Miraba su espalda mientras se vestía nuevamente. Me encanta ese lunar suyo que tiene, ubicado perfectamente en la mitad de su espalda, ni muy grande ni muy pequeño, simplemente una de las maravillas del mundo, ante mis ojos cualquier detalle suyo es una obra de arte.
Saca un cigarrillo, se recuesta nuevamente en la cama y se dispone a fumar, odio tener que repetirle que odio el humo. Lanzo un bufido al viento y me levanto a abrir la ventana; una brisa traviesa entra y juega con mi cabello, sonrío levemente y me giro, ahí está él, observando mi desnudez, devorándose ferozmente ese cigarrillo.
Me sonrojo al sentir su mirada, me sonrojo como esa primera vez que lo vi... me quedo ahí, posando tímidamente para sus ojos. Hace una señal con su cabeza indicándome que me recueste junto a él, y eso hago, me acurruco entre su pecho, tratando de ignorar el molesto humo que lanza cuan chimenea en pleno invierno.
Juego con mis yemas de los dedos sobre su abdomen. Me encanta lo suave de su pie, me encanta él.
- ¿Qué ha pasado con tu hermano? - dice rompiendo la tela del silencio que estaba sobre la habitación.
- Nada, estos días el tema de la muerte del padre de la mosquita muerta a calmado las cosas- dije mientras me sentaba sobre la cama- hay demasiada gente en la casa dándole las condolencias que supongo que les ha sido imposible darse sus escapadas-.
- ¿Quién crees que sea quien suelte la primera bomba? - dijo con su hermosa sonrisa de lado, soltando la bocanada de humo.
- Sin duda seré yo- dije en tono victorioso.
- ¿estás loca? - dijo tirando la colilla de cigarro al piso - entiende que no quiero problemas-.
- ¿Por qué vas a tenerlos? -
- ¡Carajo Chantal! ¡nunca entiendes nada-
- ¿Por qué cambias así conmigo? - dije entre dientes, con la mirada cabizbaja.
Esos cambios de humor que tanto me duelen, son un vaivén de emociones en mi vida.
- ¡porque no entiendes! - dijo levantándose de la cama y haciendo mil ademanes al hablar - ¿comprendes que tu papá me va a encerrar de por vida en la cárcel? Su bufete jurídico es súper importante, tiene los mejores abogados, es amigo de los jueces ¿entiendes que lo nuestro es penado por la ley? -.
- Pues quizás no, quizás ya sea tiempo de decirle a todos...-
- ¡ decir que carajo?!- dijo interrumpiéndome - no nos conviene decir nada, nos conviene quedarnos callado, seguir así, haber que pasa.-
-¿Haber que pasa?- dije con las lagrimas traviesas a punto de salir - ¡llevamos años en secreto! fuiste mi primer hombre, te entrego todo de mi ¡Qué te hace falta para poder lucirme? ¡para presumirme!-.
-¿Qué puedo presumir? ¿que ando con una mocosa?- .
Esas palabras me rompieron el alma... ¿solo soy eso? ¿una mocosa?
- Bebé... no quise decir eso...- trato de decir, pero para entonces ya era tarde, mi llanto estaba incontrolable.
Trato de acercarse y abrazarme, pero lo aventé violentamente.
- ¡NO ME TOQUES JOAN!- grité - ¡NO ME VUELVAS A TOCAR NUNCA MÁS!-.
-pero... amor... solo fue un arranque - dijo mientras me acariciaba el cabello.
-¡Tú y tus arranques! - dije quitandole su mano de mi cabello - harta estoy de ellos, harta estoy de que me quiebres y me vuelvas a armar, no soy un lego, no soy una figura armable que puedes hacer y deshacer a tu antojo...-.
Se quedo en silencio, creo que por primera vez no supo que decir. Mi llanto seguía y seguía, como si se hubiera abierto una llave que no se podía cerrar...
- me haces daño - dije tratando de respirar, mientras me secaba mis lagrimas - son más los momentos en que lloro que los que estoy sonriendo Joan... Te amo, pero amarte me lastima de una manera tan profunda que me duele hasta el espíritu... ¿te ha dolido el espíritu?-
Él negó con la cabeza, mirándome con curiosidad, como si realmente quisiera saber que se siente, que es lo que siento en estos momentos...
- me siento quebrantada, sin un motivo aparente para seguir- dije con la voz quebrada - ¡has sido mi peor inversión de tiempo!-.
-¡No digas eso...!-
-¡SÍ, SÍ LO DIGO!- interrumpí alzando la voz - no debí nunca haberte amado... no me arrepiento pero si regresará el tiempo, desearía jamas haberte conocido...-
Joan me abrazó por la cintura aun descubierta, escondiendo su rostro en mi cuello, respirando fuertemente. Pude sentir sus latidos retumbar en mi cuerpo... me doblegue y lo abrace, deslice lentamente mi dedo en un vaivén sobre su espalda .
- perdóname- susurró aun sin darme la cara.
Paso un largo tiempo así, realmente no se si fueron segundos o minutos, pero ese momento estábamos en un mismo latido, solo el ruido de nuestras respiraciones invadían la habitación, mis lagrimas aun salían lentamente, cayendo sobre su cabeza, mojando su cabello...
- solo no digas nada- dijo separándose lentamente de mi - no nos conviene que Dilan sea descubierto porque seremos descubiertos nosotros-.
-pero...-
-prometemelo- dijo mirándome fijamente
-pero...-
-¡Hazlo!- dijo esta vez con su tono de voz dominante.
- lo prometo- dije lanzando un suspiro.
- te amo- dijo mientra me volvía a besar.
continuo besandome apasionadamente, deseoso de mi nuevamente, acaricio mi cuello con su dedo, bajando por mis hombres, zig zageando por mi brazo, dudando un poco, pero llegando firmemente para entrelazar nuestras manos. Afortunadamente, no notó cuando descruce los dedos...
nota: cruce de dedos de Chantal
Antes que nada, merecen una disculpa por el tiempo que deje de escribir, no me quiero justificar por que excusas hay muchas, simplemente perdón, de todo corazón y gracias a los que han permanecido fieles, gracias por sus hermosos comentarios que enserio, me hacen sentir especial, no sabe cuan feliz hacen a esta persona a la distancia.
Gracias por permanecer aquí, y a los nuevos seguidores de esta historia, sean bienvenidos <3
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Mi Nuevo Hermano
Romance-te deseo tanto Darla- me dijo susurrando al oído, escondí un gemido, para que no nos escucharan nuestros padres, que estaban a un lado de mi habitación. -Dilan, quiero que me hagas tuya- dije respirando agitadamente, estaba en un punto de excitació...