24 DE DICIEMBRE: NOCHE BUENA. SIETE DÍAS ANTES DE LA BODA.
Luego de aquella fatídica cena, tuve que huir de mi familia, al departamento de Vincent. Aunque me hubiese gustado llegar a mi propio departamento, no pude hacerlo. Vince se ofreció a llevarme al suyo y tener un poco de lo que él llama "La flor". Referencia que utilizaba para el sexo ¿No es más fácil decir eso? En un capítulo de Friends, Rachel le reprochaba a Mónica por llamar a su virginidad de esa manera, diciéndole que quizás moriría virgen por referirse a ella como una planta.
Tanner lo había corrido, brusco y rotundo, alegando que era una cena en su honor y que todo aquel que él no quisiera ahí, se podría ir. Fue descortés. Le había gritado lo imbécil que era, le había insinuado que jamás lo dejaría entrar a mí casa, lo había golpeado y hasta dicho que deseaba no ser nunca más su hermana. Para mi nefasto error, me di cuenta de que yo no era una de las protagonistas de esas películas en las que se pide un deseo como ese y luego se arrepienten hasta que todo vuelve a la normalidad. Por lo que luego de pensarlo, me disculpé con mi rubio hermano pero seguí indicando su estupidez palpable.
Connor me había sacado de casa junto con Vince, casi resultando un escape que se hacía cuando atacan al presidente. Me dio un beso en la frente y fue todo un dulce. Dijo algo sobre llamarle por la mañana, que él iría en mi búsqueda. Solo le faltó el caballo y el trajesito, así sería mi príncipe azul. Por lo que esa mañana, salí de la habitación de Vincent escurriendo mi cuerpo desde la cama hasta al suelo. En la sala estaba el compañero extranjero de Vince, un hombre fornido y con piel oscura, y, por lo que mi dichoso novio había compartido conmigo, indio. Se le notaba en el gracioso acento. Creo que por eso él era tan callado, siempre lograba que me riera cada que platicaba.
Tomé mi teléfono e hice la cosa más asombrosa del mundo. Llamé a Connor. Aunque el drama solo era una exageración de mi parte, lo hubiese llamado por muchos sucesos, después de todo, él trabajaba para mi padre y podría considerarse un amigo. Él iría a buscarme. Al tercer tono, descolgó el teléfono. Por un momento me quedé callada y no supe qué decir, pero comprendí que, una vez más como cada cruel momento de mi vida, principalmente por tratar con personas como Katelyn; estaba siendo exagerada.
–¿Me buscas? Es cerca de Cambridge... –Hablé al momento de que su voz acompañó mi tormentosa mañana.
–Sé dónde estás. Voy por ti. Espera –Respondió al momento. Lo sentí un poco acelerado y temí que quizás estaba en pleno acto sexual. Luego lo pensé Es Connor, el sexo casual no es muy de él. Además, estaba soltero.
Por lo que lo más lógico era que él estaba corriendo a mi búsqueda. Él no iba a dejarme más de lo debido en aquel lugar cuando podría estar con él y ser protegida. Yo solo podía preguntarme cómo demonios sabe dónde estoy. Habrá estado tan pendiente de mí que de seguro me insertó un GPS en la cabeza. O quizás solo se aseguró de que los guardaespaldas me tenían vigilada.
Connor le temía a Vincent, papá le temía a Vincent, Tanner... él odiaba a Vincent. Digan lo que digan sobre que odiar es un sentimiento muy fuerte, Tanner lo mandaría a la mierda con la facilidad con la que dice la palabra Mamá.
–¿Engañas a Vincent? –Dijo Raj, el compañero de piso de Vince. ¿Por qué todos los indios se llamaban Raj? ¿A caso era un requisito para mudarte a Estados Unidos?
Giré mi rostro hasta él para encarar aquella mirada de supremacía que surcaba en su rostro. ¿Y este qué?
–No, es mi... –Detuve mi excusa.
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Los Amantes©
Romance«-Tengo miedo. -¿A qué le temes? -A dejes de quererme» No se trata de una elección, se trata de saber qué chico corresponde sus sentimientos. Una noche lleva a más y ese 'Más' se convierte en consecuencias.