el convertible estuvieran a punto de dárselo a ella.
-Lo pedí -Contestó Connor girando las llaves en su mano. Se encogió de hombros-. ¿Quieres probarlo, Trey?
-Recuerdo perfectamente que aseguraste que conducía del asco. ¿Por qué no vas tu y me llevas?
-¡Yo quiero!
-Realmente crees que Connor te va a dejar conducir, Olivia. No lo creo -Arrugué mi nariz hacia ella de manera odiosa.
-A ti te ofreció.
-Señoritas, soy irresistible pero yo conduzco...
-¡Yo quiero ir, Connor! -Luke no tardó demasiado en lanzarse en la parte delantera del auto y ajustarse el cinturón de seguridad con rapidez.
Me encogí de hombros y con toda la astucia posible, caminé hasta la parte trasera.
Olivia, por desgracia, no se iba a quedar en un lugar donde posiblemente no estaba siendo invitada, por lo que consideré ignorarla todo el camino y hacer como si de veras ella no existiera.
-¿Quieren ir por un helado a McDonald's?
-¡Pero los invitados!
-Que se esperen, el cumpleañero está con nosotros -Connor me guiñó un ojo por el retrovisor y puso en marcha el auto con un ronroneo del motor.
Si yo hubiese sido amante de los autos, de seguro me hubiese excitado con ese bonito sonido.
Los asientos eran amplios, pero solo para dos personas. Eso no quitaba el hecho de que fueran extremadamente cómodos y me sintiera como en el cielo del cuero.
Mis manos se pasaron por encima del asiento del piloto y abracé a Connor desde atrás, olvidar el hecho de que me hizo enojar en la habitación fue más fácil de lo que imaginé, puesto que él de verdad exageraba las cosas y lo menos que deseaba yo era enojarme con el castaño cuando tenía cosas tan importantes que decirle.
-¿Lo vas a vender? -Grité por encima del ruido del viento.
Me recogí el cabello en una coleta alta que se agitó.
-¡Negocios! -Exclamó y me envió su hermosa sonrisa desde el asiento de adelante.
-¡Sí, Trey! -Le siguió Luke-. Las cosas aquí se hacen de esta forma.
Alcé mis brazos a modo de inocencia y me recargué una vez más sobre el asiento.
Llegando a McDonald's, el cielo comenzó a oscurecerse y pequeñas gotas cayeron sobre mi cabello. Connor con tan solo alzar un dedo y presionarlo en uno de los botones, ya teníamos techado sobre nuestras cabezas, volviéndonos temporalmente inmune a las gotas de agua.
-¿Y qué eres tú de Luke? -Preguntó Olivia buscando conversación.
-Connor y yo lo rescatamos en Denver -Respondí sin mirarla-. Mi padre lo adoptó. Pero al fin y al cabo, termino siendo algo más que su hermana adoptiva.
-¿Tu padre es Tim?
-El mismo hombre que cuida de Connor desde los quince años -Aseguré asintiendo con mi cabeza.
¿Por qué tenía que llamarlo Tim? Era mi padre y un hombre importante, Timothy Wallace para todos.
Timothy.
-¿Eres la niña consentida de papi? -Mierda.
Connor dio un brusco frenazo con el que me vi en la obligación de poner mis manos hacia el frente y detener el impacto.
Me coloqué el cinturón de seguridad luego de pensarlo.
El auto había patinado un poco en el asfalto pero nada más había ocurrido, por suerte.
-Oh, no, cariño -Recalqué con cinismo-. Me he graduado en la facultad de derecho de Harvard con el tercer mejor promedio -Expliqué, presumiendo todas y cada una de mis cualidades.
-¿Y alguna pareja?
-No -Respondí con indiferencia-. Estoy interesada en una persona que a lo largo de nuestras vidas nos hemos dedicado a rechazar una relación pero nos encanta jugar con el destino.
Vaya que le he encontrado un nombre a lo que yo tenía con Connor, he encontrado la descripción de cómo se basaba nuestra relación.
Puesto que ambos hemos jugado con el destino al ahogarnos en placer, he quedado embarazada por una causa y es por querer salirnos con la nuestra.
-¿Se puede saber quién es o te lo tienes muy guardado?
-Preferiría no decirlo -Fue lo único que dije antes de fijar mi vista en el letrero de la M gigante que comenzaba a aparecer en mi campo de visión.
-¿Mantecado, Trace?
-Por favor, Adkins -Lo dije a propósito, causando que él se girara en su asiento cuando nos detuvimos en la corta fila de autos.
-¿Sigues enojada?
-Yo siempre voy a estar enojada contigo.
-¿Y cómo quedamos? -Sabía a lo que se refería. Puse mis ojos en blanco y le incité a seguir con lo suyo, pero él no desistiría-. ¿Gané?
-Sigo siendo yo, Connor. Siempre voy a ganar -Una sonrisa alegre rompió su rostro.
Fue lo último que vi antes de que se girara y avanzara en la fila.
-¿Qué sucedió entre ustedes? -Preguntó Olivia y yo quizás me estaba preguntando cómo demonios lograba ser tan curiosa ¿No se sentía aunque sea un poco avergonzada?
-¿Importa?
-Claro, me importa porque estoy saliendo con Connor.
Luke me envió una de sus miradas que buscan salvar el momento, pero yo ya no estaba ahí. Sentía todo el color perderse de mis mejillas y mi estómago revolverse a su antojo. Me cubrí la boca con la mano e intenté recuperarme, pero me fue imposible.
Tuve que abrir la puerta y bajar del auto para acercarme a un basurero y expulsar el almuerzo entero.
-Tracey -Llamó Luke. Él estaba solo. Connor, por su parte, se había salido de la fila para estacionarse.
Tuve unas pocas arcadas hasta que ya no quedaba más adentro de mí por expulsar.
Luke pasó su mano por mi espalda, de arriba a abajo, como si de alguna forma lograra comprenderme.
-Lo sé -Murmuró, haciéndome parecer idiota.
-¿Uhm?
-Lo de tu embarazo -Lo dijo bajito.
No quise alzar mi rostro y ver a Luke, temía ver una mirada de niño decepcionado en su rostro, temía encontrarme con un niño que deja de estar orgulloso de mí.
Pero había algo más que me molestaba y era la ridícula suposición que había hecho Olivia sobre Connor. Claro estaba que solo lo había dicho para molestarme. Pero más en claro me quedaba que Connor aun así aceptaba pasar el rato con ella.
-No le digas a Connor, por favor, no se lo digas -Supe que empecé a llorar cuando mis ojos ardieron con inevitables lágrimas.
-¿Es de él? -Asentí cubriendo mi rostro con las manos.
-¿Tracey? Preciosa, ¿Qué sucede? -Connor me envolvió en sus brazos y mi nariz paró directamente en su perfumado cuello.
Era una fragancia de lo más embriagadora, Olivia no sabría diferenciar un buen perfume de algo barato.
Lo envolví en mis brazos sin dejar que palabras ajenas me causaran algún daño.
-Ganó una bacteria en el estómago -Explicó Luke recurriendo a mí, como un Dios-. No quería decírtelo porque la obligarías a ir al médico.
Bueno, quizás no me había ayudado tanto pero al menos lo intentó.
Decirle eso significó que Connor besara mi frente y murmurara que me acompañaría al médico, lo cual era absolutamente tonto porque el hombre sugeriría de una muy cruel manera mi embarazo y yo no lo negaría.
No, no era la mejor manera de decírselo.
-No, ya hice la cita, iré por mí misma -Me excusé alzando el rostro para verle al rostro.
-¿Segura?
-Sí, no hay que temer. Estaré bien.
Lo dudaba mucho, sinceramente.

Al volver a casa, todo fue tranquilo, ignoré a Olivia porque ya no merecía la pena seguir cayendo en sus estúpidos juegos infantiles.
Estuve abrazada a papá toda la noche, quizás buscaba ganarme su corazón antes de soltarle la gran bomba y él parecía dispuesto a abrazarme.
Tanner se puso celoso y también lo abrazo, hasta el punto de no dejar que se moviera mucho de su lugar y gruñera cada tanto por la frustración y la claustrofobia que le causaban nuestros brazos.
Al cabo de unos minutos, se había unido el resto de la familia y obtuvimos una buena foto que guindar en la pared del corredor. Por supuesto, como parte de nuestra familia, Christopher, Katelyn, mamá, Rayan, Luke y Connor se juntaron y no dejaron espacio para alguien más.
Teníamos una linda familia y, dentro de poco, una personita más se uniría. Lindo.

Los Amantes©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora