Capítulo 43: Fiesta en el Inframundo

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Zeus fue informado por Asclepio de que el hijo de Hades y Perséfone había nacido, y que había sido una niña. Aunque a Zeus no le gustaba nada tener que visitar el Inframundo, debía ir a conocer a la hija de su hermano. Además aunque no creía que esa criatura fuese a dar problemas, era mejor tenerla bajo control, al igual que a su hermano.

-Vaya el pez gordo esta aqui.- Dijo Caronte cuando vio al mismisimo Zeus. -Imagino que habrá venido a conocer al bebe.-

-Llevame ante Hades.- Respondió el rey de los dioses. Mientras viajaban por el rio de los muertos en silencio, Zeus no comprendía como su hermano podía vivir ahi, pero lo que menos podía comprender era como Perséfone habia accedido a vivir allí voluntariamente.

Finalmente Zeus fue a la sala del Trono, donde se encontraba Perséfone sentada en el trono con el bebé en brazos. Hades estaba hablando con Thanatos en otra parte de la sala.

El bebé no paraba de llorar, cuando Hypnos paso su mano sobre su frente y se calmo, durmiendose placidamente. Cuando se hizo el silencio todos los presentes miraron a la puerta sorprendidos por ver a Zeus allí.

-Asi que el gran Zeus se ha dignado a visitar el Inframundo.- Dijo el señor de los muertos con un deje de desprecio en su voz. Sabía que la visita de su hermano mas que para conocer a su hija, era para inspeccionarla y ver si representaba una amenaza.

-He venido para conocer a mi...sobrina.- Zeus no sabía si emplear la palabra sobrina o nieta, y empleo la que le pareció más apropiada. Era mas apropiado ver a Macaria como la hija de su hermano Hades, que verla como la hija de su hija no reconocida Perséfone.

Se acercó hacia el trono de Hades, donde estaba sentada Perséfone y miró a la niña. Tenía los ojos cerrados, pero identifico en su cara muchos rasgos de Perséfone. La nariz respingona, los ojos grandes... aunque también tenía rasgos del inframundo, como su pelo negro con reflejos azul oscuro y la palidez de su piel. Era pronto para saber si era una amenaza o no, lo tendría que ir viendo con el tiempo.

-Os doy la enhorabuena a los dos. La semana que viene será la presentación oficial de la niña.- Declaró el dios bronceado.

-¿Presentación?.- Preguntó Seph.

-Es costumbre que cuando un dios tiene un hijo el resto de dioses vayan a conocerlo. Imagino que no querreis que sea en el Inframundo.- Lo que Zeus no le dijo a Per, era que aquello era costumbre cuando era un hijo reconocido. Por supuesto los semidioses en condiciones normales no contaban, puesto que no solían ser legítimos.

-Si tenemos la ''obligación'' de presentar a nuestra hija, será aqui, en su casa.-Respondió el dios de pelo de fuego.

-Pienso lo mismo.- Dijo la joven de ojos azules. Con una un poco de suerte los dioses no querrían ir al Inframundo, o por lo menos la mayoría de ellos.

-Esta bien, esta bien. El viernes que viene la presentación será aqui, y podreis nombrar a los padrinos de la niña. Ya me encargare de que haya ambrosía y que Baco traiga algo de vino.- Dijo Zeus.

Cuando éste se hubo marchado Hades y Perséfone se miraron.-¿Acaba de organizar el señor relampagos una fiesta en el Inframundo?.- Pregunto Seph.

-Eso parece nena.- Respondió el dios de piel azul.

Macaria se despertó y nuevamente se puso a llorar. Hypnos se iba a acercar cuando Thanatos que estaba mas cerca se adelantó y miro a la niña con su mirada azul, casi blanca. La niña se quedo observando al dios de la muerte, y como por arte de magia se calmó, e incluso le dedico algo que pareció una sonrisa. Thanatos no pudo evitar sonreir.

-¡Thanatos, es la primera vez que te veo reir en... es la primera vez que te veo reir!.- Dijo el dios del Inframundo, poniendole una mano en el hombro. Hacia tiempo que Hades no conocía una felicidad así. Bueno en realidad nunca había conocido una felicidad así.

Hades y Perséfone una historia diferenteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora