A la Medida.

Capítulo 13.

LYLA.

Chris a mi lado me sonríe suavemente para acto seguido acariciar mi mano que está sobre la mesa. No deja de mirarme, sus ojos color café me escanean como si fuera un tesoro preciado de obtener. Desvío mi vista para mirar a los niños jugar; Thiago y Christian suben por el tobogán y Tommy habla con una niña de cabello castaño claro mientras caminan por las escaleras.
Chris nos invitó por unos helados a McDonald's, últimamente estamos viniendo para esta franquicia del payaso. Con Nicholas y con Christoper.
El sonido de un celular llama nuestra atención y puedo observar un “Paulina” en el Nokia del castaño. Él coge la llamada rápidamente y se levanta del asiento sin antes hacerme una seña de que ya viene, asiento y lo miro contestar algo molesto debido a su ceño fruncido. Me levanto para caminar hasta donde están los pequeños y me encuentro con Christian que habla con Thiago.

—¿Ya nos vamos, mamá? —pregunta Thiago con sus zapatos en las manos.

—No lo sé. Aunque es algo tarde y la mamá de Christian debe estar preocupada por él.

El niño no responde, sólo asiente para ir en busca de sus zapatos. Nunca he tenido conversaciones a solas con el sobrino de Chris, sólo cuando están los niños o el mismo Chris. Es un niño demasiado tierno y tímido, es lo opuesto a Thiago en comportamiento.

—Mi hermana llamó, quiere a su hijo de vuelta. Creo que es hora de irnos —sonrió metiendo las manos en su bolsillo.

—¿Paulina es tu hermana?

—Sí.

—Me gustaría que la invitaras un día a pasear...

—Siempre está ocupada, por eso siempre me encargo del niño yo.

—¡Hasta luego, Tommy! —una niña pequeña agita su mano y mi hijo mayor mueve la suya para despedirse.

—¡Adiós!

—Hey galán, ¿ella es tu novia? —pregunta mi amigo.

—La conocí hace rato, se llama Kristina. Es genial.

***

Chris cargaba entre sus brazos a Tommy y yo a Thiago. Él dejó su auto encendido ya que su sobrino está adentro pero al igual que mis hijos está rendido.
Al caminar por el pasillo me extrañó no encontrarme con Nicholas sin embargo el pensar que debe estar revolcándose con su novia me dan ganas de vomitar. A simple vista se mira que una chica fácil aunque yo no soy quien para criticar a alguien, es su vida.

—¿Lo dejo ahí? —preguntó él, afirme para que lo dejara en la cama y sin mas, me di cuenta de la diferencia entre Chris y Nicholas...cuando mi compañero de cuarto lo dejaba sobre la cama despeinaba su cabello y lo miraba paternal en cambio Chris lo dejó ahí me miró para salir de la habitación. Acosté a Thiago en su otra habitación y al salir me encontré con Chris de pie en su celular escribiendo.

—Gracias por los helados, Chris. Los niños y yo la pasamos genial —comente acercandome a él.

—Cada momento a tu lado es genial, bella —suavizó, sus pasos eran cada vez mas cerca hasta mí. —Sé mi chica, Lyla. Porque juro que me traes tan loco que ni imaginarias lo tanto que pienso en ti —dijo para acercarme a él y presionar sus besos sobre los mios, la dulzura en ellos me hizo corresponderle.

—Chris yo...—fue lo único que salió de mi voz, estoy helada y siento mis manos temblar.

—Di que sí, bella. Dale una oportunidad a este hombre loco —con la yema de sus dedos acarició mi mejilla.
Necesito darme una oportunidad, una a los niños y olvidar todo el mal que nos causó Thomas Parker. Moví mi cabeza en asentimiento y Chris abrió su boca sin creerlo, me apegó a él para besarme repetidas veces. —La amo señorita, ¡la amo tanto! —exclamó, puse mi mano en su boca para que no despertara a los niños.