Capítulo 13: Ni los buenos son tan buenos, ni los malos son tan malos

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Hécate estaba en su parte del inframundo,dándole vueltas a la cabeza. Tras una semana horrible de sufrimientos en el tártaro, tenía mas ganas de venganza que nunca. Había subestimado el poder que esa mortal que andaba con Hades tenia en la historia.

Estaba decidida a destruir a Hades, y a hacer padecer terribles sufrimientos a la mocosa de ojos azules. Estas mortales de hoy en día estaban muy maleducadas. Ella le enseñaría modales...

Hades se comportaba de forma muy estúpida últimamente, y ella iba a aprovechar eso... vaya que si lo iba a aprovechar.

Caminó entre las sombras del inframundo con una sonrisa malvada en su rostro.

Ella les iba a enseñar a ambos lo que era sufrir.

En la fiesta de los dioses:

Perséfone ponía los ojos en blanco mientras Trivia les hablaba a ella y Hades. Seph no sabía ni lo que les estaba contando. Míro a su alrededor, y divisó lo que estaba buscando, a su hermana. Desde su discusión en la cocina tras la visita de Per al inframundo, no habían vuelto a hablar.

Días atrás en la villa de Hércules:

-Nos vamos al estadio a entrenar-. Dijo Phil dejando a las dos hermanas a solas.

Meg miró a Perséfone con una mirada fría y distante. La joven de ojos azules no recordaba que su hermana la hubiese mirado así jamás.

-¿A que estás jugando Seph?-Meg la llamó Seph en tono de burla. Había oído al dios de los muertos llamar Seph a su hermana. ¡ Que ridículo! Nadie la llamaba así. Megara sabía que a Hades le encantaba poner motes. Cuantas veces la había llamado a ella pajarillo, nuez moscada...

- Meg se que piensas que es malo...-

- Malo se queda corto. Es deshonesto, ruin, déspota, traidor...-

-¡ Ya basta! -Gritó Perséfone. Meg no pudo disimular su sorpresa. El grito de su hermana se había oído en toda la habitación.

- Que se supone que haces con él- Dijo la joven de ojos violetas muy seria.

-Eso no es asunto tuyo- Contestó Perséfone con unas ruborizadas mejillas.

Oh por los dioses su hermana había creído que le había preguntado por si ellos dos... le entraron naúseas sólo de pensarlo.

-No me refiero que haces con él en la cama, me refiero que haces relacionándote con el- Y añadió: -Oh Perséfone dime por favor que no te has acostado con él.- La mirada de Meg era suplicante....

- Me ha salvado la vida no una, ni dos, sino ¡tres veces! -Replicó Perséfone .- Meg.... La expresión de la joven rubia se suavizo.- Tu viste como luchó contra un craken para salvarme.-

- Te está utilizando- Contestó Meg.

Perséfone iba a hablar cuando su hermana le cortó.

-Ya has hecho bastante el idiota. Parece mentira que seas tan lista para unas cosas y tan tonta para otras. Ya has jugado a la chica rescatada, has estado a punto de matarnos entregándole el tridente de Poseidón a Hades y te has divertido en el Inframundo. Ahora me vas a escuchar de una vez y vas a dejar de hacer estupideces y de ponerte en peligro a ti, y a nosotros.

Y entonces Meg le contó como había vendido su alma a Hades por un pobre diablo que luego la había abandonado por otra, todos los actos que había tenido que realizar, y como había conocido realmente a Hércules.

Perséfone la escuchaba totalmente en silencio, con los ojos como platos. Su hermana tenía carácter, pero no se imaginaba que había llegado a tales extremos. Cuando Meg acabó de hablar se levantó y le dijo:- Espero que tras saber esto te entre la cordura-

Hades y Perséfone una historia diferenteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora