Twelve

Capítulo 39

Narra Capricornio

Hace dos días que no sé nada de Escorpio. Le pregunté a Acuario pero no sabe nada, e intenté contactar con Piscis pero ni rastro de él.

Camino en dirección a un Starbucks, esto me recuerda al primer día del curso y al primer día que conocí a Escorpio.

Pido lo de siempre y me siento justo en el mismo sitio de la otra vez. Me pongo a leer con el mismo EBook pero de funda diferente.

—Perdón —alzo la vista rápidamente, esperando a que sea Escorpio, pero me decepciono al ver que no es él, es Ofiuco—. ¿Puedo sentarme contigo? —asiento y se sienta delante.

—¿Chocolate caliente? —miro su vaso y él asiente.

—¿Capuccino con nata? —dice y asiento con una leve sonrisa—. Siento todo lo que hizo Dave con tu familia y eso —susurra con la cabeza gacha. Niego y suspiro.

—Sabía que mis padres no estaban pasando su mejor momento. Además, Dave me cae bien —río leve—. ¿No vas al instituto? —lo miro.

—Es pronto y no he desayunado —bebe y se mancha el labio de chocolate—. A parte, estoy huyendo de alguien —susurra alertado.

—¿De quién? —dejo el EBook a un lado.

—De un chico muy atractivo el cual me gusta pero yo no quiero aceptarlo por terco —asiente—. Se llama Vico, es amigo de Dave.

—¿Y por qué huyes? No te entiendo —frunzo leve el ceño. Empieza a decir cosas incomprensibles para mi persona y solo me entero de que quiere violarle—. ¿Y no crees que solo querrá hablar contigo? —se queda callado.

—Puede que tengas razón. Pero aún así me violaría.

Me hizo gracia y a partir de este momento Ofiuco y yo nos hicimos más amigos.

Un rato después me acompaña al instituto. Tenemos una divertida charla y minutos después llegamos.

—¿Irás a casa más tarde? —le miro. Él asiente.

—Lo intentaré, si Vico no me viola —río y niego—.

—Bueno, nos vemos después paranoico —entro en el gran establecimiento y los murmullos se hacen notorios. Hay un círculo de personas que hablan muy bajito. Alzo una ceja y me acerco a alguien—. ¿Qué sucede? —la chica a la que pregunto me mira.

—¿No te has enterado? Escorpio está en la cárcel por posesión de drogas —abro la boca y la miro incrédula.

—Sí claro... —río fuerte y voy a mi clase. Entro y veo que Acuario tiene las manos en la cara. Bufa de vez en cuando—. ¿Sucede algo? —la miro. Ella se destapa la cara.

—Han metido a Escorpio en la cárcel. ¡Por drogas! ¡Otra vez! —respira agitada.

—Pero él me contó que no se metía en eso —hago una leve mueca. Acuario ríe.

—Y también cuenta mentiras. ¿Tampoco te enteraste? Piscis está muerto —su voz se quiebra.

—Yo... Lo siento —susurro.

El día se hace largo y lleno de sorpresas. No veo a Leo ni a Aries y el único ruido que hay es el de los cuchicheos. Suspiro cansada mientras camino hacia mi casa. ¿Pueden pasar cosas peores?

Narra Leo

—¿Desde cuándo estás embarazada? —me acomodo en el banco del parque y me arreglo la chaqueta. Aries mira el suelo.

—Desde hace semanas, puede que un mes —susurro. Él me mira después de horas.

—Tú sabes que te amo mucho Leo—me mira a los ojos y yo asiento.

—Lo sé —mi tomo de voz es bajo.

—Quiero estar toda la vida contigo. Que vivamos juntos y que​ seamos felices —parece que lo suplique.

—C-claro...

—Tengamos ese bebé entonces —me mira lleno de seguridad. Abro los ojos como platos.

—Aries ni puedo... Yo no estoy preparada... Nosotros no estamos preparados...

—Sí lo estamos. ¡Nos amamos! Es es más que suficiente. Podremos cuidar de ese niño —toma mis manos—. Será el niño más feliz... —bajo la mirada y niego.

—No, Aries, no. No quiero que tengamos ese bebé. No va a ser feliz —su mirada cada vez se apaga más—. Yo no quiero tenerlo. No quiero vivir con un peso en la espalda.

Suelta mis manos y traga saliva.

—¿A caso no me quieres, Leo? —su mirada me transmite tristeza... Y decepción.

—Claro que te quiero. Es más, te amo, con todo mi ser. Pero yo ahora no quiero niños... A penas nos quedan unos meses para acabar el curso y empezar la universidad.

Aries resopla. Se levanta y camina de un lando a otro.

—Te propongo poder ser felices y tú me rechazas.

—¿Es que no podemos ser felices de otra forma? Repito: ¡somos jóvenes! —lo miro y muerdo fuerte mi labio.

—¡No! ¡No hay otra forma! Ese niño nos puede unir más  de lo que ya estamos —me mira suplicante. Niego.

—No voy a tener ese niño.

—¿Y entonces qué haras? ¿Tenerlo y darlo en adopción? —niego. Sus ojos me miran aterrorizados.

—Voy a abortar. Ya he reservado cita... —lo miro con una expresión dura. Él ríe amargamente.

—No puedes hacer eso con un bebé. ¡Es un ser vivo!

—Sí que puedo y ni si quiera es un bebé. Solo es un puñado de células creadas accidentalmente por no usar un puto condón —respiro agitada.

—Te equivocas Leo, vas a hacer que maten a un bebé... —cada vez se va alejando más. Yo niego—. ¿E-estás segura de lo que vas a hacer?

—Sí. Nunca lo he estado tanto —susurro. Aprieta los puños intentando aguantar la rabia.

—No me esperaba esto de ti, Leo...

—No quiero seguir contigo. Si no aceptas mi opinión ni lo que quiero hacer con mi cuerpo... No me queda otra que dejarte —¿Por qué mierda estoy diciendo esto? Aries es mi vida entera.

—¿Qué? No... No, por favor... —balbucea.

—Lo siento —me levanto y salgo corriendo.

Estúpida. Eso es lo único que puedo decir. Soy una estúpida e irresponsable. Amo a Aries y lo único que se me ocurre es dejarlo.
Perfecto Leo, una cagada más.

🐻🐻🐻🐻

Hola 😀. New cap, disfrutadlo 😍😄😗😒😉😂😒

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