Capítulo 32

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Narra Piscis

Miro cómo Cáncer juega con mi primo pequeño. Cáncer es la persona más importante en mi vida, no sé qué haría sin ella.

Hoy es noche buena y mi abuela, mis tías y mi madre preparan la cena. Yo solo veo la televisión, aunque estoy más atento a Cáncer. Tengo pensado enseñarle el lugar que le comenté cuando llegamos, quiero estar a solas con ella un rato. Desde que vinimos mi familia no ha parado de preguntarle cosas a Cáncer y no nos dejan tiempo para estar juntos.

-Cáncer- me acerco a ella por detrás y la abrazo. Antes me daría vergüenza hacerle esto a una chica-. Esta noche nos escaparemos un ratito de la cena, quiero enseñarte algo- le susurro. Ella se estremece y se gira para abrazarme.

-Vale- un leve rubor aparece en sus mejillas y nos damos un beso de esquimal.

-¡Buenas!- se escucha desde la entrada, mi primo Ian entra con un chubasquero puesto y las botas de agua en la mano derecha-. Llueve a cántaros.

Mis tíos y mi padre entran sacándose el abrigo. Ian viene hasta el sofá dónde estamos Cáncer y yo sentados. Se sienta al lado de mi novia y pasa un brazo por el respaldo.

-Tendrías que haber venido, Piscis- dice para molestarme.

-Sabes que no me gusta ir a pescar- digo acercando a Cáncer a mi.

-Eso lo dices por lo que pasó- se acerca a Cáncer.

-¿Qué pasó Piscis?- Cáncer nos mira curiosa a Ian y a mi.

-Algo que ahora mismo no nos debe interesar...

-Fue hace unos años, fuimos a pescar y...

-He dicho que no nos interesa- digo cortando a Ian. Él hace una mueca de fastidio y se levanta.

-Mejor voy a darme un baño caliente, ciao- se despide y sube las escaleras.

-Lo siento por insistir- dice Cáncer, paso un brazo por sus hombros y le beso la frente.

-Tranquila, ya tendré tiempo de contártela. Pero ahora no me siento capacitado para hacerlo - le sonrío y ella también.

🎇🎇🎇

-Riley, tú siéntate al lado de tu primo.

-¡Pero que allí no llego a la salsa de tomate!

-¡Pero que me da igual!- la abuela Juno elige nuestros puestos.

Esta vez ha sido buena y le ha puesto a Ian lejos de mi, y Cáncer está a mi lado. Tenemos las manos debajo de la mesa entrelazadas.

-Piscis- susurra-, tengo ganas de que me enseñes ya ese lugar secreto- dice con una sonrisa.

-Tranquila, después de la cena te llevaré.

Los truenos y rayos retumban. Una ventana se abre y entra agua de la lluvia.

-Sí que hace mala noche, espero que mañana esté mejor el tiempo- se queja mi madre y va a cerrar la ventana.

-Hay que llevar cuidado. No es normal que el tiempo esté así...- mi tío mira la lámpara, de la cual, las bombillas paparpadean-. Puede que se nos vaya la luz en cualquier momento.

El salón se vuelve oscuro. Noto cómo Cáncer se abraza a mi.

-Tranquila- digo mientras busco mi móvil en el bolsillo, pero no está.

-Iré a buscar unas linternas, que nadie se mueva- se escuchan los pasos de mi padre moverse por la casa.

¡Puedo aprovechar ahora que está todo oscuro!

-Cáncer vamos- digo levantándome con sigilo, aunque con el jaleo que están montando mis primos seguramente no me escuchen.

-Pero está lloviendo muy fuerte, ¿no crees que es mejor ir en otro momento?- su te de voz se escucha preocupado.

-Es que no puedo esperar para enseñartelo. No nos pasará nada, está un poco cerca de la casa, es seguro. Además, ¿cuándo podremos estar solos sin que nos molesten?

-Mmm... Vale. Pero solo estaremos un ratito, no quiero que te pase nada malo - Cáncer no lo ve, pero tengo una sonrisa en la cara.

-Entendido, yo tampoco quiero que te pase nada- intento darle un beso en ka boca, pero acabo dándoselo en la nariz.

Reímos y nos levantamos con cuidado.

Salimos de la casa. El viento nos pega en la cara al igual que la lluvia. Los rayos y truenos nos iluminan.

-¡Creo que debemos volver! -grita Cáncer.

-¡Ahora no te puedes echar atrás! -me mira insegura.

-¡Está bien!

Salimos del porche a paso rápido, tendríamos que haber cogido un chubasquero, el agua nos está calando.

-¿Cuánto falta?

-¡No queda mucho, estamos a punto se llegar! ¡No te preocupes!

Llegamos casi corriendo. Respiramos exhaustos, hemos llegado a salvo.

-¿Qué es este lugar?- pregunta Cáncer mirando a su alrededor.

-Ahora verás.

Con la poca luz que ilumina el sitio, busco los interruptores y al encontrarlos enchufo las tenues luces.

-Esto es lo que te quería enseñar. Pude que sea un simple invernadero, pero aquí he pasado los mejores momentos de mi infancia.

-Para nada, es precioso. ¿Todo esto lo ha plantado tu abuela?

-La mayoría, algunas plantas han sido plantadas por otros familiares. Esas flores que hay ahí- digo señalando a unas flores azules-, las planté yo. Y un poco más allá hay un árbol pequeño plantado por mis padres y yo.

-Es increíble Piscis- se acerca mi, me besa en la boca-, eres increíble.

Le devuelvo el beso. Estamos un buen rato besándonos, riendo y viendo las plantas. También esperamos un poco a se seque la ropa.

-Creo que ya es hora de que volvamos, deben de estar preocupados- digo.

Ayudo a Cáncer a levantarse del suelo y salimos del invernadero. Parece que la lluvia ha cesado un poco, pero sigue habiendo viento y algún que otro trueno.

-Vamos- le cojo de la mano mientras salimos corriendo.

Cuando ya llevamos unos minutos andando a paso rápido (hemos dejado de correr porque nos podíamos resbalar en el barro), me paro bruscamente.

-Mierda, se me han olvidado las llaves- digo tocando los bolsillos de mi pantalón-. Ves tú a casa, ahora voy yo.

-Mejor me quedo aquí- dice.

Asiento, pero cuando doy unos pasos noto cómo caigo por una cuenta.

Piscis!- eso es lo último que escucho y el negro es lo último que veo.

🎇🎇🎇

¿Próxima pareja? 😁

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