Capítulo 37: Oscuridad

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Meg intento consolar a Cupido:

-Ya verás como todo sale bien. Psique es fuerte, lo conseguirá.-

-Mi pequeño pajarillo es muy delicada, nunca debi prestarme a esto.- Dijo el dios del amor entre gimoteos. -Solo hay una persona que puede saber que tipo de pruebas son.- Dijo el dios con un atisbo de esperanza en los ojos.

-Mi hermana no llegó a leer lo que ponía en el pergamino, no le dio tiempo...- Dijo Meg con la mirada bajo. Aunque sabía que de todas maneras el saber que tipo de pruebas eran, lo unico que podía hacer era preocuparle aún más. Tenían totalmente prohibido intervenir.

-Por amor se hacen auténticas locuras.- Dijo Hércules mirando a su mujer. Aquella frase significaba mucho para ambos.

-Debo marcharme, tengo trabajo que hacer.- Y el dios alado se despidió con lágrimas en los ojos.

Meg y Herc se miraron. Sabían que aquello podía acabar o muy bien o muy mal...

-Afrodita no nos dira nada.- Dijo el semidios, adivinando los pensamientos de su mujer.-Y sabes tan bien como yo que aunque lo supiesemos no podríamos intervenir.

-¿Y si pactaramos con ella para que no sea muy dura con las pruebas?.- Dijo Meg.-

-¿Pactos con dioses?¿No tuviste suficiente con Hades?.-

De repente de la nada aparecio una nube rosa y una pegadiza canción que decía: ¡Afrodita, la diosa del amor!

-¡Afrodita!-

-La misma. Hace poco me ha venido gimoteando mi hijo y me ha dicho que ha estado hablando con vosotros.- La diosa de piel rosa cruzó los brazos. -¿No creeis que ya esta sufriendo bastante como para que le preocupeis mas?.-

-Tu eres la que ha sometido a Psique a terribles pruebas que no nos quieres ni decir.- Dijo Hercules mirando desafiante a la diosa.

-¿No habeis leido el pergamino verdad? Cupido tampoco, Psique estaba tan desesperada por ser una diosa que vino a mi directamente.-

Meg puso los ojos en blanco. Psique era una persona muy agradable y un encanto, pero no sabía distinguir cuando alguien no la soportaba, como en el caso de Afrodita.

-Esta desesperada por casarse con Cupido, que es diferente.- Respondio Herc.

-Ella no va a ser la diosa mas bella. Dejar de meteros en estos asuntos y todo ira bien.-

Meg iba a hablar, cuando Afrodita habló:

-La última prueba me corresponde a mi decidirla, si no meteis vuestras narices en esto quizás sea benevolente.-

Y la diosa del amor y la belleza desapareció en una nube rosa mientras se escuchaba: ¡Afrodita, la diosa del amor!

Mientras tanto en Tracia, un mensaje de Hermes sorprendió a Cyrene.

-¡Hermes!¿Que haces tu aqui?.- El corazón de la mujer iba desbocado al ver al mensajero de los dioses, el mensajero de zeus...

-Traigo una noticia importante de tu hija...¡Esta embarazada!.-

Cyrene puso cara de póker.-Ya se que mi hija esta embarazada Hermes, llegas 4 meses tarde.-

-¡Oh no, no me refiero a Perséfone, me refiero a Megara y Hércules! ¡Megara esta esperando un bebe!.-

Una gran sonrisa se apodero del rostro de la mujer. ¡Por fin algo salia bien!¡Su hija mayor embarazada del mayor heroe de toda Grecia, de un semidios!

-¡Es una maginifica noticia! Diles que antes de que el pequeño nazca estare en Tebas.-

-¡Así lo haré!- Y el dios de sandalias aladas desapareció volando.

Hades y Perséfone una historia diferenteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora