¿Nunca te preguntaste por qué en el colegio no hay clases divertidas? ¿Qué pasaría si una clase te llevara a otro mundo? Si acabaras separado de tus amigos, ¿qué harías?
Si quieres saber que haría yo, acompáñame durante este viaje en un mundo de jue...
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Al cabo de unos minutos, las gradas se volvieron a llenar. Al principio eran apenas cuatro gatos, en cambio ahora entraban en masas. Eso tan solo podía significar una cosa: el juego estaba a punto de empezar. ¿Pero a qué juego se refería? ¿Qué estaba ocurriendo?Y lo más importante, ¿dónde estábamos?
─Señoras y señores, niños y niñas. ─ saludó el presentador ─Bienvenidos a la prueba final, donde nuestros candidatos deberán demostrar su poder contra ... ─ en el estadio resonó el sonido de unos tambores ─ ¡Gyanburu!─ la audiencia enloqueció. Gritaban eufóricos y llenos de emoción.
─¿Gyanburu? ─ se preguntó extrañada Meru ─ ¿Yuïji esa no es...
─Así es. Es la optativa que curso sola. ─ una sonrisa se formó en mis labios ─ Nunca pensé que esto llegara a pasar. ─ comenté con mucha emoción ─ Parece que mis suplicas fueron aclamadas... ─ Hana se me empezó acercar preocupada, seguramente no escuchó nada de lo que había dicho y al ver que había agachado la cabeza... ─ ¡Por fin! ─ exclamé feliz, haciéndola sobresaltar ─ Nunca creí que podría existir este tipo de clase. ¿Por qué no me lo habían dicho antes? ─ Hana suspiró.
─No sé ni para que me preocupo. ─ comentó mirando a Meru con una sonrisa, esta se la devolvió. Seguro que debieron pensar. Vaya amiga tenemos, aunque yo las ignoré. Estaba demasiado ilusionada con todo aquello.
─¡Así se dice Yuïji! ─ me apoyó Look, cosa que me sorprendió. Por lo que había podido ver el era alguien de carácter temperamental, por lo que verlo tan ilusionado como yo me sorprendió. ─¡Este es el espíritu! ─ os puedo jurar que en ese momento me pareció ver salir fuego de sus ojos. Definitivamente me estaba volviendo majara².
─Yuïji...─ empezó a hablar Meru ─ Algo me dice que ... ─ Hana la interrumpió.
─Cuando se pone modo videojuego ya no hay quien la pare, ¿no te acuerdas? ─ Meru suspiró y dejó el tema. Era verdad, una vez estaba decidida a jugar, nadie podía pararme. Aparte, por fin todas mis súplicas habían sido escuchadas. ¡Diversión y juegos! Al fin una materia que se me daría bien.
─Muy bien, estad bien atentos. ─ volvió a interrumpir el presentador ─ Que empiece ¡GYANBURU!
Tras aquellas palabras fuimos tele-transportados a diferentes salas. Alejados unos de otros. Había llegado el momento de poner a prueba nuestras capacidades.
─Escuchad chicos. ─ habló una voz. Esta salia de unos altavoces que había en la pared. Por raro que sonara, conocía aquella voz. ─ ¿Pero de dónde? ─ Por más vueltas que le daba no lograba recordar nada. Aunque seguramente era fruto de mi imaginación. Quizás mi mente quería aferrarse a un seguro, siempre se dice que los humanos tememos a lo desconocido, así que mi cabeza solo me estaba confundiendo. ─ Eso debía ser ─ Además, antes ya me había ocurrido con aquel niño, no podía permitir que mi subconsciente siguiera jugándome malas pasadas. ─ Es hora de descubrir vuestros talentos. No temáis a experimentar, pues eso os llevará a la victoria. Tan solo sentir vuestro poder y liberarlo. Sé que lo lograréis. Sentir la joya dorada que lleváis en vuestro interior. Confío en vosotros.
