Mi Imbécil. (Libro 1) [Finalizado]

Capítulo 8

Capítulo 8 - Mi Imbécil

Ashley' POV

Estoy molesta.

Más que molesta, estoy enfadada y a la vez muy, pero muy confundida, ¿La razón? El maldito imbécil, ¿porqué? No lo sé, y eso realmente me preocupa.

Todo iba excelente hasta que llegó aquella zorra de mierda qué me miraba como si fuera la novia de Luke, eso fue lo que me molestó porque sea lo que sea de aquel imbécil, a mí me da exactamente lo mismo.

Aunque tengo algo que admitir, y es que aquella breve conversación que tuve con él fue... Extraña, ya que nunca imaginé que él pudiese comportarse de otra manera que no fuese tan arrogante o tan irritante. El sólo hecho de pensar que en aquellos segundos él era el verdadero Luke, y no el imbécil del estacionamiento, me alegraba bastante.

¿Y si debajo de esa máscara de chico malo hay un hombre tierno?

Lo dudaba.

Ojalá no haber demostrado lo nerviosa que estaba, porque eso ya seria un problema para mí. Lo bueno, es qué lo sé disimular perfectamente bien, y para notarlo hay que ser muy detallista y él, dudo que lo sea.

Me posicioné en la línea de partida y esperé impaciente a los demás competidores. Lo único que quiero es ganar ésta estúpida carrera e irme lo más rápido posible de aquí. Me sentía cabreada.

Observé a mi alrededor con detenimiento y hasta el momento, habíamos cinco competidores y yo me encontraba en el centro de ellos, el primero de mi lado izquierdo estaba comiéndole la boca a una chica pelinegra -asco- mientras que el segundo competidor me miraba fijamente con una sonrisa burlona. Otro idiota más que jura llamar mi atención.

Lo ignoré y observé a mi lado derecho donde el primer competidor estaba concentrado mirando su motocicleta y el segundo era Luke, quién tenía su mirada fija en mí y no demostraba indicio de querer quitarla, así que simplemente lo ignoré.

Aún me pregunto por la extraña reacción que tuve hace apenas unos minutos, el hecho de que aquella chica llegara ha joder todo, me hacía sentir enfadada, cabreada, molesta, enferma, todo lo que conlleva a esto que ahora mismo siento.

—Oye guapa—. Me llamó el idiota pelinegro que me miraba como si quisiera devorarme. Gruñi molesta.

¿Porque siempre hacen lo mismo esto descerebrados? Siempre me ha molestado que los estúpidos e idiotas cómo él me llamasen "Preciosa", "Guapa", "Linda" y entre otras cosas. Sé que soy una chica hermosa pero, ¡Vamos! No es necesario que me lo recuerden. Al contrario, me molesta como no tienen idea.

—¿Que quieres?—. Pregunté seca al mismo tiempo que le dedicaba una mirada fría. El muy idiota sonrió de lado.

—¿Apostemos? ¿O tu novio se enojará?—. Dice mirando detrás de mi.

¿Novio? ¿Dijo novio?

Sin querer saber a qué se refería, ignoré aquello y me dediqué ha observarlo fijamente por varios segundos intentando entender lo que las chicas veían en él.

Físicamente es guapo no lo niego, sus ojos son regularmente lindos, y su pelo largo por sobre los hombros. Quizás es una mujer y lo estoy confundiendo.

Me quise reír por aquel pensamiento tan ridículo y atiné a escuchar su tan maravillosa apuesta. Son tan originales estos idiotas, que dudo que sea algo fuera de lo común.

—Esta bien—. Acepté ignorando el gruñido que se escuchó detrás de mí.

Ahora que lo pienso e ignorando el gruñido de perro que escuché detrás de mi... Un hombre puede ser lo más hermoso y maravilloso del mundo, pero cuando son unos idiotas, son unos idiotas y eso no se los quitará nadie.