Al cabo de un rato el mareo había casi desaparecido. Cuando me iba levantar la cabeza de Yunki cayó sobre mi hombro. Al principio me asusto pero luego me puse roja como un tomate, qué pensaría la gente si nos ve así. Yunki se había dormido, y por qué se tenía que apoyar a mi. Para empeorar, por una rara razón mi ojos no paraban de mirarlo, mi corazón empezó a latir más rápido ¿Qué estaba pasando? ¿Por qué mi corazón se aceleraban? ¿Era por esa situación? ¡¿Por Yunki?! ¡Imposible! Ahora que lo pensaba bien a cualquiera se le aceleraría el corazón estando en aquella situación.
Ya no podía más. No sabía que era peor, si el hecho de que el corazón me fuera a explotar o el peso de su cabeza. Involuntariamente me levanté, no podía más, cosa que hizo que Yunki se despertará, porque como me había salido tan rápido se había dado un golpe en la cabeza.
-¡Au!- gritó -¿Dónde estoy?
-Ya despertaste- dije sin darme la vuelta - Yo ahora vengo, voy un momento a la fuente
Me dirigí como un misil hacia la fuente, no podía girarme por culpa de que tenía la cara toda roja. Me empecé a tirar agua contra la cara ¿Qué me estaba pasando? Por suerte mi cara volvió a su color original, quizás solo era a causa de la calor, sí eso debía ser, calor.
-Yuïji ¿Esta bien?
-Si, vayamos con los otros - conteste, me tranquilicé al ver que no pasaba nada raro con mi corazón - Si, como decía yo era por el calor- susurré
-Hay un pequeño problema
-¿Cual?
-No hemos quedado en ningún sitio
-¡Qué! ¿Y ahora?
-No tenemos más opción que salir a buscarlos.
Cada vez habían más personas, ahora las calles parecían ríos de gente y si ya me era difícil seguir la pista a Yunki, imaginaros encontrar a Hana.
-¡Ah! -grité al ser golpeada por una señora un poco gordita.
-¡Cuidado por donde vas!- gritó la señora - Que modales ni se disculpa, los jóvenes hoy en día no tienen educación
-Yuïji ¿estas bien?-dijo Yunki
-Creo que si
-Tienes que ir con más cuidado - dijo cogiéndome la mano
-¿Por qué me cojes la mano?
-Con tanta gente es posible que nos separemos y eso sería un problema, por eso te cogí la mano.
Seguimos adelante en ese mar de gente, mi corazón empezó a acelerarse de nuevo. Seguía sin entender el porqué... De golpe me pareció vislumbrar a Yume a la lejanía. No obstante, no era él, o eso creí, pues Yunki afirmó su identidad, aquel niño era Yume en forma huma. Se ve que se había separado de los demás y ahora los estaba buscando. Pero acto seguido fue arrastrado por la multitud. Seguimos buscándolos, pero parecía que hubieran sido evaporados del mapa. Acabamos de nuevo en el mismo banco de antes.
-¿Y ahora qué hacemos?
-No sé, pero como esto continúe no podré montar a nada
-¡Eso es! Hana debe estarse subiendo a las atracciones así que lo mejor será buscarla allí.
Al decir eso los ojo de Yunki empezarón a brillar.
-Y dime ¿Dónde quieres ir?
-Ya se - dijo cogiéndome de nuevo de la mano y arrastrándome hasta una montaña de rusa gigantesca.
-¿Debes de estar de broma?- le pregunté pero al ver sus ojos supe que no era broma.- No te importará que te espere aquí, ¿verdad?
-¿No me digas que no te gustan a las montañas rusas?
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El Juego de las Mil Cartas
Fantasy¿Nunca te preguntaste por qué en el colegio no hay clases divertidas? ¿Qué pasaría si una clase te llevara a otro mundo? Si acabaras separado de tus amigos, ¿qué harías? Si quieres saber que haría yo, acompáñame durante este viaje en un mundo de jue...