Capítulo 3:¿Sabes lo que he hecho?

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Perséfone iba subida a Pegaso junto a su hermana. Hércules había decidido volver andando para que Pegaso pudiese dejar a las chicas sanas y salvas en la villa.

-Bueno Per, te lo has tenido que pasar muy bien... no te hemos visto en toda la noche... -Megara sonrió a su hermana:

-¿ Algún dios o semidios que deba saber? Podemos preguntarle a Hercules que sabe de el.-

Perséfone estuvo a punto de contarle que al principio no había estado muy agusto, pero que a mitad de la noche había conocido a un dios que le había parecido fascinante, con el que había estado toda la noche riendo y bebiendo ambrosía,y que estaba deseando que llegase el viernes siguiente para volver a verlo. Pero por algún motivo,calló. Sólo sonrió a su hermana y le dijo:

-No hay nada, simplemente decidi disfrutar de la fiesta, ya que me va a tocar ir todos los viernes durante un tiempo.-

Perséfone no era una joven enamoradiza. Solía ser muy racional, e incluso veía estúpidas las locuras que en ocasiones hacia la gente por amor.

Ella no sabía exactamente como se habían conocido Meg y Herc. Sólo sabía que durante una serie de catástrofes que habían tenido lugar en Tebas, Herc había rescatado a Meg y había surgido el amor.

A Megara no le hacia mucha gracia que su hermana supiese que había sido esclava de Hades durante un tiempo y que le había vendido su alma. Todavía le avergonzaban y tenia pesadillas con las cosas y traiciones que había llevado a cabo durante ese tiempo. Ni siquiera Hercules sabía exactamente las cosas que había sido capaz de hacer.

Hades llegó al inframundo. Hacía tiempo que no estaba de tan buen humor. ¿ quien sería esa chica? ¿ que haría en la fiesta de los dioses con Megara?¿ Serían amigas?... Imposible, Meg no tenia amigos. Durante el tiempo que le vendió su alma tampoco había tenido tiempo para tener amistades... Y de repente toda su felicidad se evaporo en una nube de humo.

Si Perséfone hablaba con Megara y le describia, ésta le reconocería. Le contaría como trató a Meg durante sus años de esclava, sus planes para tomar el Olimpo... toda la admiración que ella le profesaba desaparecería para convertirse en desprecio. Lo miraría con repugnancia, como hacían el resto de dioses..

-¿Pero en que estoy pensando? Sólo es una mortal...bella, agradable, simpatica, inteligente... ¡pero solo una mortal al fin y al cabo! Intento despejar esos pensamientos de su cabeza.

El señor de los muertos no iba a perder la cabeza por una mortal. Tenía mucho trabajo que hacer en el inframundo, y además tenía que hablar con las parcas.

Hades no era un idiota,sabía que volver a estar tan cerca de tomar el Olimpo le sería prácticamente imposible. Ni siquiera estaba seguro de haber querido gobernar el cosmos. Lo que quería era abandonar el inframundo. No le importaba que sólo pudiese accerder al Olimpo previa invitación de Zeus.

Hace eones, Hades no era así, no era un ser egoísta y frío. Cualquier otro dios estaría desequilibrado y se habría vuelto loco con ese trabajo. Hades no, y Zeus lo sabía. Hades era poderoso, fuerte... y convenía tenerlo fuera del Olimpo. Otro dios seguiría atrapado en el vórtice de las almas y se habría consumido.

El vórtice... Hades no había podido volver allí desde que consiguió salir. Todavía tenía pesadillas.

Si el alma de Perséfone hubiese estado allí con el, ese alma cálida, que no le teme.. ¡otra vez esos pensamientos!

Se puso a trabajar, no quería pensar en nada .

Pasó la semana, y llegó de nuevo el viernes. Perséfone llegó con Megara y Hercules a la playa. Aunque le hubiese gustado, no podía marcharse directamente al claro, su hermana se enfadaría con ella, y se vería raro. Esperó un par de horas a que todo el mundo estuviese lo suficientemente cargado de ambrosía como para no preocuparle donde estaba esa mortal que iba con los novios. En plena fiesta, cuando iba a servirse una copa se cruzo con el.... Allí estaba igual de imponente que el otro día... y tan sólo como ella, desentonando con los dioses que participaban en la fiesta.

Hades fue a servirse un poco de ambrosía y la vio... ¿ como era posible que estuviese mas bella de lo que el recordaba? Ella estaba muy seria, pero cuando sus miradas se cruzaron se dibujó una sincera sonrisa en sus labios. Le dio un vuelco en el corazón a Hades. Esa sonrisa se la había producido el...

Obviamente Hades había estado ya con mortales, e incluso con alguna semidiosa, pero los sentimientos que el despertaba eran mas parecidos al miedo y el temor, que a la alegría y la admiración.

Cuando se cruzaron, Hades se acercó a Perséfone, y le dijo al oído,- en media hora en el claro nena, -y se marchó. Megara vio desde lejos a Hades... como para no verlo, con lo que desentonaba en esa fiesta... como odiaba que tuviese que estar allí, y que tuviese que estar en su boda.. pero pensándolo, sabía que ese era un castigo perfecto para Hades, ver el lugar al que estaba relegado...la prueba de que había fracasado y Hercules había triunfado.

Vio que su hermana estaba allí cerca. Prefería que su hermana estuviese lo más lejos posible de Hades. Si Hades se enteraba de que tenía una hermana, podía utilizarla para hacerles daño a ella y a Hercules.

Le pareció que Hades se estaba acercando a su hermana.. pero entonces Hercules la cogió por detrás y le plantó un beso... y ya no vio nada mas.

Perséfone fue hacia el claro. Estaba oscuro y no veía nada. El viernes anterior había Luna llena y brillaban las estrellas, además de que no había ido sola, había ido con Hades. Ahora estaba nublado, apenas había estrellas y se veía muy poco. Sin darse cuenta tropezó con unas zarzas, rasgándole el vestido y haciéndole sangre en una pierna.

-¿ Estas bien? Le dijo una voz. Y vio al dios del sol, Apolo. - Te he visto alejarte de la fiesta y la verdad que eres muy guapa..- dijo Apolo acercándose a Perséfone. Persefone se echo hacia atrás y Apolo la cogió por la cintura acercándola hacia el.

Justo en ese momento apareció hades, que vió a Perséfone intentando zafarse de Apolo, y para colmo llevaba el vestido rasgado y le sangraba la pierna.

-¡Apolo!- Gritó Hades visiblemente alterado.

-¿Hades? Que quieres, estoy hablando con este bombón.-

-Apolo suéltame porfavor. -Dijo Perséfone claramente enfadada.

-Esta bien bombon, pensaba que querías... ya sabes, el rollo de la mortal que dice que no y luego es que si... te ruego me disculpes.. -

El semblante de Perséfone cambió.

-Perséfone me marcho a la fiesta,ven conmigo si quieres,no deberías acercarte a Hades. -Dijo Apolo

-Prefiero quedarme gracias. -Contesto Persefone. Apolo no se fue muy tranquilo dejando a la mortal con Hades, pero sabía que no se atrevería a hacer nada malo estando Zeus tan cerca. Además si le sucedia algo a la mortal, el mismo los había visto.

-Hola Hades.-

-Encantado de volver a verte Seph,- y le besó la mano.

Hades y Perséfone una historia diferenteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora