Epílogo

1.9K 79 9
                                        

24 DE DICIEMBRE.

Intenté evitarlo, de veras, pero con Connor uno no podía dialogar y si Katelyn estaba de acuerdo con sus planes, mucho menos. La verdad, ahora iba a casarme a pocos días de que Katelyn cumpliera su año de casada, lo cual me pareció descortés desde un principio, pero supongo que no le molestaba a ninguno, porque Kate fue por un vestido para mí y Tanner aceptó orgulloso ser mi padrino de bodas.
La verdad, era algo sencillo en mi casa, pero solo queríamos hacerlo legal de una vez por todas y que nuestros hijos pudiesen aparecer en la foto familiar con dos meses de nacidos.
Resulta ser que Chase tiene ojos grises y muy grandes, mientras que Logan tiene ojos tan azules como los de su padre y un cabello cobrizo bastante claro, casi parecía rojo. Chase, por su parte, tenía el cabello castaño. Ambos eran la combinación de Connor y yo, pero a mi parecer Chase y Logan tenían mis rastros, sobre todo Chase con sus ojos grandes como los míos.
Miré mi vestido y el pequeño traje de mis hijos. Mi vestido era corto. Quería esperar a que los bebés pudieran caminar, pero creo que el antojo de hacerlo todo rápido era mayor. Le di unos besos a cada bebé en sus regordetas rosadas mejillas.
Chase se rió y Logan extendió un poco sus brazos hacia mí. Pero no, ellos tenían que quedarse con Elliott y con Elena.
-Los amo, niños -Chase se llevó su mano a la boca y succionó su dedo gordo, mientras que Logan dejó caer su cabeza en el pecho de Elena.
-No bromeabas con eso de que Logan es un flojo.
-¿Crees que lo hacía? No quiero saber cómo demonios va a hacer cuando comience a caminar -Me miré una última vez en el espejo, solo estaba esperando que Connor llegara, supongo que algo le había pasado porque tenía quince minutos de retraso y no me imaginaba qué podrían estar haciendo él y Tanner.
***
*Connor's POV*
-¡¿Cómo que no tiene los malditos anillos de compromiso?! -Gritó Tanner y aunque yo estaba alterado, creo que había exagerado un poco-. ¡Los pedí para hoy! ¡Mi hermana está a punto de casarse con este idiota y no veo los malditos anillos!
-Señor, me veré en la obligación de llamar a seguridad -Habló la muchacha detrás del mostrador con tranquilidad. '
"¿Dónde están? Ya Tracey está lista y comienza a insultar a todos"
-Tracey está insultado a personas -Me aclaré la garganta y me incliné sobre el mostrador para ver los anillos de compromiso que estaban ahí-. ¿Cuánto quieren por terminarlos en diez minutos? -Pregunté apoyando mi barbilla en una mano.
-Señor...
-Puedo dar lo que quieran -Me encogí de hombros y saqué mi tarjeta, porque esto de verdad me estaba hartando. La muchacha se mordió el labio inferior.
-Déjeme preguntar -Se marchó golpeando la máquina registradora.
-¿Para cuándo le diste la fecha, Tanner?
-Veinticuatro de diciembre, para el medio día, no comprendo qué ha pasado -Puse mis ojos en blanco y balanceé mi cuerpo con ansiedad.
-Tengo suerte si tu hermana no me corta una bola -Murmuré mirando los anillos con detenimiento.
-Le gustan demasiado tus bolas para cortarlas ¿No crees?
-Puede ser, pero entonces me va a hacer sufrir durante el sexo y yo de verdad lo disfruto...
-Sigue siendo mi hermana.
-Y yo sigo teniendo una bocota cuando hablo de sexo -Asentí con los labios apretados.
-Por suerte -Interrumpió la chica del mostrador-. Solo le falta la soltura, señor Adkins -Informó y yo suspiré de alivio.
-Haga lo que tenga que hacer, no estuve meses imaginando cómo le iba a pedir matrimonio para que ustedes demoren mi boda -Ella asintió y volvió a desaparecer-. ¿Cómo va con tu matrimonio?
-Estar casado es una mierda -Tanner sacudió su cabeza frunciendo los labios-. Digo, es maravilloso porque tienes a alguien con quién despertar todas las mañanas, pero si estas casado y no tienes hijos, es como hacer la mierda esa de vivir juntos y ya.
-¿Y por qué no tienen hijos? -Tanner se pasó un dedo debajo de la nariz y miró los anillos como si de esa manera lograra entretenerse.
Pateó la cerámica suavemente y yo solo podía cuestionarme por qué no respondía, significaba que algo iba mal y eso no me gustaba, porque que él sufriera y nunca lo demostrara solo significaba que Kate iba por el mismo camino.
-Lo lamento -Murmuré y jugué con mis dedos, clavando los codos en el cristal de la mesa.
-No sabes la maldita historia, no te lamentes por nada -Alegó-. Llamaré a Katelyn, ya vengo -Se machó, con una expresión mucho más seria que con la que le había gritado a la mujer del mostrador y, por Dios, la mujer no tenía la culpa de que alguien se equivocara con la fecha de entrega.
La muchacha volvió y se sentó, sin mirarme, sin dirigirme si quiera una ojeada a ver si todo iba bien conmigo. Porque estaba bien ¿Por qué no habría de estarlo? Iba a casarme con la mujer de mi vida, la madre de mis hijos y mi mejor amiga ¿Por qué no? Tenía todo en la vida y solo me hacía falta ponerle el maldito anillo a mi prometida.
-¿Sucede algo? -Preguntó Tanner y llamó la atención de la muchacha. Se ruborizó y comprendí porque no tenía interés por mí.
-¿Seré buen esposo?
-No lo creo, eres muy torpe para ser buen esposo y Tracey te gana jugando futbol, charadas, básquet, hasta adivina quién soy ¿Es normal? Ella es el macho de la relación -Me reí ladeando la cabeza.
-Sí, yo alimento a los niños, cocino y hago la tarea con Luke.
-¿Ya ves? -Preguntó Tanner encogiéndose de hombros-. Te creo eso de que tú cocinas, porque mi hermana la última vez que lo intentó, condimentó la carne con su propia sangre- Me reí alzando las cejas. No lo dudaba. Después yo era el torpe.
-Lo único que me hace el hombre, es que trabajo.
-Espera que tus hijos puedan alimentarse solos y, entonces, te habrán arrebatado el puesto también.
-Siento que me menosprecian por Trace, creo que no me voy a casar con ella -Tanner dejó de sonreí. Levanté mis brazos aparentando inocencia-. Bromeo, me voy a casar con ella. Si ella quiere, vamos media hora tarde.
-Y son diez de viaje, date por muerto -Sugirió Tanner, justo en el momento en que un hombre salía con una caja.
La mujer se encargó de cobrarme, porque sí, me cobró y luego corrimos hasta el auto que esperaba por nosotros.
-¡Lo más rápido que pueda! ¡Tengo una boda en la que estar! -Grité golpeando el asiento trasero.
-Pareces superhéroe.
-No me recuerdes eso, soy Bruce Wayne a minutos de casarme con tu hermana. Me vendría bien un Batimóvil.
-Quizás si hubieses aceptado ser Superman hubieses podido volar y estarías allá en dos minutos.
-Cállate -Me reí.
Y este era el momento en el que entrar en un ataque nervioso. Despeiné mi cabello y tiré de él. Contuve el aire. Me iba a casar ¿Cómo se había sentido Tanner cuando estaba esperando a Katelyn con retraso? Ahora que lo pienso, de veras soy la mujer de la relación porque con hasta retraso estoy llegando a nuestra vida. Estoy jodido.
***
-Tiene el orgullo por la cabeza -Informó Katelyn apareciendo con una mueca de reproche-. Dice que no va a salir hasta que Connor vaya a hablar con ella -Bufé, pero no podía negarme a algo como eso.
-Vale, de acuerdo ¿Dónde está?
-Dándole de comer a los niños, en tu habitación. Se delicado.
Se delicado. ¿Ella cree que no he convivido lo suficiente con Tracey como para saber cómo convivir con ella? Vamos, conocía a la mujer con la que me iba a casar. Toqué la puerta con los dedos, escuchando como peleaba con alguien y me miró de manera asesina. Su irada se suavizó un poco al reconocerme. Tenía un pecho afuera y quien suponía yo era Logan, comía. Mientras Chase estaba siendo alimentado con un biberón por Elena.
-¡Con que de verdad aparecieron!
-Cariño, no te pongas necia, hay mucha gente allá abajo que está esperando.
-¡Por ti! ¡¿Por qué demonios tardaron tanto?
-¡Porque Tanner confundió la fecha de entrega de los anillos y yo no podía irme sin ellos!
-¡Pero hiciste que llorara!
-Yo me voy -Elena, sin dejar de darle biberón a mi hijo, salió de la habitación.
Logan me miró con el pecho en la boca y le sentí envidia a mi propio hijo por poder chupar un poco de eso.
-Vale, lo siento un mundo, mi princesa -Me disculpé y sé que aunque no tuviera la culpa, debía disculparme. Me senté a su lado y la abracé. Recostó su sien en mi hombro mientras Logan nos miraba con sus ojitos azules bien abiertos.
-Ahora tengo que terminar de alimentar a Logan y le está dando sueño -Se quejó bufando.
-Tómate tu tiempo, luego Elliott se encargará ¿Si? -Logan sobó sus ojos y succionó con menos fuerzas. Cerró sus ojos, privándome del claro color de estos, mientras que su piel blanca como leche contrastaba con el vestido azul oscuro.
-¿Cómo es que tenemos a dos bebés tan bonitos? -Preguntó arrugando la nariz hacia Logan.
-Porque tú eres hermosa -Le robé un beso para transmitirnos seguridad a ambos.
Cuando vimos, Logan ya estaba dormido y estaba succionando el pecho dormido. Tracey lo apartó y se subió el vestido, para luego mecer un poco al bebé y lograr que liberara algunos gases.
-¿Puedes buscar a Elliott? Y ve y has tu papel de que no me has visto, finge estar sorprendido -Le di un beso en los labios un poco más largo que el anterior.
-De acuerdo, te amo. Te esperaré en el altar.
-¡Te dije que no dijeras eso! -Le di un último beso y escapé de la habitación con una sonrisa de hombre triunfador-. ¡Me voy a casar! -Grité bajando las escaleras. Tanner chocó las cinco conmigo cuando llegué abajo y me mandó a mi lugar, porque a pesar de todo seguía siendo una boda como cualquier otra.
Aclaré mi garganta deteniéndome frente al padre y le di una brillante sonrisa alzando mis pulgares en señal de estar bien.
Memoricé mis votos, una y otra vez hasta que la música comenzó a sonar y levanté la mirada. Giré el rostro, para ver al amor de mi vida entrando en un vestido que favorecía a su hermosa y delgada figura. Me mordí el labio cuando agitó su cabello y lo apartó del rostro, miró a las personas presentes y creo que estaba siendo sensual a propósitos.
-Esa es mi prometida.
-La estoy viendo, señor.
-¿Cierto que es muy linda?
-Es hermosa -Mis ojos brillaron.
Porque yo ya lo sabía, pero que un padre lo confirmara me emocionó hasta el punto de que mi respiración comenzó a dificultarse. Me iba a casar con una mujer así de bella ¿Y si alguien quería quitármela? No podría soportar perderla luego de todo lo que soporté ganándome un poco de su corazón.
Tomé una profunda bocanada de aire y me preparé para el momento en que Timothy me diera la mano de su hija. Alcé la vista cuando él llegó frente a mí y me miró con orgullo pero a la vez con advertencia, quizás era muy tarde para que me mirara de esa forma.
-Te doy el derecho de casarte con mi única hija, Connor Adkins. Cuídala como cuidarías a tu propia hija, si no fueras malo para crear mujeres, por supuestos -Me reí, pero agradecí el momento en el que fue a sentarse, porque me sentí en la libertad de besar los nudillos de mi prometida.
Estaba ruborizada y creo que transpiraba, pero, a pesar de todo, ella estaba hermosa, luciendo un vestido corto y una sonrisa, con la cual no le hacía falta ni una joya para que se viera perfecta.
Luego de todas las palabras del padre sobre lo importante que era el matrimonio, venía la parte de los votos y mi respiración se dificultó aún más. Algunas líneas del testamento que le había escrito se me habían olvidado y ahora solo quedaban retazos de algunas palabras que debía unir para dar una verdadera explicación que complaciera a todos.
-A los quince años, te vi bajar de ese auto, sacudiendo tu cabello con timidez y logrando que varios idiotas vieran la mujer que venía a cambiar sus vidas. Cuando tenías quince años, fuiste hasta mi pupitre y me pediste un lápiz que jamás me devolviste, y era el único lápiz que tenía, te lo di a ti, solo porque olías como las diosas deben oler.
»A los tres meses, me enteré de que mágicamente tenías un hermano gemelo y era el mismo estúpido que me había dicho que tenías un padre con escopeta -Tanner me dio un golpe y yo no pude evitar reír-. Ese chico era mi mejor amigo y metí la pata hasta el fondo con él y su familia.
»A los dieciocho, perdí a la única chica que me hizo ver el mundo de otra manera. Años después de que nuestra relación terminó... No llores que me haces llorar -Mierda, yo debí haber ignorado el hecho de que ella estaba moqueando y haber seguido con mi discurso, pero me fue imposible al ver cómo apretaba sus labios y apartaba la mirada. La abracé sin poder evitarlo y presionó mi barbilla contra su cabeza.
-Sigue -Me pidió apartándose. Volví a tomarle de las manos y aclaré mi garganta.
-Creí que te había perdido por completo, creí que jamás volvería a tocar tus hermosos labios. Pero, exactamente, para esta fecha, yo estaba robándote un primer beso y conociendo a la perfección que tú reaccionarías tal cual lo hiciste. Luego estaba besándote tanto que creamos a un par de bebés...
-Sin detalles sexuales -Me susurró Tanner y yo reí de nuevo, porque estaba nervioso y él hacía que yo liberara la tensión.
-Besarte siempre fue como besar los dioses, pero para ese momento de mi vida, fue como besar a cada una de las estrellas sin querer detenerme jamás. Prometí a mi padre... -Mi voz tembló y alcé la vista al cielo persignando mi cuerpo a la mención de él-. Le prometí que cuidaría de mi vida, pero sin darme cuenta le estaba prometiendo que cuidaría de ti, porque tú eres mi vida. Tú y esos tres niños que están allá -Señalé entre el público a mis tres hijos. Todos míos-. Jamás pensé verme tan idiota enamorado, pero creo que las personas tienen una mal visión de la vida porque toda mi vida me he equivocado -Sonreí al ver como una lágrima corría por su mejilla. Extendí mi mano y limpié esa lágrima, la recordaría siempre como la lágrima que ablandó mi corazón y me hizo amarla más de lo que alguna vez la amé-. Ahora me iré por la mejor parte.
»Prometo amarte, honrarte, apreciarte y besarte cada día de nuestro vidas. Prometo rezar por el bienestar de nuestra familia y prometo promover un buen ejemplo a mis hijos. Como esposo, como padre, como mejor amigo y como figura paterna en tu vida, la de Logan, la de Chase y la de Luke; por esta vida y las que vienen, desde hoy hasta que la muerte nos separe.
-Ahora voy a quedar como idiota porque no tengo nada que decirte -Se limpió una lágrima y sorbió por la nariz suavemente-. Iré por lo clásico.
»Yo, Tracey Elizabeth Wallace Pierce -Diablos, yo olvidé decir eso-. Prometo ser la guía de la familia, prometo influir un poco de la hombría que te falta a nuestro hijos -Fingí estar ofendido, pero ya era la segunda vez que me lo decían en el día, así que debía empezar a comprender que la cosa iba a en serio-. Prometo pintar las paredes de nuestra casa para los niños, prometo abrazarte y enojarme contigo, prometo sonreír aun cuando esté enojada y prometo pelearte cuando quieras robarme besos -Se encogió de hombros y subió la vista hacia el cielo nublado de Massachusetts-. Le prometo a tu padre ser la mujer que alguna vez deseó para ti, porque le hice una promesa y quiero cumplirla. Le prometí que no te dejaría hacer nada estúpido, pero si no lo haces, no eres tú -Se llevó mi mano a la boca y dejó un corto beso en ella-. Quiero que sepas...
»Qué recuerdo cada beso que nos dimos y cada cosa que nos dijimos y que repetiría esos momentos solo porque tu eres parte de ellos. No me fijaría jamás en lo mucho que me dolió el pasado, porque puedo hacerte pagar las deudas en el futuro. Porque a ti, hoy, te estoy entregando algo más que mi pureza. Por ti, hoy, me estoy entregando en cuerpo y alma. Porque quiero ser tuya y quiero que seas mío, sin ninguna complicación de por medio. Quiero estar anciana y murmurarte lo ridículos que nos veíamos el día de nuestra boda y hacerte olvidar que quizás luego de esto vamos a tener una pelea por qué ropa empacar para Logan y para Chase... -Me reí, porque era cierto.
Conociendo nuestra manera de resolver las cosas, pelearíamos sobre llevarle qué a quién y luego estaríamos rogando una disculpa por lo tontos que resultamos.
-Terminaré esto como una carta -Informó y tragó saliva-. Por siempre tuya, hasta que la muerte nos separe: La chica que alguna vez fue tú amante y te rompió el corazón.
Tanner me pasó el anillo de Tracey y Katelyn le pasó el mío a la rubia.
-Por los siglos de los siglos... -Dije, solo queriendo agregar una cita a la parte de los anillos. Lo pude en su dedo y sonreí al ver que ella se entusiasmaba poniendo el mío.
-... aunque cambiemos millones de historias -Terminó ella y yo no podía sentirme más emocionado.
-Los declaro: marido y mujer. Puede besar a la novia -Sonreí y acuné el rostro de mi reciente esposa entre mis manos.
Le planté un suave beso en los labios, mientras que ella apretaba mis hombros y movía su boca sobre la mía. La incliné hacia atrás y sentí cómo comenzaba a reírse.
Y es así, como las cosas pueden cambiar. De un amor jovial, pasamos a ser la pareja que cambiaba las historias. De un novio estúpido, ella obtuvo un esposo aún más estúpido, pero incapaz de herirla. De una realidad hecha mierda, ambos obtuvimos el mejor de los momento y fue, cuando inesperadamente comenzó a llover y ni ella, ni yo, nos movimos de ahí.
Volvimos a juntar nuestros labios mientras el cielo se oscurecía y no solo por las nubes de condensación que aparecieron, sino que también por la noche que había comenzado a caer junto con las estrellas y la luna, aquella que alguna vez tuvo presencia de nuestros pecados cometidos y fue digna de ganarse el la frase Cuando la luna cae, los pecadores se arrastran.
Porque si alguna vez fuimos amantes pecadores, ahora podíamos ser verdaderos amantes en nuestro día a día, sin que eso esté mal, porque para algo las personas se casan y para algo yo me he casado con ella. Cualquier sentimiento de odio o rivalidad que alguna vez hubo entre nosotros, ahora estaba siendo partícipe de lo milagroso y protector de nuestros besos acaramelados. Porque cuando dicen que el amor puede más que cualquier cosa, no hay por qué bromear al respecto.
He llegado aquí con un propósito en concreto y era enamorarla. Lo había logrado y me sentía poderoso por eso.
FIN.

Los Amantes©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora