Capítulo 5 - Mi imbécil.
Ashley's POV
Desperté envuelta en el cálido abrazo de Charlie, quien parecía estar en medio de una maratón de sudoración nocturna, además del incesante cosquilleo que algo provocaba en mis labios.
Solté un suspiro sofocado, mientras entreabría los ojos apenas por un segundo para apartar el cabello de Charlie de mi rostro, lanzándolo hacia el otro lado para que quedara sobre su cabeza.
-Charlie-, murmuré su nombre porque, sin necesidad de mirar el reloj, sabía que ya era tarde. Pero, sin dar señales de despertarse ante mis leves sacudidas, mi querida amiga simplemente se giró dándome la espalda.
Esa era una de esas pequeñas cosas que lograban ponerme de mal humor. Odiaba ser ignorada, y aunque sabía que ella estaba durmiendo, si estuviera en mi lugar, ya estaría despierta.
-Charlie-, repetí, esta vez con un tono un poco más irritado, recibiendo solo un leve murmullo de respuesta de parte de mi amiga. -Es hora de levantarse, tenemos cosas que hacer-, enfaticé la palabra "cosas" para intentar motivarla a levantarse, lo cual pareció surtir efecto.
Ella se sentó, restregándose los ojos y mirando somnolienta el reloj. Permaneció quieta durante unos segundos y luego saltó, sobresaltada.
-¡Mierda, Ashley!-, gritó un poco enfadada. -¡Me podrías haber despertado antes, estúpida!-, continuó, pasando las manos por su rostro. La miré entre sorprendida, incrédula y molesta. ¡Ya lo había intentado, por Dios!
-¿Estás tonta? Te estaba despertando, idiota, y yo acabo de abrir el jodido ojo también-, respondí un poco malhumorada.
-Debí haber dormido en la habitación de invitados y no esperar a que tú me despertaras-, gruñó entre dientes. Y yo, lo único que deseaba en ese momento, era que se callara, porque cada vez me estaba enfadando más.
-Debiste haber dormido en tu habitación-, señalé, recordándole que tenía una habitación exclusiva para ella. -Y, a todas estas, Charlie, no soy tu maldito despertador... podrías haber puesto una alarma-, añadí encogiéndome de hombros, tratando de mostrar desinterés. No quería discutir por una estupidez, aunque eso es precisamente lo que parecía estar sucediendo.
-¡Tienes razón! ¿Despertamos a los chicos?-, preguntó, cambiando radicalmente de tema. Sonreí de medio lado y acepté despertar a mis queridos hermanitos.
-Espera un segundo-, susurré. Asintió y miró hacia Logan.
Bajé corriendo las escaleras, intentando no hacer mucho ruido para ir a la cocina por un jarro lleno de agua y un vaso totalmente vacío. Subí esta vez las escaleras lentamente para no derramar ninguna gota de agua. Entré suavemente a la habitación de Logan, rellené el vaso con agua y le entregué el jarro a Charlie.
-Toma, para después-, susurré. Asintió con una sonrisa y me acerqué de puntitas a Logan. -Es hora de despertar, hermanito...-, susurré, volcándole el agua en la cabeza.
-¡Pero qué...!-, gritó sobresaltado. Cuando me vio, abrió los ojos como platos y se relajó. -Oh...-, susurró. Le guiñé un ojo y le hice una señal a Charlie para que me siguiera en silencio, ya que estaba a punto de explotar de la risa.
Salí rápidamente de su habitación y entramos en la de Paul con una sonrisa maliciosa en todo el trayecto.
-Agua-, le susurré a Charlie como en una misión imposible. Ella asintió y vació agua en el vaso.
-La venganza es dulce...-, susurré mientras hacía lo mismo que con Logan.
Paul se levantó rápidamente de la cama, asustado, mirando a todos lados de la habitación. Cuando su mirada se enfocó en nosotras, frunció el ceño y nos fulminó con la mirada. Charlie no aguantó más y comenzó a reír como una maniática.
-Las odio-, dijo Paul entre dientes. Solté una risita.
-No, hermanito, nos amas-, dije y le guiñé un ojo, girándome para salir de su habitación con Charlie detrás de mí. Sonreí victoriosa y Charlie continuó riendo.
Mi compañera de travesuras soltó un suspiro intentando calmarse y me miró con una ceja alzada. Sonreí.
-Ashley...-, me sonrió cómplice. -¿Estás pensando lo mismo que yo?-, preguntó burlona, sonriendo como el gato de Cheshire. Asentí lentamente. -¿Agua?-, preguntó divertida. Negué con una sonrisa.
-Algo mucho mejor...-, susurré y le hice una señal para que me siguiera, y así lo hizo.
Nos dirigimos rápidamente hacia el patio trasero, en busca de cucarachas, ya que mi mamá les tiene fobia, y encontramos aproximadamente cinco en diez minutos. Son asquerosas.
Luego nos dirigimos a mi baño a buscar cera depilatoria en tiras y corrimos hacia la habitación de mis padres que se encontraba en la planta baja.
Cuando llegamos, nos acercamos a su cama donde mis padres dormían plácidamente. Los destapamos lentamente porque, de lo contrario, se despertarían. Cuando logramos tener sus cuerpos expuestos, colocamos las tiras de cera en las piernas de mi padre y a mi madre le colocamos las cucarachas en su cabello.
Chocamos las cinco con Charlie y salimos con una sonrisa victoriosa, pero se nos borró inmediatamente al ver a mis hermanos cruzados de brazos en frente de nosotras, con una de sus cejas levantadas. Ambos exactamente igual.
Sonreímos inocentes.
-¿Qué travesura hicieron, chi...?-, comenzó Logan, pero fue interrumpido por Paul, quien lo fulminó con la mirada ya que no le gusta que lo interrumpan.
-¿No es obvio?-, preguntó desafiante. -Las conocemos perfectamente, Paul, seguro le hicie...-, un grito proveniente de mi madre interrumpió a Logan con su aburrido discurso.
-¡Ah!-, gritó. -Ups... ¡Ashley Emily Harrison Smith! ¡Charlotte Caro Calvin Morgan! ¡Las quiero a las dos aquí, ahora!-, gritó nerviosa. Charlie y yo nos dirigimos una mirada de "corre por tu vida", que lamentablemente fue interrumpida por mis hermanos, que nos empujaron dentro de la habitación. Con un miedo incomparable, nos giramos lentamente y, al ver la situación, estallamos a carcajadas.
Todo era demasiado gracioso: mi madre estaba con su cabello alborotado y tiritando de miedo, abrazada por mi padre, quien aún no se había dado cuenta de las ceras depilatorias en sus piernas. Mi mamá comenzó a forcejear para poder liberarse de aquella bochornosa situación, y al notar nuestra presencia, nos miró como si Charlie y yo fuéramos dos cucarachas gigantes a punto de atacarla. Mi padre intentaba contener la risa ante la extraña actitud de mi madre.
Se escucharon unas fuertes carcajadas de mis hermanos, que se encontraban detrás de nosotras.
-Papá, ¿en serio?-, dijo Paul, tratando de controlar la risa. -¿Te depilas las piernas?-, preguntó divertido. Reímos suavemente ante la mirada de confusión de nuestro papá.
-¿Por qué dices eso?-, preguntó con extrañeza, de repente abriendo los ojos como platos y mirándome. -¡Ashley!-, gritó incrédulo. -Ya sabía yo, demasiado bueno para ser verdad-. Mi madre le miró las piernas y estalló a carcajadas. -Te parece muy divertido, ¿verdad?-, le preguntó a su mujer. Mi madre asintió. -Veamos si te parece divertido saber que tienes una cucaracha en el hombro-, dijo como si nada. Mi mamá, al escuchar eso, dejó de reír y comenzó a gritar mientras sacudía su cuerpo.
Mi padre soltó una pequeña risita y afirmó a mi madre de las caderas, ya que había saltado para rodear sus piernas con las mías. Mis hermanos, Charlie y yo, hicimos una mueca de asco.
-Iug-, protestó Logan. -Si lo que quieren es tener sexo, que no sea enfrente de nuestros ojos, por favor-, dijo dándose media vuelta y saliendo de la habitación. Mis padres rieron y se besaron. Rápidamente salimos de la habitación detrás de Logan, ya habíamos visto lo suficiente.
-Chicos-, los llamé. -¿Qué habrá hoy?-, pregunté mientras los miraba sonriente.
-¡Fiesta!-, gritaron al unísono. Reí.
-¿Y quiénes irán?-, pregunté divertida.
-¡Nosotros!-, gritaron otra vez, como si estuviéramos en una especie de ejército. Soltamos una fuerte carcajada.
Estábamos completamente locos, de eso, no había duda.
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Mi Imbécil. (Libro 1) [Finalizado]
Teen FictionNo se trata de encontrar a alguien que te complemente, se trata de encontrar a alguien que te acepte con tus defectos, errores, con tu pasado... Todo Soy Ashley Harrison y ¿esta?... Esta es mi historia... «Mi imbécil» © Derechos Reservados en Safe...