capítulo 32: el viaje

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La semana pasó rápido, estamos volando a Hawaii.
Durante el vuelo me acerco a mamá para hablar, a pesar de que me disculpe con ella las cosas siguen tensas.

-sé que sigues molesta- dije ofreciéndole un café.

-no es molestia, es... miedo- dijo soplandolé a su café- no se que te ha estado pasando, pero estas muy a la defensiva-.

Tenía razón, pero esque saber que mi padre, el ogro, había vuelto me ponía mal.

-me duele estar mal contigo, me duele que ya no pases tiempo conmigo- dije agachando la mirada.

-hija, tu siempre serás la niña de mis ojos- me decía mientras me acariciaba el rostro- pero también debes de acoplarte, somos una nueva familia y me gustaría que nos viéramos como tal...-

¿mamá sabe algo? Me puse nerviosa ¿que sucedía?  ¿por qué me decía esto?

-a... ¿a que te refieres?- dije nerviosa.

-a que siento que no los ves como familia, si no como enemigos...- solté un suspiro, ella no sabe nada.

-haré el intento¿de acuerdo?- le respondí mientras me paraba para irme a mi asiento.

-No Darla- dijo mamá tomándome del brazo- no lo intentes, hazlo-.

Yo asentí y me dirigí a mi asiento.
Vernos como familia, ¡puufh! Eso implicaría el dejar de besar, tocar y otras tantas cosas a Dilan... al final pienso que es lo mejor.

Llegamos a una casa que rentó Leonard, era muy rústica, pero cómoda.

La habitación de mamá y Leonard estaban en la parte de abajo.
Las tres recámaras donde nos quedaríamos, Dilan, la brujita y yo, estarían en la parte de arriba.

Eran unos cuartos muy pequeños, pero bueno, sólo eran unos cuantos días, y si resistí compartir habitación con la brujita puedo aguantar esto.

Dilan se ofreció a ayudarme con mis maletas, yo no quería que lo hiciera, no quería tener que despedirme de él, pero tenía que hacerlo, le dije a mamá que intentaría verlos como mi familia y bueno besarse y hacer lo que nosotros hacemos, no se hace entre familia.

-¿quieres ir a la piscina? Sirve y que comemos y podemos ver el atardecer y después...- dijo entusiasta Dilan, al parecer estaba de muy buen humor.

-Dilan... debemos de dejar de hacer lo que estamos haciendo...- dije mirándolo.

-¿subir escaleras? Bueno si quieres, pero supongo que dormirás muy incómoda- dijo sonriendome.

¡Deja de sonreirme carajo!
¿no ves que haces esto más dificil?

-No Dilan eso no...- dijo casi como susurro- de besarnos y hacer eso que hacemos... estamos jugando con fuego... y nos podemos quemar-.

-pues sería muy divertido quemarme contigo- dijo dejando mis maletas en el cuarto que me tocaba.

- ¡Dilan basta!- dije evitando su mirada- debemos de empezar a vernos como hermanos, es lo que quieren nuestros padres y los hermanos no sé besan...-.

-es lo he quieren nuestros padres, pero ¿es lo que quieres tú?- preguntó, yo asentí y él levantó las manos en señal de paz- pues tus deseos son órdenes_.

-bien-

-bien- respondió imitandome- ¿te veo en quince minutos entonces?-.

-¿qué? Pero acabamos de decir...-

-¿qué los hermanos no salen a la piscina?- dijo levantando la ceja.

Yo sólo sonreí y negué con la cabeza ¡este tipo era imposible!.

Mi Nuevo HermanoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora