A la Medida.

Capítulo 47.

LYLA.

Dos meses han transcurridos desde entonces, dos meses llenos de sentimientos. Tommy cumplió once años, realmente no puedo creer que aquel niño ya sea casi un adolescente serio y todo un galán. El pequeño Will esta desfilando para una tienda de ropas de niños donde le toman fotografías y dentro de poco le toca pasarela, mi amiga se encuentra mas que feliz. Han puesto una demanda por los mensajes y desde hace una semana que no recibo mensajes de Christoper. Todo no puede ir mejor, sólo que hay un detalle. Mi carácter se ha vuelto un poco bipolar, aveces me gusta pelear con Nick y de pronto lo lleno de besos y ni siquiera él me comprende.

Estamos en McDonalds, Scott, Molly, su bebé y Thiago, ya que Tommy esta en practica. Charlando entretenidamente.

—Mi tía puso la demanda en la policía al no encontrarme, regrese dos días después de una borrachera. La paliza que me llevé ese día fue épica, mi tía estaba por llorar y de pronto me lanzó un florero. —comentó entre risas el rubio, nosotros reímos al escuchar sus locuras que hizo cuando tenia solo dieciséis.

—Si William me llega a hacer algo así, lo mando a un internado. —cuenta Molly, mientras le da un poco de helado a su hijo.

—Nunca mas volví a hacer algo así, no fue a los dieciocho que lo hice de nuevo. Antes de venirme a estudiar en Nueva York. 

—¿No la extrañas? —pregunte viendo a Thiago hablar con una niña en el parque.

—Todas las noches me llama. Ésta navidad no sé si pueda pasarla con ella y mi tío.

El celular comenzó a vibrar, el de Molly que de inmediato atendió la llamada.

—Está bien, Richard. Voy para allá —Molly nos mira —. Tenemos que irnos, mi amigo nos quiere para una sección fotográfica. Recuerden que este sábado es el desfile de mi bebé. —dijo levantándose. Besé la frente del pequeño Will.

—¿Osea pasado mañana? ¿tan pronto? —cuestionó Scott.

—Sí. Voy a que le prueben unas cosas de otoño. Adiós chicos. —nos dice agitando su mano para irse.

—Ya debemos irnos, hay que buscar a Tommy en la casa del niño Ian. —el rubio se levantó, tenemos que buscar a mi hijo a casa de su amigo donde esta practicando. Llame a Thiago que se puso los zapatos y nos fuimos.

***

—Mami —Thiago esta muy tranquilo, parece pensativo.

Nicholas me hace una seña preguntando qué sucede, lo cual no se responder. Estamos sentados cenando sándwich con jugo de naranja. Tommy me mira, al parecer sabe de que va a hablar su hermano.

—¿Sucedió algo en el parque?

—Ya estoy bastante grande para entender, tengo nueve años, ¿te conté que tengo una nueva amiga? Ella es como de tu tamaño. Y...quiero saber, ¿tú fuiste la culpable de que...papá haya sido tan malo? Tú le decías que no nos quería, ¿por qué? —su tono de voz se fue quebrantando.

Mi respiración se comenzó a agitar. Haciendo que mis manos temblaran, deje el vaso de lado y mire a Tommy que agachó la cabeza.

—¿Qué dices, hijo?

—Papá no fue el malo... Fuiste tú. Tú hiciste que él no nos quisiera, yo no entendía y ahora...—no dejó que terminara de hablar cuando Tommy habló, Nicholas esta estático sin decir siquiera algo.