Capítulo 23

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Narra Acuario

Ya ha llegado el día y no tengo ni idea de qué hacer. He estado evitando a Géminis todos estos días.

No entiendo qué siento. Se supone que el amor es un sentimiento lleno de alegría, cariño, pasión; pero yo no siento nada de eso, estoy confundida.

-¿En qué estás pensando?- me pregunta Escorpio mientras esperamos a Piscis en un banco del patio.

-En nada...

-Soy tu mejor amigo junto a Piscis, sabes que puedes contármelo todo- Escorpio me da una sonrisa sincera y miro hacia el suelo.

-Bueno... ¿Tú alguna vez has sentido algo por alguien?- Escorpio frunce los labios. Nos quedamos callados durante un tiempo.

-Sí -responde seco.

-Pues eso es lo que me pasa, no sé qué siento por esa persona- Escorpio pasa un brazo por mis hombros.

-Tranquila, solo necesitas tiempo.

Tiempo...

-Acuario- alzo la vista y veo a Géminis delante mía, con la mirada seria. Escorpio se separa de mi y me levanto dudosa-. Necesito hablar contigo de algo-. Cojo la mochila y me la coloco en el hombro-. Vamos.

Ando unos metros atrás de Géminis.

-¿Lo has pensado ya?- me pregunta parándose bruscamente, a lo que yo me estampo contra su espalda.

-Eh... Bueno- digo tragando saliva. ¿Qué le digo? Como he repetido ya bastantes veces, ¡no tengo ni idea de qué siento por él! No quiero decirle que no porque es mi amigo y no quiero que nuestra relación amor-odio termine, pero tampoco quiero decirle que sí. Esto es demasiado confuso, ¿por qué no mejor me voy a otro planeta con los extraterrestres?

-¿Sí? -pregunta girándose y mirándome a los ojos brillantes.

-Yo... No puedo- digo seca. Del brillo de sus ojos se desvanece y baja la mirada. Se hace hacia atrás unos manos y restriega sus manos en la cara-. L-lo siento, pero no sé lo que siento por ti. Es todo tan confuso. Primero me caes bien pero al rato me dan ganas de matarte. Eres dulce conmigo pero cambias y de repente eres grosero. Y después estoy yo, sin saber nada de mi corazón y creer más en los extraterrestres que en los seres humanos. Puta vida enserio- digo quejándome como una niña pequeña. Se escuchan unas carcajadas: Géminis de está partiendo el culo-. ¡Lo ves! Hace un momento estabas llorando.

-Yo no estaba llorando.

-Lo que fuera, y después te pones a reírte. Eres un poco bipolar- digo con una sonrisilla.

-Me lo dicen mucho- vuelve a ponerse delante mía-. Sabes que te dije que lucharía por ti y haría que te enamorases, cueste lo que me cueste- asiento lentamente-. Pues mi batalla ha empezado, Acuario. Y ahora es el momento de demostrarlo- en menos de un segundo sus labios chocan con los míos. Al principio me quedo parada pero sigo el beso. Una sensación de calidez recorre mi cuerpo. Nos separamos por falta de aire-. Esta es una de las cosas que haría si fuéramos novios- no puedo evitar sonreír-. ¿Te has enamorado ya de mi?- pregunta. Empiezo a reírme y Géminis se contagia.

-No lo sé. Pero quiero continuar con esta guerra- Géminis sonríe y me coge de la mano.

-Pues ven.

Narra Tauro

Abrazo a Virgo por la espalda y la acerco a mi. Acaricio la piel de su hombro.

-Tauro... -susurra con los ojos cerrados. Nos hemos saltado la escuela. Sonrío.

-Virgo...- digo.

-¿Otra vez? ¿No crees que ya es suficiente?- dice apartándose, yo hago una mueca de fastidio.

-Ay... Es que me gusta y tu también me gustas mucho y- Virgo pone un dedo en mi boca para que me calle.

-Mejor vamos a ducharnos y a vestirnos antes de que lleguen tus padres y tus hermanos del campo de tu tía. No les hará mucha gracia verme así contigo- dice recogiendo la ropa del suelo. Yo me vuelvo a tumbar en la cama.

Hace unos días mis padres y mis hermanos se fueron a la casa de mi tía para celebrar su cumpleaños. Yo convencí a mis padres para poder quedarme aquí con la excusa de que tenía muchos exámenes y empezaría a estudiar con Aries, Gem y Virgo. Al parecer coló pero uno de mis hermanos me miró levantando las cejas seguidamente.

-Voy a ducharme. Si quieres, puedes ir haciendo el desayuno- miro el reloj que hay colgado en una de las paredes de mi habitación - o mejor dicho: la comida.

Virgo sale cerrando la puerta y pocos minutos después se escucha el agua de la ducha.

A veces no puedo creérmelo. Mi relación con ella es demasiado perfecta. A pesar de llevar tan poco tiempo, ya quiero estar toda mi vida con Virgo.

Me levanto de la cama y me pongo solo los pantalones del pijama. Abro la ventana para que se ventile la habitación y salgo para ir a la cocina.

Al entrar, un pitido empieza a sonar. Mi móvil, que está encima de la encimera, está sonando. Lo cojo y veo qué es.

Papá: Llegaremos más pronto de lo previsto. Al parecer la tía nos ha echado de su casa antes de lo esperado.

Papá: diez minutos y ya estamos en casa.

Abro los ojos como platos. Joder.

Virgo date prisa!- corro por la casa.

Observo el salón. Está hecho una mierda. "Tauro, limpia el salón y barre la casa. No seas gorrino", recuerdo las palabras de mi madre.

Empiezo a recoger los cojines del suelo, ordeno el sofá y la mesita y cojo la escoba para barrer el suelo.

-Te lo dije: limpia la casa, no lo dejes para último momento- Virgo está cruzada de brazos en la puerta del salón. Le miro con pena, ella frunce el ceño pero cae rendida-. Mientras limpiaré un poco la cocina, date prisa- sonrío victorioso y termino de barrer.

La puerta de casa se escucha y mis hermanos entran por la puerta.

-¡Hemos vuelto pringao'!- se tiran en el sofá recién ordenado. Resoplo, con lo que me ha costado...

Virgo! -mi novia entra al salón y abraza al más pequeño.

-¿Te lo has pasado buen en casa de la tía? -a mis hermanos ponen cara de póker.

-La tía es la arpía más mala y arrugada del mundo. ¡Me obligó a hacerle un masaje en los pies!

-Pues al menos no tuviste que tender su sujetador...- me río señalando a mi hermano.

-¿Y vuestros padres?- Virgo se sienta a mi lado en el sofá.

-Aquí- mi padre entra con dos maletas a cada lado y mi madre detrás de él hablando por el móvil.

-Niños, tenemos que volver. Se nos ha olvidado una maleta y las pastas de la tía...

-¡Pero si eso está asqueroso!- yo me río.

-Ahora volvemos. Dejamos esto aquí. Nos vemos en hora y media- dice mi padre mientras le revuelve el pelo a Virgo.

-Adiós -se despiden mis hermanos alargando la o.

Se escucha la puerta de la entrada y después le pasó un brazo por los hombros a Virgo.

-Otra vez solos- digo besándole en la frente y le miro pícaro. Ella se ríe, pero se levanta del sofá.

-Tenemos una hora y media para limpiar bien la casa. Será mejor que empecemos ya.

💥💥💥💥

Sé que algun@s os esperabais que Capricornio y Escorpio iban a "chingar" primero, pero con Virgo y Tauro ya tenía esa parte escrita o más bien algo que ya lo ha a entender🐻

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