¡No me gusta disculparme! Me gusta más cuando se disculpan conmigo, pero ¿Disculparme yo? ¡jamás! No quiero...
Me armé de valor y toqué la puerta de su habitación y segundos después ahí estaba él recargado en el marco de la puerta.
-te escucho...- dijo mirándome con su mirada tan penetrante, esa que sólo él tiene.
-ok, lo diré rápido y no lo diré dos veces... lo siento, debí al menos darte la oportunidad de explicarme...- dije entregandolé su celular.
-no te será tan fácil mi querida Darla...- dijo y me jalo del brazo metiendome a su habitación.
-¿¡Dilan que haces!?- dije aventandolo.
-debes de hacer más... con un simple perdón no bastará- dijo sonriendo de lado.
-¡Dilan nos estamos arriesgando mucho, hace días me besaste en mi habitación y teníamos la puerta abierta, sin contar que en la fiesta nos comportamos como pareja... nuestros padres nos matarán- dije tratando de salir del cuarto, pero él estaba tapando la puerta.
-lo que pasó en la fiesta se queda en la fiesta, de ahí no saldrá nada te lo aseguró, y con respecto a basarnos con la puerta abierta...- dijo mientras ponía seguro a la puerta.
Se abalanzó sobre mis labios y yo no pude negarme a ellos, en verdad que esto me preocupaba, no podía controlarme a sus encantos.
-no sabes como te extrañé-dijo separándose de mi- deja de ser tan berrinchuda-.
Y me volvió a besar, el beso era pasional, insitador y prohibido.
-Dilan debemos parar de hacer estas cosas...- dije aún en sus labios.
-No quiero Darla...- dijo con la voz entrecortada rozando su nariz en mi cuello.
Mi piel estaba erizada, cada toqué hacia que mi cuerpo me gritara que querían los labios de Dilan.
Entonces me tomó del rostro y me besó, esta vez diferente, deseoso, se sentía como sí me deseara tanto como yo a él.
Yo enrede mis piernas entre su cintura y él me llevó a un pequeño sillón que tenía en su habitación.
Él me quitó la camisa mientras nuestras lenguas se enredaban y se disfrutaban.
Yo lentamente le quité la corbata poniendomela, adornando mi brazier que curiosamente combinaba con su corbata.
Ambos reímos al verlo, y él dijo algo entre dientes que no pude entender.
Yo me apoderé de sus labios mientras lentamente le desabrochaba la camisa.
Bajé hasta su pecho y comencé a besar cada parte de su dorso.
Pude escuchar los latidos de su corazón.
Me quedé un momento ahí rozando con mi nariz su pecho.Dilan me tomó de la barbilla y volvió a unir nuestros labios. Estaba disfrutando del beso cuando sentí un pequeño dolor, aguantable pero dolor al fin al cabo.
¡Me había mordido!
-eso fue por invitar a tu amiguito- dijo con la voz entrecortada- y esto es para que sepa que eres mía-.
Y entonces bajo a mi cuello comenzó a subsionar.
Yo le le dio un golpe en la cabeza.
Él se separó de mi cuello y fui al pequeño espejo y pude ver la obra de Dilan en mi cuello ¡Me había hecho un chupete!.-¡¿Acaso eres idiota?!- dije volviendolo a golpear.
Él me tomo del rostro muy fuerte y me besó haciendo que la temperatura de mi cuerpo aumentara ahuyentando el enojo.
ESTÁS LEYENDO
Mi Nuevo Hermano
Romance-te deseo tanto Darla- me dijo susurrando al oído, escondí un gemido, para que no nos escucharan nuestros padres, que estaban a un lado de mi habitación. -Dilan, quiero que me hagas tuya- dije respirando agitadamente, estaba en un punto de excitació...