EPÍLOGO

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La vida da tantas vueltas, un día estas arriba y otro abajo, en un momento sufres y luego todo es felicidad. Los días transcurren tan deprisa que yo, no podía creer que hoy se cumple un año de que mi Nicolle Isabel llegara a éste mundo en la mansión de un matón obsesionado conmigo y aun no creo que quien haya ayudado a traer a mi hija al mundo sea un rubio loco que no cree en el amor, ella nació justo cuando debía y en el momento que su padre y mi ahora esposo, nos encontró. Nick en ese momento lo primero que hizo fue desmayarse, sí, después de todo lo que pasó al entrar a verme cerró sus ojos y cayó en brazos de Caleb. Después de llevarnos al hospital mas cercano y a los dos días de regresar a casa dimos una sorpresa a mis niños que en todo el tiempo que estuve encerrada crecieron, cada día mas galanes. Puedo recordar a Tommy derramar lágrimas y correr hasta mí, Thiago por lo tanto se acercó a mirar a su hermanita y me preguntó que le traía del lugar en donde estaba.

Nico aplaudía con sus manitas en mis brazos, al terminar la canción acerque su cuerpecito para que apagase su velita numero uno. Todos aplaudieron y besé a mi hija en su mejilla para que su padre la tomara.

—Feliz primer añito,mi princesita —dejó un beso en su frente Nicholas. — Antes de picar la torta me gustaría decir algo, quisiera darle las gracias a cada uno de ustedes por acompañarnos a celebrar el cumpleaños de Nicolle, de celebrar su primer año con nosotros. —a nuestro lado nuestro amigo rubio y el castaño Caleb hacen como si lloraran —. Quiero agradecer a los idiotas de mis amigos, son ustedes —señaló a los chicos —, por acompañarme hasta el final. Agradecer a mi amigo que ahora es de la familia, Ryan Jones. A mi familia, a los niños por ser paciente con nosotros, a Gonzalo, a Molly y como olvidar a mi no tan cachorro amiguito, a Tayron y a Thomas pero mas que todo quiero agradecerle a mi amor, por ser tan fuerte y darme la fuerza que necesito. Creo que sabes que te amo, ¿no? —se giró hacia mi, con sus ojos benditos que me encantan.

—¡Aww! Mira lo que no te pasara por feo, Scott. —comentó Caleb arruinando el momento.

—¡Caleb, cielo! Estas arruinando...—cruzó sus cejas Molly con el no tan pequeño Will.

—Esta bien, hago silencio. —murmuró.

Me acerqué a los labios de mi esposo y los besé, sintiendo aquel cosquilleo por todo mi cuerpo como la primera vez, nuestro amor seguía intacto. Todos se unieron en un coro con Caleb de un Aw.

—¡Queremos pastel! —gritó Scott, haciendo que nos separemos y soltaramos unas risas.

Mi amigo rubio se ha convertido en un doctor graduado en la especialidad de cardiólogo y parece que le ha ido bien, tiene su propio apartamento. Se cortó un poco el cabello y parece mas serio pero aun sigue sin buscar una muchacha seria y piensa que no todo en la vida es amor, lo cual esta erróneo. Scott se convirtió en parte de mi familia desde el día en que me ayudó, ahora es padrino de la pequeña Nicolle Isabel Lowey Cowell.

—Mamá, ¿podemos quedarnos en casa de papá ésta noche? —Tommy se aproximo hasta mí con su padre y su hermano.

—¿Tiene que ser ésta noche? Se pueden quedar mañana que es sábado hasta el domingo.

—¿Podemos? —cuestionó Thiago.

—Mañana.

—Está bien. Te amamos ma. —comentó mi hijo segundo para salir corriendo con su hermano.

—Tommy te ha dicho papá. —sonreí con mis brazos cruzados.

—Me ha costado mucho pero al fin lo dice, nunca debí merecerlo.

—Sé que no eres un mal hombre, has cambiado. Ya no eres el mismo de antes y estoy orgullosa de ti.

—Me alegra que seamos amigos.

A la Medida.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora