14

158 15 0
                                    


Ha pasado cuatro semanas desde que Louis llegó, y gracias a eso he estado de fiesta en problema. La semana pasada Louis y yo estuvimos en la cárcel por conducir con alcohol en las venas y faltarle el respeto al policía cuando nos puso una multa. Solo fueron dos horas hasta que Ansel y Shannon nos sacaron...

Mi vida va bien.

Así que ahora estoy aquí, siguiendo con la vida en la florería. Luego de atender a algunas personas a primera hora, voy hacia mi desayuno habitual.

—Tía, ya me voy.

Miro a Sasha, que está ahí, de espaldas a mí quitándole las partes podridas a las plantas. Asiente y dice:

—Bien, vuelvan pronto.

—¿Vuelvan?

—Zaid va —me mira, para luego volverse otra vez al verme rodar los ojos.

—Ven ya, pelmazo.

Suelta lo que tiene en la mano, se quita el delantal y pasando su mano por el pelo, viene a mí.

Salimos en silencio de la florería. Frunzo el ceño, pero no digo nada. Mi celular vibra en mis bolsillos. Lo saco.

Louis.

«Hola, nena. ¿Qué tal hoy?»

Le doy a responder.

«Hola, guapo. Todo bien. ¿Tu?»

En un segundo su respuesta llega.

«¡Genial! me encanta esta ciudad. ¿Te parece disfrutar más de ella e ir a desayunar?»

«Está bien. Nos vemos en Cinnabon's justo ahora.»

Cuando alzo la vista al frente, veo que Zaid me estaba mirando y al alzar la vista, miró a otro lado. Está tan callado y tranquilo. Distante, incluso. Me atrevo a decir que prefiero que este molestándome a que esté amorrado como un depresivo.

—¿Qué es?

Debe de haber estado muy profundo en sus pensamientos, por que tarda unos segundo en contestarme.

—¿Eh? —secamente.

—¿Qué te pasa? Estás tan extraño...


mueve su cabeza de izquierda a derecha.

—No es nada.

Asiento.

—Bien. ¿Qué crees, que iré rogándote hasta que me digas? Vas mal.

Veo como me mira de una forma extraña. Lo ignoro y sigo caminado más adelante que él, porque sé que va a seguirme o detenerme tomando mi muñeca, como suele hacer. Continuo, mirando a mí alrededor y las personas que pasan a mi lado, nada. Miro de reojo hacia atrás. Está mirando a su izquierda, y sigo la dirección con la mirada. Está mirando a un edificio de gran tamaño, acabado de construir, es como un banco. No me está mirando. No lo está haciendo. Irritada, camino a paso rápido. No quiero estar con Zaid cuando está de mal humor. Se pone muy pesado. Vuelvo a mirar atrás, estamos unos metros de distancia notablemente lejos.

Pero él si te puede aguantar a ti, ¿No? Suelta mi subconsciente. Él siempre ha estado contigo aun cuando eres un grano en el culo o lo mandas a la mierda. Cuando lo ofendes o lo tratas mal. Cuando es amable contigo y tú eres una toca bol...

Oh, cállate.

He decidido no esperar más por él, cuando al fin siento sus manos envolverse en mis muñecas. Resoplo y ruedo los ojos. Sabía que iba a hacerlo, solo se hacia el interesante.

Always MyselfDonde viven las historias. Descúbrelo ahora