CAPÍTULO DIEZ.

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Harry.

Caminaron un buen rato, con el sol en su punto más alto.
Harry jamás había estado en la Tierra, todas las cosas, personas que había en ella, algunas con apuro, otras con calma.
Jamas se había imaginado como era estar en la Tierra pero ahora lo esta viviendo.

Rixon se detuvo enfrente de un lugar donde aparentemente vendían comida, Harry sólo lo intuyo ya que en la fachada tenía imágenes de varios platillos de comida.
Que a Harry le revolvieron el estómago.
Rixon entró junto con Harry, y Rixon se alejo para acercarse a un un hombre de traje y éste anotó algo en una libreta que tenía sobre un atril.
Rixon camino directo hacia Harry.

-Listo- dijo con el mismo tono carismático que le había escuchado desde la primera vez que le habló.

-¿Listo?-

-Oh los siento se me olvida que no sabes casi nada de lo que se hace aquí, pues bien, este es un restaurante y lo que acabo de hacer fue registrarme para que nos asignen una mesa donde podamos comer .- le dedicó una cálida sonrisa.
La cuán Harry correspondió.

-Señor Rixon- El mismo señor se acercó a donde se encontraban los dos Caídos, Rixon volteo para dirigirle la mirada- su mesa está lista.
Rixon hizo un ademán con la cabeza para que Harry lo siguiera y así fue.
Siguieron al señor a la mesa que les asignó, y los dejo.
Harry se sentó enfrente de Rixon y segundos después llegó una muy simpática chica de aproximadamente 25 años.

-Hola mi nombre es Melanie, seré su camarera, la sopa del día es crema de 3 quesos, cuando estén listos para ordenar me llaman- dijo todo eso poniendo una carta con el menú en frente de cada chico.
Harry se limitó a formar una sonrisa entre sus labios.
Y Melanie dirigió su mirada a Rixon y este le dedicó una gran sonrisa, que mostraba las perlas blancas de su boca.

-¿Es linda no crees?- Habló Rixon cuando se fue la chica con actitud asombrosa.

-Emm... Claro.- Harry mira la carta evadiendo a Rixon.

-¿ y bien, que ordenaras?

-No lo se.

-Bien deja que yo ordene ¿vale?

-Bueno...- Harry aún no se acostumbraba a estar en la Tierra, no que ría esta ahí queria regresar a su casa.
Rixon levantó la mano para hacerle un gesto a Melanie para que nos tomará la orden.

-¿ y bien, que ordenarán?

-¿el sanitario?- preguntó Harry evadiendo la pregunta de la chica.

-Oh, al fondo a la derecha-

Harry se levantó de su silla y fue en busca del sanitario.
Lo encontró y entró.
Se aseguró de que no hubiera nadie, y se detuvo enfrente de un espejo.
Ahí estaba el sus largos rulos que apenas cubrían hasta sus orejas, y su complexión, alta, delgado, no se comparaba en nada con la de Rixon cuya complexión era bastante fornida.
Se aseguró que la puerta estuviera cerrada, y se quitó su playera y dejó ver esas grandes cicatrices en forma de "v" que tenía en la espalda, paso su brazo derecho por su abdomen para alcanzar su cicatriz izquierda, antes de tocarla, sintió un escalofrío recorrer todo su cuerpo.
Tocó su cicatriz y no sintió dolor alguno, a pesar de que estaban al rojo vivo.
Adentro sus dedos en la cicatriz y un hormigueo recorrió su espalda, su vista se Nublo y cayó al suelo.
Rixon había ordenado la comida, y no había rastro de Harry, decidió levantarse e ir al baño en busca del risado.
Movió la perilla para abrir la puerta y nada.
Rompió la perilla de la puerta para poder entrar y al ver al risado en el suelo sin camisa, y su cicatriz sangrando de inmediato supo lo que pasaba, cerro la puerta, le puso la playera limpio la sangre y le hecho agua en la cara.
Harry reaccionó como por arte de magia, Rixon se tiró junto a él.

-¿Estas bien?- preguntó Rixon a pesar de que sabía la respuesta.

-No, sólo quería sentir algo.

-Mira Harry se lo frustrante que es al inicio, pero creeme que te acostumbraras conforme pase el tiempo, pero antes no.

-¿De que sirven?- miro a Rixon con dolor en su mirada.

-¿Las cicatrices?, bueno si nosotros las tocamos, no ocurre nada, pero si alguien más las toca, inmediatamente los traslada a tus pensamientos, mejor dicho a tus recuerdos, no puedes controlar lo que la otra persona ve y puede ver hasta los recuerdos que tu no eras consiente de que existían, también es nuestro talón de Aquiles, es el punto más sensible que tenemos, un golpe en las cicatrices, nos deja fuera del juego, y nos puede dejar aturdidos, o desmayados.-

Harry no sabía que decir.

-Hazlo- hablo Rixon, Harry lo miro un poco confundido, y Rixon se quitó la camisa dejando ver su trabajado abdomen. Harry comprendió lo que Rixon quería que el hiciera.- sólo que concentrate en lo que quieres ver.
Harry tocó acercó su mano hacia la cicatriz de Rixon y de pronto se sintió en un abismo.

Estaba en el cielo, en el salón de juicios, sólo se encontraba Rixon y Zayn, ese maldito caído que había hecho que lo mandaran a la Tierra.

-Te dije que lo lograría- habló Zayn con un tono de superioridad.

-Eres un maldito- Rixon estaba sentado en la silla y Zayn enfrente de el.

-Mira hoy dejarás de ser un ángel guardián, y gracias a ti podré hechar a... Bueno no tiene caso que lo sepas- Zayn rodó la silla de Rixon, le rompió la playera dejando ver sus relucientes alas grises y sin piedad Zayn las arranco, ambas a la vez Rixon ahogo un grito.

Harry contempló toda la escena hasta que volvió en si.

Inmortals Larry StylinsonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora