Hades llevaba a Perséfone en sus brazos. Podría haber orbitado y habría llegado mucho más rápido a su palacio, pero le gustaba tenerla así de cerca. La joven rubia sucumbió al cansancio y se quedo dormida en los brazos de Hades. Había soportado demasiada tensión en muy poco tiempo, y en los brazos del dios del inframundo se sentía segura. Tan segura que se relajó y se dejó llevar al mundo de los sueños.
Hades sonrió. ''Tengo que presentarle a Hypnos'', pensó.
El dios del averno se dio cuenta de que su pequeña nuez moscada llevaba el vestido lleno de barro, y se le ocurrió una idea.
Mientras tanto en la villa de Hércules, Hercules y Meg se preparaban para asistir a la fiesta de los viernes.
-No estoy tranquila sabiendo que mi hermana está en el inframundo- Dijo Meg de mal humor.
-Deberías dejar de ser tan sobreprotectora Meg. Ella es mayorcita, y yo la veo muy segura de lo que hace.- Respondió el semidios.
- No estamos hablando de una chica de 17 años que se escapa con su novio mortal por la noche y llega tarde. Estamos hablando de una joven en teoría en sus cabales, que ha elegido pasar el viernes noche en el inframundo con el diablo- Dijo Meg mientras se ponía los pendientes.
- Bueno Meg, cuando yo te conocí no eras precisamente una santa, e incluso me traicionaste.- Hércules miraba a su prometida vacilante, sabía que a Meg no le gustaba hablar de ese tema. – Lo que quiero decir es que de momento Hades no ha demostrado hacerle ningún daño a Per, sino al contrario.-
Meg miraba a su gran amor con los ojos como platos.
- No me malinterpretes.A mi tampoco me gusta para tu hermana, y creeme que si le hace daño me encargare de que lo pague. Pero mientras Per no cambie de opinión no podemos hacer otra cosa que apoyarla, y protegerla en caso de que fuese necesario-
Hercules tomo a su prometida de la mano y la besó.
-Estás preciosa.- Dijo Hercules mientras acercaba a la chica de ojos violetas a su cuerpo. - ¿ Que te parece si llegamos un poco más tarde?
Perséfone abrió los ojos . ¡ Que calor tenía! Estaba en un banco tumbada, en algo que parecía una sauna, pero por la decoración vio que seguía en el inframundo. Había bastante vapor en la sala. Se levantó y para su sorpresa la túnica de Hades estaba en el banco, a su lado. En frente tenía una piscina y vio la espalda de Hades. Estaba sentado dentro de la piscina. Perséfone sonrió. Nada como un baño después de una visita al tártaro. Se quitó el vestido y las sandalias y se acercó a la piscina.
Se acercó sigilosamente a Hades por detrás, y le cubrió los ojos.
-¿Quién soy?-
-¿Afrodita ?- Respondió Hades. Entonces Perséfone le descubrió los ojos y se sentó a su lado en la piscina.
- Frío, frío- Dijo Seph
Hades le rodeo los hombros con su brazo.- Esto es mejor que tener a Afrodita-
Perséfone sonrió. Aunque odiaba a Hécate con todas sus fuerzas por lo que le había hecho, estaba feliz de que no hubiese sido Hades realmente. Si alguna vez había albergado alguna duda respecto al señor del inframundo, se le habían disipado.
-He pensado que para compensarte por lo que has vivido últimamente, que mejor que una noche a gastos pagados en el inframundo, con piscina de Leteo, cena incluida, habitación en la suit Hades y desayuno- Dijo Hades con una sonrisa irónica. – Y si quieres con comida, cena y desayuno por toda la eternidad, esto es tu casa nena.
Perséfone rió, le encantaba el humor sarcástico de ese dios.
-Ese plan me gusta mucho más que esas aburridas fiestas de dioses-
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Hades y Perséfone una historia diferente
FanfictionCuando Hades consigue escapar del vórtice de las almas, no se imagina que conseguirá el perdón de Zeus y que será invitado a una boda muy especial... Tampoco espera conocer a la mortal que será la persona más importante de su vida y le hará replante...