Capítulo 22: La vuelta de Hécate

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Casandra iba camino a su trabajo, al oráculo de Delfos. Ya quedaba tan sólo un mes para la boda de su amigo Hércules. Y mientras caminaba se acordó de la visión que tuvo meses atrás:

En su visión Perséfone se encontraba en el inframundo, sentada en el trono de Hades. Llevaba un vestido negro con una estola morada, y una tiara de platino en su cabeza. Y llevaba un bulto en su vientre... obviamente la muchacha estaba embarazada. La joven estaba muy pálida, no como la joven que Cassandra había conocido, que si bien no se podía decir que estuviese bronceada, tenía un color saludable. Su mirada irradiaba ira, casi infundía terror. Un aura roja brillante la envolvía y gritaba a alguien que Cassandra no alcanzaba a ver:

-¡Yo soy la reina de este lugar y si osas tocar a mi marido, a mi hijo o a mi te lo hare pagar!-

La vidente se estremeció solo de recordarlo. Sabía que sus profecias se cumplian, y esperaba que hubiese sido una mala interpretación, aunque lo que había visto dificilmente aceptaba otra interpretación...

En el inframundo:

Hades se había quedado de piedra. Le acaban de soltar así sin más que iba a ser padre. El dios de fuego no sabía como sentirse exactamente, eran demasiadas cosas a la vez. El amor de su vida era la hija de su rival, Hera tenía muy malas intenciones respecto a ella, y para mas inri estaba embarazada. Demasiada información para procesar en tan poco tiempo.

Perséfone rompió el silencio:

-No puedo comer la granada de los muertos estando embarazada y tu lo sabes. Nuestro hijo podría no llegar a nacer nunca, o lo que es peor, morir...-

-¿ De cuanto estas embarazada Seph?- Preguntó el dios de pelo de fuego.

-De dos meses aproximadamente.-

-¿ Y cuando pensabas decirmelo?-A Hades no le gustaba la sensación de estar siendo engañado.

-La ultima vez que intente decirtelo tuviste que marcharte por trabajo.-

-¿¡Me estas echando en cara que trabajo en el inframundo!?- El color del dios del inframundo estaba pasando de azul a rojo.

-¡Claro que no!Lo unico que quiero decir es que no ha sido fácil decirtelo antes. ¡Y ahora explicame tu por que Hera quiere acabar conmigo!-

Hades se calmo y el color de su piel volvió a adoptar un tono azul grisáceo. Sabía que él no era la persona apropiada para contarle todo lo que había escuchado, pero por otra parte Perséfone tenía que saberlo. Además su madre había tenido 18 años para contarselo.

-Esta bien Seph, sientate y escucha.-

Hades se sento debajo de un arbol del valle, y la muchacha se sento encima de el.

-Durante la cena oí hablar a Demeter y a tu madre sobre tu verdadero padre.-

-¿Mi padre?-

-No es quien tu creías.- Hades noto como el cuerpo de Seph se contraía.

- No debería decirtelo yo, pero dadas las circunstancias...-

-¡Corta el rollo Hades!¿Quien es mi padre?- La chica se dio cuenta de que se había pasado. -Yo... lo siento, continua.-

-Gracias. Bueno el caso es que tu padre es un dios del Olimpo.-

Los ojos de Perséfone se abrieron como platos. No se atrevía ni a pestañear.

-Tu madre tuvo una aventura de la cual naciste tu.-

La chica no sabía que pensar... aunque obviamente todo encajaba. Su padre nada mas nacer ella las había abandonado...

Hades y Perséfone una historia diferenteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora