Capítulo 4: Hécate

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Hades tomó de la mano a Perséfone y la llevo al claro. Estaba nervioso. Ahora ella conocía su identidad.. y sin embargo ahí estaba con el, incluso le había dado la mano.

-¿No tienes miedo? -Preguntó Hades.

-¿Debería tenerlo? -Dijo Perséfone sosteniendo la mirada.

-No-Dijo Hades sonriéndole, y abrió la botella de ambrosía. Perséfone tomo una copa y le miro.

-Así que tu eres el dios de los muertos.-

-Y así que tu eres la princesa mortal-

Persefone rió.

- Yo no soy ninguna princesa-

- Pues lo pareces nena. Dime, que hace alguien como tú rodeada de tanta falsedad y fanfarrones.-

-Soy la hermana de Megara, la prometida de Hércules. Se que este no es mi lugar.- Dijo Persefone muy seria,

Hades se atragantó con la ambrosía. ¿ Su hermana?¿ Megara tenía una hermana? ¿ Y que hacía allí con el su hermana? ¿ Acaso era un truco para destruirlo?¿ ¿Odiaba a su hermana y quería que le diese un infarto? Se quedó sin habla.

-¿ Estas bien?- Perséfone se quedo algo preocupada con su reacción.

-Seph¿ que sabes de mi?-

-Que gobiernas un lugar que dentro de algunos años tendré que visitar. Espero que por lo menos me trates bien-Dijo ella con una sonrisa.

¿ Le estaba vacilando?¿ Se estaba riendo de el? ¿ o acaso no sabia nada? Megara no había sido precisamente un angelito. Quizás no quisiese contarle a su hemana su oscuro pasado, lo que implicaba no hablarle del señor de los muertos. Hades se tranquilizo.

-Demos una vuelta por la playa Seph. En esa zona de atrás hay una cala.- La tomo de la mano y fueron hasta allí.

La cala era preciosa. El problema era que para bajar a la playa había un acantilado. Persefone se quedo quieta. Hades la miro y averiguo lo que la preocupaba. -Confia en mi nena-La cogió en brazos y bajaron orbitando.

Hades podía sentir su aroma. Su pelo olía a flores y frutas. No era algo que a el le encantase, pero le encantaba porque provenía de ella.

Persefone se sentía segura en los brazos de Hades. Como le había gustado la cara que había puesto al verla con Apolo. ..Y como había intentado protegerla. ..Al bajarla Persefone vio que la túnica del dios estaba manchada desangre.

-Yo.. lo siento... no me acordaba de la herida de la pierna. -Hades recordó...

-¿No te habrá hecho daño Apolo?- Solo de pensarlo se estaba poniendo furioso otra vez.

-Me la hice antes con unas zarzas. No veía bien y no encontraba el claro de la ultima vez. Las mortales somos delicadas. -Hades le miro la pierna. La verdad que la herida ya estaba casi cicatrizada. Se había manchado la túnica de sangre seca.

-¿ Quieres saber algo?-Dijo la joven rubia.-Cuando era pequeña estaba jugando con mi hermana al lado de una cascada. Tropece y me caí. Mi hermana y mi madre se asustaron mucho. Pensaron que habría muerto. Pensaban que había caído a las rocas. Yo no recuerdo nada. Solo que desperté en la orilla, llena de heridas... pero viva.-

-Yo a eso no lo llamaría delicada pequeña... -Le dijo el dios de la muerte antes de tomarla de la mano y comenzar a andar. De repente un grito les llamo la atención. Pero lo que mas les llamo la atención fueron los rugidos que se oyeron después...

Algo había encontrado la fiesta y estaba destruyendo todo. Persefone se quedo paralizada... Meg...

- ¡ Debemos volver! Algo esta pasando...- dijo Persefone.

Hades maldijo por dentro. Si no acudia pensarían que el había tenido algo que ver . Pero por otra parte no podía ir allí con Persefone.¿ Y si le ocurría algo? La chica era mortal. Mas dura que la mortal media por lo que había visto, pero mortal a fin de cuentas.

- Seph no puedes volver. ¡Es peligroso! -

-Pero mi hermana esta allí...- respondió Per con angustia.

-¡Pena! Panico!- De repente se materializaron allí. A Persefone no le dio tiempo de asimilar lo que acaba de ver. Hades la besó en los labios y mando a sus dos secuaces que se la llevaran a su casa.

Hades volvió a la fiesta. Una manada de lobos de un tamaño descomunal había destrozado todo. Hercules y el resto de dioses habían conseguido reducirlos. Megara andaba muy preocupada buscando a su hermana.

Claro... Megara estaría buscando a su hermana...el no había pensado en ello...

-He puesto a tu hermana a salvo. Esta en su casa.-Dijo Hades para sorpresa de todos los presentes.

Megara se quedo paralizada. -¡ Tu! ¿ Cómo te atreves a .....-

-¿A salvarle la vida a tu hermana? -Le corto Hades.

-Bueno Hercules y Megara deberíais comprobar que es cierto y la chica esta bien.- Intervino Zeus.

-Hades necesito que me contestes a unas preguntas.- Dijo Zeus mirando a su hermano.

Perfecto, por una vez que el no había tenido nada que ver y que había hecho lo correcto le acusaban. Se preparó para lo que iba a suceder. Por lo menos había merecido la pena. Aun le ardía la cara tras el beso que le había dado a Perséfone.

Mientras tanto en el Inframundo Hécate se reía. Su plan estaba saliendo a la perfección. Con sus conocimientos de hechicería había burlado la barrera que protegía a los dioses. Todos pensarían que el responsable había sido Hades. Ademas se lo había puesto en bandeja porque ni siquiera estaba presente...

Estaba en una cala con una joven. La verdad que era un tanto extraño. Hades no es lo que se dice un ligón. Y bueno...la jovencita era bastante hermosa. Había podido ver desde su bola de cristal como el la besaba a ella en los labios antes de mandar a sus subordinados que la llevasen a su casa. Eso no le había gustado un pelo, ella misma en una ocasión había pensado convertirse en la reina de Hades y gobernar juntos el inframundo, pero el la había rechazado...

Se quitó esos pensamientos de la cabeza. Nadie en su sano juicio querría casarse con Hades y gobernar el inframundo. Ni el propio Hades quería...

Tras el incidente en la playa se acordó que la próxima fiesta se haría en la Atlántida, en el palacio de Poseidón. Eso significaba que solo los dioses y semidioses podían ir. Por lo que Megara y Persefone no podrían asistir.

Hades estaba obligado a ir. Tras el incidente lo tenían mucho más controlado que antes. No le hacía ninguna gracia ir al palacio de Poseidón, y además sabía que Perséfone no asistiría.

Seph...¿ Por que la había besado?¿ Porque tenía ese afán por protegerla? Apenas la conocía, pero tenía la sensación de que la conocía de siempre. ¿ Habría hablado ya Meg con ella? ¿ Lo odiaría? Sólo era una mortal, pero era tan agradable que por una vez alguien le tratase bien... La calidez de esa chica era muy agradable. Hasta un corazón frío y muerto podía revivir con un poco de amor.

Tenía que conseguir hablar con ella. Pena y Panico la habían llevado a su casa. Sabían donde vivía. Hablaría con ella. Le contaría su oscuro pasado. Mejor el que otra persona. Y si ella se negaba a volver a verlo y le odiaba como los demás.... Podría aprovechar para vengarse de Megara y Hercules. Secuestrar a su hermana... la obligaría a comer Granada... y tendría que quedarse allí para siempre. Sonaba hasta agradable... Persefone en el Inframundo... para siempre... con el.

Intento serenarse. Haría las cosas paso a paso y ya vería como actuaba. Ultimamente estaba demasiado nervioso, y eso no era propio de el. También tenía pendiente hablar con las parcas. Esa chica le desconcentraba.

Mientras tanto en la villa de hercules... Persefone volvía de la casa donde Hipócrates curaba a los enfermos. Llevaba 3 días que apenas estaba en la villa, siempre en la consulta ayudando a Hipocrates. Estaba muy confundida. Necesitaba ver a Hades,lo echaba de menos. Pero no era tan fácil ver a un dios. No sabía invocarlo, y tampoco conocía ninguna entrada al inframundo. Y aunque la conociese... no creía que estando viva la dejasen pasearse por allí, y ¿que le diría a hades?

Sus pensamientos fueron interrumpidos cuando encontró a Meg en la puerta de su casa.

- Per, tenemos que hablar.-

Hades y Perséfone una historia diferenteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora