La cena había sido toda una novela, con toques de drama y comedia. Aun no procesaba todo lo ocurrido y como nuestro malévolo plan había funcionado al final.
Después de que Olivia se fue, nadie dijo nada, nos limitamos a limpiar y el silencio era tan incómodo que todos lo hicimos rápidamente para irnos a nuestras respectivas habitaciones.
Una vez en la mía, me dispuse a llamarle a Violeta y contarle todo lo ocurrido. Ella no paraba de reír mientras le contaba cada detalle de nuestra memorable cena.
- Chica, tu vida es genial- dijo Violeta desde el otro lado del teléfono.
- ojala fuera normal – dije recostada sobre mi cama.
- Amiga, nunca te aburres, tienes drama, romance, comedia – continúo diciendo – y ni hablar de las escenas censuradas, diez de diez-
Yo solo me limité a reír ante sus ocurrencias, mientras trataba de recordar mi vida antes de Dilan, se ve tan distante pero en contraste con toda la adrenalina que experimento casi todos mis días, realmente sí suena aburrida.
De pronto, unos pequeños toquidos en mi puerta interrumpieron mi llamada, no necesitaba preguntar quién era, esos sigilosos golpecitos en mi puerta eran de él. Mi corazón comenzó a acelerarse y esa emoción en mi estómago que no podía controlar.
- Violeta, creo que tengo que colgar- dije interrumpiéndola.
- ¿Por qué? ¿Qué pasa? –
- Tengo visitas- dije susurrando mientras abría la puerta.
Ahí estaba él, con su sonrisa de lado y su cabello despeinado.
- ¡VES! Tu vida es tan divertida- dijo Violeta – ahora después de tan gran espectáculo, tendrás una sesión de orgasmos –
- ¡Adiós Violeta!- dije cerrando mi puerta una vez que Dilan entró.
- ¡NOOO!- gritó- no cuelgues déjame escuchar...-
Yo solo me limite a reír y colgar su llamada, para poder concentrarme en mi guapo invitado. Lo mire y él me sonrió mientras lo hacía.
- Ven – dijo
Yo obediente, me dirigí a él rápidamente, y me senté en sus piernas, él rodeo mi cintura con sus brazos, mientras respiraba en mi cuello, causando una mezcla de excitación y cosquillas.
- ¿puedo saber por qué casi me como una araña? – dijo aun desde mi cuello
Yo solo me limité a reír, mientras lo abrazaba y lo pegaba sobre mi pecho.
- ¿Ahora eres amiga de Chantal? – dijo riéndose – porque claro que después me di cuenta del porque no podía comer el muffin verde- .
- No somos amigas, solo nos unimos por un enemigo en común- dije acariciando su rostro.
Él siguió riéndose mientras rosábamos nuestras narices. De pronto su mirada cambio de tierna a una mirada profunda que ya conocía, y mientras dirigía su mano de mi cintura a mi espalda baja, sentí su erección debajo de mí.
- Joven Dilan – dije con voz seductora – parece que no solo vino a saludar-
- Es inevitable que esto suceda cundo la tengo tan cerca señorita Darla – dijo susurrando cerca de mis labios.
Entrelace mis piernas con su dorso, para poder estar de frente, mientras me movía de adelante hacia atrás, frotándome contra su erección.
Él comenzó a besar encima de mis pechos, haciéndome jadear de placer, ese placer que solo él me hace experimentar. Levanté su cabeza y lo mire fijamente, ninguno se pudo resistir y comenzamos a besarnos, apasionadamente, mientras seguía moviéndome pero ahora más rápido.
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Mi Nuevo Hermano
Romansa-te deseo tanto Darla- me dijo susurrando al oído, escondí un gemido, para que no nos escucharan nuestros padres, que estaban a un lado de mi habitación. -Dilan, quiero que me hagas tuya- dije respirando agitadamente, estaba en un punto de excitació...