Capítulo 25

1.8K 125 9
                                    

Narra Leo

-¿Has intentado convencerles?- le digo a Capri. Estamos en su habitación sentadas en la cama.

-No me deja ni salir al jardín trasero. Sólo al instituto y ya- dice mientras se recuesta en la cama.

Ya han pasado cuatro meses desde que empezamos el año escolar y casi tres desde la fiesta de Libra. Las vacaciones de invierno ya han empezado y mi noviazgo con Aries es perfecto.

-Pero pronto es tu cumpleaños, tienen que dejarte salir- le digo.

Desde que el padre de Capricornio la vio con Escorpio ha estado castigada sin salir desde la fiesta. Solo tiene permitido que entre yo a su casa.

-Ya sabes como es mi padre. Él no tiene derecho a esto, ¡nunca está en casa!- Capri coge una almohada y se la pone en la cabeza. No es fácil ver a Capricornio con esta actitud de niña pequeña.

-Por cierto, ¿qué hacías con Escorpio?- Capri se saca la almohada de la cabeza y me mira.

-Se ofreció a llevarme a casa. Solo eso y nada más - dice poniendo énfasis en las últimas dos palabras.

-Vale. Oye, yo me tengo que ir. He quedado en una doble cita con Aries, Tauro y Virgo. ¡Vamos a esquiar!- mi amiga me mira con cara de asesino en serie-. Ups, lo siento. Me voy- le doy un beso en la mejilla y me levanto de la cama-. No intentes convencer solo a tu padre, mira a ver si tu madre pica- me desoído con la mano y ella me saca el dedo medio con amor.

Salgo de la gran casa y voy hacia la parada de autobús que hay unas tres calles más arriba.

Llego a la parada y me siento para esperar al autobús. Me restriego las manos y me acomodo el abrigo. Estamos en pleno invierno.

A lo lejos veo a Ofiuco.

Ofiu! - grito, él se gira y sonríe al verme.

-Hola, Leo- nos abrazamos-. ¿A dónde vas?

-Estoy esperando al autobús para ir a la estación de patinaje sobre hielo. ¿Y tú? - Ofiuco levanta las cejas.

-He quedado con un chico- sonrío.

-Me alegro- el autobús llega-. Bueno, me tengo que ir. Adiós Ofiu- le doy un beso en la mejilla y subo al autocar, él se despide con la mano.

Me siento en los asientos de atrás, en el lado de la ventana. Miro como la gente pasa por la calle.

Unas paradas más tarde bajo del bus y voy en camino a la estación de patinaje.

-¡Hey!- un brazo rodea mis hombros y sonrío. Aries me estrecha contra él- ¿Estás preparada?- me besa.

-Sí. Tengo muchas ganas de patinar- le digo mientras empezamos a andar-. Virgo me dijo que también tenía muchas ganas.

-Lo siento, pero Virgo y Tau no van a poder venir. Hoy es nuestro día- me acaricia una mejilla-. Nosotros dos solos- asiento sonriente y llegamos al sitio.

Hay gente por todas partes patinando en la gran pista. Un Santa Claus reparte chuches a los niños y en una especie de puesto es dónde dan los patines.

-Ven, vamos a por los patines- Aries me lleva al puesto-. Hola. Unos de la talla cincuenta y dos, y otros de la talla...

-Treinta y ocho.

El chino nos da los zapatos y vamos a un banco a ponérnoslos.

-Ya verás. Vas a aprender de un profesional- dice Aries mientras pone una expresión de superioridad. Entra a la lista, ya con los patines puestos, y se cae de culo nada más dar dos pasos. Yo me río a carcajadas.

-Profesional dice- no puedo parar de reír. Aries me estira de la mano. Yo pego un grito porque caigo encima suya-. Oye, has estropeado mi peinado- me quejo con un tono infantil e irónico. Aries se ríe.

-Ahora sí. Vas a ver cómo lo hace un experto- nos levantamos del suelo de hielo y me apoyo en la barandilla, mientras, Aries empieza a patinar da un lado de la lista a otro. Lo hace muy bien. Se acerca otra vez adonde estoy-. Ahora tú.

Trago saliva y me despego de la barandilla con miedo. Mis pies tiemblan, tengo miedo a resbalarme.

-Aries ayuda- no sé como, pero los patines se van solos con el hielo y me voy acercando al centro sin hacer nada.

-¡Mueve los pies como si andaras pero a zancadas suaves!- hago lo que él dice y consigo controlar, más o menos, mis pies en el hielo.

-¡Mira! Estoy patinando- me muevo por la pista, Aries me persigue por detrás.

-Para parar tienes que poner el talón así, despacio- Aries se pone delante mía y hace lo anterior dicho. Le imito, pero me tuerzo un poco el tobillo.

-Au...- me agacho y me toco el tobillo.

-¿Estás bien? Vamos fuera- paso mi brazo por los hombros de Aries y me levanto.

Salimos de la pista, ¿cómo puede andar con los patines en tierra?, y nos sentamos en un banco cercano. Aries me quita el patín con cuidado. A veces parece una persona despreocupada e irresponsable, pero es muy cariñoso y se preocupa por los suyos. A veces me siento muy afortunada de tenerle como pareja.

-¿Pasa algo?- Aries deja el patín en el suelo y me mira.

-Nada, cariño- sonrío socarronamente y él se sonroja un poco.

-Lo tienes un poco hinchado. Voy a por los zapatos tú espérame aquí- va andando con los patines, parece un pato mareado.

Mientras va a por los zapatos, miro a la gente. Hay una familia patinando, uno de los niños se cae y su padre va a ayudarle. ¿Tendremos Aries y yo una familia así?

-Toma- dejo mis pensamientos a un lado y cojo mis zapatos-. Si quieres te dejo en casa.

-Tranquilo, creo que puedo andar- me pongo los zapatos y me levanto con cuidado. El tobillo no me duele al mover el pie-. Vamos a un Starbucks, quiero algo calentito.

Salimos cogidos de la mano de la pista de patinaje. Cerca hay un Starbucks así que no tardamos mucho en llegar.

Entramos al local y cada uno pide su café. Nos sentamos en una mesa cerca de la ventana, las demás están ocupadas.

-Aries- digo, él deja de beber de su café.

-Dime.

-¿Crees que tendremos una familia? Me refiero, una casa, niños...

-¿Niños? ¿No crees que es demasiado pronto para hablar de eso? Digo, llevamos menos de un año saliendo- dice mirando de un lado a otro.

-No, tonto. Cuando seamos adultos e independientes. Me encantaría vivir el resto de mi vida contigo- me sonrojo y bebo de mi café. Él sonríe tontamente.

- Y yo- Aries me coge de la mano.

📞📞📞

La historia está posicionada en las vacaciones de invierno 😁

Votad 🌠

TwelveDonde viven las historias. Descúbrelo ahora