capitulo 50: la vida es como un tren

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¿Irme con él? Ni siquiera lo había considerado... ¿Es una idea factible? Él no me ha propuesto nada, ¿sería prudente que yo lo proponga?

Esa platica con Violeta me afecto, me dejo planteando tantas expectativas en mi cabeza. ¿dejaría todo por él? ¿por una nueva vida con él? Y qué tal si no funciona, ¿con que cara regreso a casa?

Lo quiero, es bonito lo que tenemos, así sin etiqueta, me ha hecho sentir lo que jamás en mi vida he sentido, pero no sé si deba jugármelo todo por el todo. No soy tan irresponsable para tirarme al vacío con los ojos cerrados, puede que todo salga bien, que mis expectativas sean superadas, pero ¿Qué pasaría si por el contrario todo fracasa?

- ¿Qué piensas Darla? - dijo mi madre recargada en el marco de la puerta – llevo varios minutos aquí y ni siquiera me has notado-

-lo siento mamá- dije con pocos ánimos.

-no te apures- dijo mientras entraba y se sentaba al borde de mi cama - ¿puedo saber que pensabas? - .

No mamá realmente no puedes saber...

- ¿es sobre tu padre? - preguntó inocente.

yo asentí con la cabeza, no podía revelarle mis verdaderos pensamientos que me agobiaban tanto.

- Entiendo que estés así hija, pero hay que dejar ir a las personas...- empezó a decir mamá – la vida es como un tren, hay pasajeros que suben y bajan, así tu vida, va haber personas que entraran en tu vida, otras que te acompañaran en tu trayecto, otros que bajaran, pero todo consiste en saber soltar, no aferrarse a las cosas ni a las personas...-

¿Dios eres tú? Ese consejo encajaba perfectamente con mi situación, pero me dejaba más confundida ¿Qué debo hacer entonces? ¿dejar que Dilan baje del tren?

- ¿y qué hago si no quiero que esa persona baje del tren? – dije temerosa – podría... ¿bajar con él y seguir su trayecto? -

- ¡oh no Darla!- dijo mamá asustada – ¡el suicidio no es una opción! Se fue tu padre, pero sigo yo aquí -

- ¿Qué? Oh no mamá yo no...- dije tratando de consolarla - no me refería a eso, solo a tu metáfora del tren, en general, en la vida, no solo con mi padre...-

- ¡me asustas Darla!- dijo mi mamá tocándose el pecho – respecto a tu pregunta... yo diría que depende-

- ¿Depende de qué? -

- De que si el trayecto es el mismo que el tuyo- dijo poniéndose de pie – no debes olvidarte de tus sueños y tus metas, ese es tu trayecto y no debes perderlo-.

- Gracias mamá – dije mientras recibía un tierno beso de mi madre en la frente.

Ahora estaba más confundida y dispersa, había retrocedido seis pasos de lo que ya había avanzado. Y el tiempo se me venía encima, ya cada vez se acercaba la fecha de la partida de Dilan.

Decidí salir a caminar y tomar un poco de aire, y mientras caminaba comencé a recordar cómo comenzó todo, la llegada, cuando casi me arranca la nariz con la puerta, como me invito a participar en la ducha, la vez que me salvo de Íker, cuando descubrí su talento en la música, cuando fuimos a visitar a Juliette, las escapadas a media noche a mi recamara, la cena que me había ganado, el viaje a Hawaii, nuestra primera vez...

Cada pelea, cada beso, cada sonrisa, cada rose piel con piel, cada lagrima cada canción... va a ser imposible olvidarme de él, se ha convertido en el amor que ha vuelto irrelevante a los demás.

Con esos recuerdos intermitentes entrando y saliendo de mi mente regresé a casa, vi su auto estacionado, y una pizca de nostalgia atravesó mi corazón.

Entré y todos estaba reunidos en la mesa.

-Darla, siempre te lo digo ¿para qué sirve el celular? - dijo mamá colgando el teléfono.

-perdón mamá- dije sin ánimos tomando mi lugar.

- ¿estás bien Darla? - dijo Dilan visiblemente preocupado.

- no, no lo estoy, disculpen si no los acompaño- dije levantándome de la silla en la que hace apenas unos segundos me había sentado.

- Darla espera...- dijo Dilan a mis espaldas.

- déjala sola, hijo, está pasando por un duelo- escuche a lo lejos a Leonard.

Me encerré en mi cuarto y me tire sobre la cama, lance un grito ahogado sobre la almohada hasta quedarme sin aliento.

¿ porque no puedo tener una historia de amor normal? Ser la típica chica que se enamora del futbolista y que viven felices para siempre, o ser la chica de las historias de cliché donde yo soy la nerd de biblioteca que jamás nadie había notado, hasta que el chico popular se fija en ella y deja a su novia súper popular y casualmente una zorra para ser feliz con la chica inteligente....

Supongo que Dios se levantó un día y dijo "No Darla, tú te enamorarás de tu hermanastro para que te sientas culpable cada vez que lo beses ya que puedes joderle la vida a tu mamá si se entera, y ¿qué te parece si lo ponemos interesante? Pongámosle a este chico hermanastro tuyo una pizca de amargura, un talento descomunal en la música, ochocientos gramos de molestas ex novias y pongámosle nada de talento para decir lo que quiere expresar... ¿no te parece suficiente? De acuerdo escucha el gran final: para cumplir su sueño, justo cuando estas más enamorada de él... se va a Italia a miles y miles de kilómetros de ti".

Definitivamente Dios me odia, el universo me odia, hasta yo me odio, tengo los sentimientos tan a flor de piel, que no puedo parar de llorar.

Y así hundida en mis pensamientos, quedé profundamente dormida. 

nota: Darla en galería

hola chicos y chicas, espero les gusté este capitulo, disfrútenlo.

¿Qué harían ustedes si fueran Darla? ¿lo dejarían todo por seguir a Dilan? ¿preferirían vivir con el bello recuerdo de lo que fue, sin arriesgar? 

no se olviden de votar y comentar si les ha gustado. 

Mi Nuevo HermanoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora