Capítulo 46

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Narra Luke

–¿Cómo que se la llevaron? –preguntó Logan, su voz temblaba con la confusión y la preocupación, mientras sus ojos buscaban desesperadamente respuestas en los rostros de quienes lo rodeaban. La angustia se reflejaba en su expresión, como si cada segundo que pasaba sin noticias de Ashley fuera una tortura insoportable.

Logan había regresado exhausto de sus incansables búsquedas por encontrar a Ashley, pero su esfuerzo parecía en vano ante la incertidumbre que llenaba la habitación. Suspiré pesadamente antes de comenzar a narrar los eventos de aquella fatídica noche. Mis palabras fluyeron con un peso insoportable mientras describía cada detalle, desde la inocente cena familiar hasta el terrorífico encuentro con Samantha golpeada.

Mientras relataba la historia, sentí el peso de la responsabilidad aplastándome, la culpabilidad por no haber protegido a Ashley, por no haber estado allí cuando más me necesitaba. Cada palabra era un recordatorio de mi fracaso, una herida abierta que se negaba a cicatrizar.

Al terminar mi relato, un pesado silencio llenó la habitación, interrumpido solo por el gruñido ahogado de Samantha. Su voz temblorosa rompió el silencio con un susurro cargado de determinación.

–Yo sé quién se la llevó –, dijo, y en sus palabras resonaba una mezcla de miedo y determinación.

Narra Samanta

Me quejé mientras intentaba sentarme en el sofá, sintiendo cada músculo de mi cuerpo protestar por el dolor. Con la ayuda de Luke, finalmente logré acomodarme, y le agradecí con una mirada llena de gratitud por su apoyo incondicional en ese momento tan difícil.

–Dinos, Samanta, ¿quién se llevó a mi hermana?– preguntó Logan con desesperación, y sentí un nudo en el estómago al recordar lo sucedido.

Suspiré con dificultad antes de comenzar a relatar los eventos desde el principio. Mi mente jugaba conmigo mientras intentaba recordar cada detalle, y la angustia me invadía al rememorar lo que había presenciado cinco años atrás.

Observé a mi hermano bailar animadamente con una chica, y no pude evitar reír ante su torpeza. Era gracioso verlo bailar fuera de ritmo, y aparté la mirada con una sonrisa, retomando la conversación con mis amigas.

Hablábamos de trivialidades mientras bebíamos, aprovechando el tiempo juntas que no teníamos con frecuencia. Fue entonces cuando surgió el rumor sobre Axel, un nombre que me resultaba familiar pero del que no recordaba mucho.

"¿Axel?" pregunté, confundida por la repentina seriedad en la conversación.

"Sam", intervino Maite con exasperación, "te conté sobre el rumor del chico que abusó sexualmente de tres mujeres en distintas fiestas". Mis ojos se abrieron con sorpresa y asentí, recordando al despreciable individuo al que se referían.

"¿El mismo chico que intentó conversar contigo más de una vez?" preguntó Camila, y asentí con una expresión de disgusto.

"No puedo entender por qué las chicas no denuncian a ese desgraciado", dijo Maite con enojo, y suspiré, tratando de encontrar una explicación a esa pregunta que me preocupaba tanto.

"No lo sé realmente", respondí encogiéndome de hombros, sintiendo una punzada de preocupación al recordar que Ashley estaba sola en algún lugar del local.

Comencé a buscarla con la mirada, sintiendo cómo la ansiedad crecía dentro de mí al no encontrarla. Las chicas notaron mi inquietud y me preguntaron qué sucedía, y al explicarles que no veía a Ashley por ningún lado, compartieron mi preocupación.

"La vi subiendo las escaleras con un chico hace unos minutos", dijo Maite con una sonrisa coqueta, y fruncí el ceño, preguntándome qué estaría haciendo mi prima.

Mi Imbécil. (Libro 1) [Finalizado]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora