Inmortals Larry Stylinson

CAPÍTULO VEINTE.

Harry.

Sentia el calor en sus mejillas, sabia que sus mejillas mostraban un carmesí demasiado intenso, tenia una gran sonrisa en el rostro.

Louis lo tomo con delicadeza su rotro, así obligandolo a mirarlo, Harry lo miro, y desvio la mirada hacia el reloj que estaba empotrado en la pared de atras y vio la hora, eran las 11:30 a.m, volvio a posar sus ojos en los del astaño.

-Te...tengo que irme- su voz casi fue un susurro.

-No...Quedate, no te vallas... Por favor- Louis le suplico al rizado.

-Rixon me esperaba a noche, de..debe de estar preocupado...- Harry se safo del agarre de Louis.

-De acurdo, pero con la condicion de que me dejes llevarte a tu casa- Harry sonrio ante el comentario de Louis y asintio.

-Bien, pues vamonos- Louis tomo las llaves de su auto y se encaminó hacia la puerta, abrió la puerta así cediendo el paso al rizado, el acto lo sonrojo al instante y salió de la casa seguido de Louis.
Caminaron hacia donde estaba el auto de Louis y este colocó la llave en la puerta del copiloto para abrirla al rizado.
Cuando el rizado su subió cerro la puerta, rodeo el auto para subirse del lado del piloto.
Ambos se pusieron el cinturón de seguridad.

-¿Sabes como llegar desde aquí?- pregunto Louis introduciendo la llave para encender el motor.

-No- susurró

-Bien, entonces ¿como llegaremos a tu casa?-

-Bueno, se llegar desde la plaza.

-Pues a la plaza- antes de acelerar Louis tomo el estéreo del auto que guardaba en la guantera y lo colocó, casi no escuchaba música mientras manejaba, pero ahora se sentía tan bien, tan feliz, tan vivo, y todo gracias a él, en cuando encendió el estero empezó a sonar "Colors" de "Halsey" Louis estaba de un humor increíble, todos sus problemas habían desaparecido en cuanto lo conoció.
Condujo por la avenida, con ambas ventanas abajo, y el volumen demasiado alto para el gusto de Harry.
Harry de vez en cuando miraba por el rabillo del ojo como Louis tarareaba la canción.
Sonrió al instante.
Harry miraba por la ventana haciendo que el aire le golpeara en la cara y así revolviendo sus rizos.
Jamás se había enamorado en su vida, pero creyó que así se sentía el amor.
Louis se lo había enseñado con tan solo un beso, como era el sentirse estar enamorado.
Se sentía tan bien, que no paraba de sonreír, la escena permanecía en su mente, y se encargaría de que fuera para siempre.
Al cabo de unos cuantos minutos estaban enfrente de la plaza donde había estado ayer.
Louis bajo el volumen de la música para que sus palabras no se perdieran en esta.

-Llegamos, ahora ¿hacia donde?-

-Da vuelta en la próxima calle a la izquierda.-

Harry le iba indicando cómo llegar, le decía las instrucciones con anticipación.
Después de varias vueltas y semáforos en rojo llegaron.
Louis aparcó enfrente de una gran casa color miel, era grande, pero ya un poco desgastada, las plantas estaban casi marchitas pero no le dio importancia.

-Es aquí- anuncio Harry, había llegado el momento de despedirse, la canción había cambiado hace unos segundos y ahora escuchaban "Maybe you're right" de "Miley Cyrus", el momento le hizo un nudo en el estómago a Harry.

-Bien- Louis habló y miro a Harry a los ojos y este sonrio.- sólo diré que este no es el final- la mirada de Louis mostraba nostalgia ante el momento.

-Claro que no será el final- Harry le sonrió a Louis mostrando sus perfectos dientes.

Louis tomo la cara de Harry entre sus manos y planto sus labios en los del rizado, adentrándose en un profundo beso, los labios de cada uno se derretían con el contacto del los ajenos, ambos amaban esa sensación.

-Prometo venir pronto- Louis dejo un último beso en los labios de rizado y este lo respondió con amor.
Harry bajo del auto dirigiendo una última mirada al castaño.
Y se encaminó hacia la puerta, la abrió con las llaves que Rixon le había dado antes.
Cerro la puerta, así desapareciendo por completo de la vista de Louis.
Se dejó resbalar por la puerta hasta que quedó sentado en el suelo.
Estaba tan feliz tan enamorado.
Vio que rixon se levantaba sobresaltado del sillón, por su expresión parecía no haber dormido en toda la noche.

-!Harry!- gritó, Harry no identificó si era enojo o sorpresa lo que había en su voz corrió hacia el, y Harry se levanto, Rixon lo abrazo y lo soltó demasiado rápido casi haciendo que el rizado perdiera el equilibrio.- ¿Donde demonios te metiste en toda la noche y toda la mañana.? Estaba demasiado preocupado, no conoces a nadie, apenas te estas adaptando a la tierra y desapareces así ¿como si nada?.-

-Lo siento- susurro Harry al ver lo enfadado que estaba Rixon.- Es que al regresar comenzó a llover y no veía nada me equivoque de calle, y me perdí.

El coraje de la mirada de Rixon desapareció y había dejado preocupación.

-Entonces, ¿Donde estuviste toda la noche?- El coraje de Rixon había bajado dejando sólo preocupación.

Harry le contó lo que había pasado, emitiendo la parte de los besos, la exprécion de Rixon era difícil de descifrar, cada que mencionaba el nombre de Louis, Rixon fruncía un poco el ceño.

-Eso explica todo- Rixon parecía un poco distante.- Bien, tenía planeado darte esto- Rixon sacó un caja blanca de una de las mesitas que se encontraban al rededor del sillón.- Es un celular, no puedes ir por la vida sin uno- Harry la tomó un poco dudoso- Vamos hombre abre la caja.
Harry obedeció y abrió la caja, era un celular demasiado sofisticado.

-Gracias- Harry admiraba aquel aparato, era demasiado, pero ahora tenía como comunicarse con Louis, sonrió ante aquella idea.

-Nada de gracias, lo pagarás, oh si lo pagarás con tus entrenamientos, y ya que tu nuevo amigo hizo que perdieras el entrenamiento de hoy, mañana será el doble de tiempo, así que asegurate de dormir bien.- Rixon río y se fue escaleras arriba.

Louis.

Hacia un par de horas que lo había dejado en su casa, y no podía dejar de pensar en el, sus ojos, esos rizos que tanto le encantaba en Harry, esos labios color sandía que poseía simplemente lo volvían loco, era perfecto.
Sentía la necesidad de hablar con el, de sentirlo de nuevo entre sus manos.
¿Porque no le había pedido su número?
¿Como algo tan esencial se le había pasado.?
Tenía que verlo de nuevo, y no podía a esperar que acabará el día.
Esa noche iría por el a esa casa.