Capítulo 5.

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LYLA.

El hombre a mi lado no deja de hablar, parece nunca callarse no es que no me interese que lo han ascendido y que vive en una nueva casa y que anda soltero,sólo que...en mi hogar hay un desastre por recoger y mi tiempo es escaso.
Christoper me mira sonriente, y sonrío asintiendo como si estuviera al tanto de lo que habla. Chris, el tipo del colegio, es un genial hombre y un gran tío que busca a su sobrino Christian todos los días debido a que su hermana no puede.
Thiago enseña sus cartas a Christian mientras Tommy no deja de mirar al hombre esperando en cuando termine de hablar.

—Es muy agradable lo que me cuentas,Chris. Pero ya me tengo que ir. —pido una disculpa mientras acomodo un mechón de mi cabello tras mi oreja. Él guarda sus manos en los bolsillos de su pantalón.

—Lo siento, creo que te aburrí. —mostró sus dientes en una risa.

—Oh no,no. —hablé rápidamente —. No es eso,creeme. ¿Sabes? Tengo que ir a casa y recoger todo el desastre que dejó Thiago.

—Entiendo. Bueno, ya es hora de que lleve a Christian a su casa, con su madre. —rodea a su sobrino con su brazo.

—¿Nos vemos mañana,no es así?

—Sí...adiós,Lyla. —mueve su cabeza hasta mi y besa mis dos mejillas. Hace un ademán con su mano para despedirse de mis hijos.

—Hasta mañana,Chris.

—Te llevaría pero mi camioneta esta en el taller y mi amigo vendrá por nosotros.

—No te disculpes,lo sé... Gracias de todas formas.

Thiago aprieta mi mano sin embargo su hermano no lo hace.
Despeino el cabello castaño del pequeño Christian para continuar. Tommy camina a paso rápido, sin siquiera mirarme y no dejo de pensar que algo estoy haciendo mal, él no era así conmigo y su comportamiento me preocupa mucho.




Al llegar a casa cierro mis ojos. Esto es un completo caos...una locura. Juguetes de aquí hasta allá regados, carros a control remoto, Max Steele por doquier y juguetes de todas las marcas. Su padre cuando aun era buena, le regala por montones y ahora si supiera que estaría recogiendo muñecos todo el santo día no habría permitido que Thomas Parker llegara con cajas de regalo. Thiago aventa su bolso y se tira al suelo para jugar, Tommy al parecer va hasta su cuarto y suelto un suspiro.
Recojo mi cabello en una coleta desagradable y despeinada para limpiar antes de que el ladrón llegue y denuncie de que no estoy cumpliendo con la norma de no mantener la casa limpia.

—Hijo —llamo la atención de Thiago —¿Puedes ir arriba con tu hermano mientras recojo éste desastre? Por favor. —acaricio su cabello.

—¡Está bien, mami! —exclama para levantarse como un rayo y salir corriendo.

Respiro hondo. No sé por donde comenzar, quizás en guardar todo y así lo hago. Busco la caja de juguetes para meter todo adentro, mover los muebles y acomodar. Desinfectó, limpio los pisos de porcelana.

—¿Qué problemas puedes tener,hijo? Tienes todo lo que quieres y te mimo mucho pero aun no entiendo que esta sucediendo con nosotros. —digo en susurros, Tommy me mira con el ceño fruncido.

—¡Prometiste que seria feliz! —alzó su voz y pude notar como una lágrima resbaló por su mejilla. Mi corazón dio un vuelco, no hay nada que odiara mas que alguno de mis hijos sufriera. Intento abrazarlo sin embargo me aparta.

—Tommy,bebé...no llores. No mi amor, me rompes el corazón.

—Dejame...—su labio temblaba. Mi corazón late rápidamente, las palabras de Tommy parecen estacas que se clavan en mi pecho.

A la Medida.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora