CAPÍTULO SEIS.

127 25 4
                                    

Harry.

Niall y Harry se habían quedado solos.
Era el peor momento para ambos.
Niall, le arrebataría las alas a su mejor amigo, no creía lo que iba a hacer.
Pero no tenía otra opción y ni en mil años permitirá que Zayn humillara a su amigo de tal manera.
Odiaba tener que hacer eso.
No lo soportaba.
Harry estaba de pie, y Niall sentado en una de las sillas de alrededor de la mesa.
Harry se quitó su camisa, Niall sólo lo volteo a ver.
Al quitarse su camisa su alas salieron a relucir, las galas más hermosas de todos los Ángeles, unas alas negras, e increíblemente sedosas.
Niall sintió un vuelco en el corazón al ver sus alas, esas alas que tenia que arrancar.

-Hazlo de una vez- vociferó Harry, dando la vuelta para dejar ver la raíz de sus alas.

-¿Sabes lo que implica cierto?, el poco tacto que nosotros sentimos, al arrancarte las alas sentirás como si te murieras, ese será lo último que sientas, en cuanto te conviertas en un caído dejarás de sentir cualquier tipo de tacto, cualquier cosa física, jamás la podrás volver a percibir al menos que... - hizo una pausa dramática y Harry volteo a ver a Niall- al menos que ... Poseas a un Nef...

-Joder, Cállate ya - no dejo que Niall terminará la frase para que el hablara- Jamás haré eso, ¡¡JAMAS!!

La frustración de Harry era evidente

-Hazlo Niall, Hazlo de una maldita ves Niall, Hazlo ya o yo mismo me encargaré de arrancar tus alas.

-Hazlo, arranca las mías también, yo iré contigo a la tierra y

-Cállate ya, jamás permitiría eso, Hazlo, o te juro que llamaré a Zayn para que lo haga.

Niall puso la primera mano en la espalda y halo con fuerza la primera ala, al momento de desprenderse por completo de su espalada el ala se desintegró, se convirtió en un polvo grisáceo que callo al suelo.
Harry dio, un grito de dolor, jamás había sentido tanto dolor en subida.
La primer herida quedó al rojo vivo, sangre cubría la herida y brotaba de manera escandalosa, Niall ahogo un grito al ver la espalda de su mejor amigo.
Posó su mano encima de su ala que aun seguía en su espalda y repitió el proceso, halo hacia si, y arranco su ala, su espalda estaba llena de sangre y no para de sangrar, parecía que nunca terminaría.
De pronto todo se obscureció, y Harry sólo pudo decir.

-Te quiero Niall.

Cuando la luz volvió a la normalidad, Harry ya no estaba.

Inmortals Larry StylinsonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora