Capítulo 37

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Narra Acuario

La alarma del despertador suena y bostezo. Las vacaciones de invierno han acabado y hoy empieza la rutina, la jodida rutina. Me levanto y me visto, con los ojos aún un poco cegados por el sueño. Me hago el desayuno y me lo como, lavo mis dientes y solo queda esperar a Géminis para que me recoja. Me siento en el sofá y reviso mi móvil. No he tenido noticias de Piscis en todas las vacaciones y de Escorpio solo sé que no lo ha pasado muy bien.

Suena el timbre y me levanto con una amplia sonrisa. Antes de abrir la puerta intento esconderla.

—Hola —Géminis sonríe y me da un beso corto. Sonrío leve.

—Hola —tomo mi mochila y salgo de mi casa.

—Hoy iremos andando, mi coche se averió —asiento mientras ando al lado de mi novio.

—¿Cómo has pasado esta semana en el pueblo de tu abuela? —le cojo de la mano, él entrelaza nuestros dedos.

—Bien. Mis primos siguen igual de locos y la abuela nos obligó a comernos toda la comida, he ganado tres kilos —se da palmadas en la barriga. Yo me carcajeo y le doy un golpecito con el dedo índice en ella.

—Así estás más mono —sonrío. Géminis deshace nuestro agarre para pasar un brazo por mis hombros y acercarme más a él.

—Ahora soy un osito rechonchito —reímos y llegamos al instituto.

Entramos y busco con la mirada a Cáncer.

—¿A quién buscas? —dice Géminis.

—A Cáncer, ella se fue de vacaciones con Piscis y no he sabido nada de él, me preocupa —sigo buscándola. Géminis asiente lentamente.

Caminamos durante unos minutos hasta que veo a la rubia con sus dos amigos, voy hacia Cáncer a paso rápido.

—¡Can! —la llamo y ella se gira enseguida. Miro su rostro y unas pequeñas ojeras moradas pueden distinguirse en su piel.

—Hola... —susurra. Miro a Sagitario, ella mira a Libra.

—Oye Cáncer, Libra y yo vamos a clase— la rubia pone una mano sobre el hombro de su amiga—.Tú tienes que hablar con AcuarioCáncer asiente y miramos cómo sus dos amigos, que ahora son novios, se van hacia un aula.

—Yo también me iré, ¿nos vemos ahora? —miro a Géminis asintiendo. Él se va y nos deja solas.

Sigo mirándole hasta que desaparece al doblar por el pasillo. Miro a Cáncer y veo que tiene los ojos llorosos.

—Vamos al patio —asiente y vamos.

Salimos por la puerta que lleva al gran patio del instituto, nos sentamos en un banco y miro a Cáncer. Ésta mira el suelo y entrelaza sus dedos.

—¿Qué ha pasado con Piscis? —le digo calmada, trago saliva cuando me mira a los ojos, su expresión es cansada y triste. ¿Qué habrá pasado?

—Como sabrás, Piscis y yo nos fuimos de vacaciones a la casa de su abuela —asiento—. E-era nochebuena y Piscis me propuso ir a un invernadero precioso, le dije que no, ya que el clima estaba terriblemente mal y llovía muy fuerte. Él siguió insistiendo y no tuve nada más que aceptar.

Cáncer continúa contando la historia, cómo lo pasaron de bien con la familia y cómo era de hermoso el invernadero.

—Entonces, a la hora de volver a la casa, íbamos a mitad de camino y a Pi se le olvidó algo. Volvió y en un abrir y cerrar de ojos cayó en un pozo —abro los ojos como platos.

—¿Cómo está? —miro a Cáncer un poco desesperada.

—Fui corriendo a la casa y se lo dije a sus familiares, en seguida llamamos a los bomberos, o a la policía, no sé, pero tardaron mucho. Rescataron a Piscis y... —una lágrima cae en su mano, trago en seco esperándome lo peor—. Piscis estaba muerto.

En breves segundo puedo notar cómo las lágrimas invaden mis ojos y mejillas. No puede ser, ¿Piscis está muerto?

🙆🙆🙆

Narra Tauro

Llegué a mi casa por la noche, después de haber ido a cenar con Virgo y de haber corrido bajo la lluvia. No había nadie en casa, así que aproveché para ir en bóxer por la casa y comer algunas golosinas. Me tumbé en el sofá y puse en la televisión un programa a lo random. Una media hora después el timbre de casa sonó, fui a abrir y me quedé anonadado al ver quién era.

—¿Rina? —miré a la chica que era la ex novia de mi amigo Aries. Ella estaba empapada y tiritando, no pude evitar sentir pena. Llevaba unas ropas que no eran apropiadas para la época del año.

—H-hola... —me miró y me quedé quito unos segundos después reaccioné.

Pasa— me hice a un lado y la dejé pasar—. No voy a ayudarte a volver con Aries si es lo que quieres —advertí, Rina negó.

—¡No! Yo solo necesito ayuda —pude notar que estaba llorando. Cerré la puerta.

—¿Qué te ha pasado? —la miré más atento y vi que tenía la ropa rasguñada y sucia, unos cuantos moratones en las piernas y un arañazo en la cara.

—Iba por la calle y un chico me empezó a seguir —hablaba tan rápido que casi no la podía entender—. Yo me asusté y caminé más rápido pero él me empujó a un callejón y empezó a tocarme. Yo... —el llanto se hizo más notorio.

—No hace falta que cuentes más.

Durante unos días acogí a Rina en mi casa, mis padres estaban de viaje y mis hermanos con ellos. Ponía excusas a Virgo para que no viniera.

—Gracias por acogerme todo este tiempo —Rina me miró a los ojos y yo a ella—. Eres muy buena persona, Tauro.

—Gracias...

Y a partir de ahí empezó todo. Me besó y como si no estuviera siendo consciente de lo que hacía, le seguí el beso. Más tarde los dos terminamos entre las sabanas con los cuerpos desnudos.

Me sentí tan culpable que corté con Virgo, haciendo como si estuviera enojado. Y lo estaba, conmigo mismo.

Camino hacia el instituto en silencio, con la mirada de algunas personas encima de mi espalda. Voy mirando de reojo, a ver si encuentro a Virgo. Dejo las cosas en mi taquilla y al cerrarla la veo.

🙆🙆🙆

Hola jijiji 😂. Tengo una explicación para todo el tiempo que he tardado en escribir y seré sincera: no tenía ganas. No me sentía inspirada y lo dejé, me di unas pequeñas vacaciones y ya estoy de vuelta😌

Se acerca el salseo y el final 🌝

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